En Paraná, hay distintas opciones para comprar porciones del típico plato que suele degustarse para conmemorar el Día del Trabajador.
Cada 1° de mayo, muchos argentinos eligen degustar el locro criollo: un plato de la tradición argentina que perdura en el tiempo y mantiene el espíritu de nuestro país. En Paraná, las porciones para comprar arrancan en los 1.000 pesos y pueden llegar a pagarse más de 1.500 pesos, constató AIM. A través de avisos en las redes sociales, en clubes, vecinales, y hasta casas particulares, son algunas de las opciones donde ir a buscar.
Para aquellos no muy avezados en la cocina, para los que no tienen tiempo de cocinar, para los que están solos y consideran que hacer un locro para uno no es lo mejor, hay opciones.
En numerosos clubes de barrio, vecinales, ferias, asociaciones, restaurantes, y hasta en algunas casas de familia, este día se puede encontrar una buena porción de locro para degustar.
Hay precios variados que arrancan en los 1.000 o 1.200 pesos. Hay buenos precios y las redes sociales ofrecen un montón de oportunidades. En los lugares que prometen “mayor calidad” superan los 1.500 o 1.600 pesos, la porción.
Generalmente las porciones se encargan por anticipado, pero si algún olvidadizo no lo hizo o se decidió a último momento, puede que recorriendo tenga suerte y encuentre alguna porción de más que se haya cocinado.
También para esta fecha, las empanadas (de carne son las preferidas) y los pastelitos de dulce de batata o membrillo, son comidas que la gente busca mucho y que en muchos lugares se pueden adquirir.
Desde los pueblos aborígenes que habitaron el continente americano hasta la actualidad, el locro sigue siendo elaborado y adaptado, utilizando otros ingredientes pero conservando su clásica forma de preparación. Su origen es precolombino y se lo prepara de varias maneras, según la tradición de cada una de las provincias argentinas, siendo lo único invariable su base vegetal y el procedimiento de cocción: a fuego lento durante varias horas.
En nuestro país, las personas suelen juntarse con amigos o con la familia para disfrutar del locro (del quechua ruqru o luqru) especialmente en fechas patrias como el 25 de mayo y el 9 de Julio o el 1° mayo (Día del Trabajador). También es común consumirlo en época invernal ya que es un guiso sustancioso, con muchas calorías y nutrientes por sus ingredientes.
Los ingredientes que van a la olla
Básicamente el locro se compone de maíz, porotos, zapallo, cebolla, comino, laurel, sal a gusto, cerdo y carne vacuna. Un día antes a su elaboración, se deben poner en remojo las legumbres para luego agregarlas a los demás ingredientes los cuales se irán integrando poco a poco sobre una base de caldo o agua y mientas se mezcla o revuelve a fuego lento sobre una olla preferentemente de tamaño grande.
La textura y coloración del guiso estarán dadas por el zapallo, que con tanto tiempo de cocción se desarmará y brindará la consistencia característica de este clásico guiso. En Argentina su consumo se ha extendido desde el Noroeste y Cuyo hacia el resto del país, en Neuquén además del locro de maíz se prepara una especie de locro con arvejas, en el Noreste argentino se prepara también el locro en base a la mandioca.
Hay infinidad de recetas y sus variaciones dependen del lugar geográfico. Forma parte del menú de países como Chile, Ecuador, Paraguay y Perú.