En la segunda jornada del jury, testimoniaron dos de los tres denunciantes y dejaron en una situación difícil al magistrado. También declaró un psicólogo de la Asociación Judicial de Entre Ríos que abordó a dos empleadas del juzgado y refirió que constató indicadores de malos tratos.
Redacción EL DIARIO / [email protected]
En la segunda jornada del jury que se sustancia contra el juez del Trabajo N°1 de Concepción del Uruguay, Eduardo Flores, declararon dos de los denunciantes. Se trató de Angel Amadeo Fernández y Natalia Bordin, quienes realizaron sólidos relatos de las circunstancias que transitaron con el cuestionado magistrado.
Ambos manifestaron haber vivido situaciones de mucho estrés, incluso hasta el presente. También lo hizo el psicólogo que se desempeña en la Asociación Judicial de Entre Ríos (AJER), Armando Rodrigo Cantero, que abordó a dos empleadas del Juzgado donde se desempeñaba Flores.
Fernández, tras recordar que denunció dos causales como motivo de jury, sostuvo que los inconvenientes con el juez comenzaron cuando, a fines de 2019 puso en venta una casa.
Recordó que Flores le ofreció alquilársela, añadió que le respondió que su intención era vender la propiedad porque quería hacerse del dinero de la venta, pero el juez le insistió en alquilársela.
En relación a esta circunstancia, Fernández, dirigiéndose directamente al acusado, le manifestó que supo que aquel, en una excursión de pesca, manifestó que “estoy pensando cómo quedarme con la casa de Amadeo”.
SIN APOYO
El testigo-denunciante opinó que el juez tenía “animosidad” contra él y el otro patrocinante en esta denuncia, Matías Exequiel Melgares, que llegó a cristalizar en una denuncia que formalizó ante la Asociación de la Magistratura.
Recordó que buscó el apoyo del Colegio de la Abogacía de Entre Ríos, institución que después que contestaron la demanda, no los llamó más. También expresó que el acusado “evidentemente no le dijo la verdad a la Asociación de Magistrados”.
También añadió que hubo un mensaje de whatsapp de la secretaria que reemplazó a Bordin, que renunció al Poder Judicial, según expuso más tarde, por la situación que se generó con el juez, en el que aquella le manifestó que Flores le pidió que le “busque la quinta pata a la demanda para rechazarla”.
Fernández sostuvo que no tiene “ningún enojo” con Flores, y agregó que “el problema es que no puedo trabajar con tranquilidad”.
El denunciante expresó que a partir de la negativa a alquilar la casa que tenía en venta, notó “un cambio en Flores respecto de nosotros”.
A una pregunta de la defensa, respecto a que habría estadísticas que indican que, en más del 80 por ciento de las causas, Flores falló a favor de Fernández, respondió que “en las causas que referí hubo animosidad”.
PROYECTO
Bordin, que se desempeñó como secretaria del Juzgado a cargo de Flores y, según manifestó ayer, renunció al cargo al que había accedido tras superar varios concursos en el Poder Judicial, ratificó lo que sostuvo en su denuncia cuando relató que hubo un “quiebre” en la relación con Flores, cuando éste le solicitó que leyera un proyecto de reglamento para empresas con el objetivo de evitar la conflictividad innecesaria.
La testigo sostuvo que el juez, cuando ella le manifestó que le “parecía que nosotros no teníamos que elaborar ese documento”, “no lo tomó bien” y comenzó en forma paulatina a quitarle trabajo y las responsabilidades que le correspondían.
También declaró que el juez, respecto del proyecto de reglamento, le respondió “a viva voz” que “tenía que ser un reglamento que no tenía que servir porque si no a él no lo iban a necesitar más”. La denunciante manifestó que en ese momento entendió que “no era algo bueno” y tenía que apartarse.
JERARQUÍAS
Bordin recordó que Flores dejó de hablarle, pero ella imaginó que esa actitud iba a cambiar, incluso refirió que le envió un mensaje saludándola, lo que la hizo recobrar esperanzas que el distanciamiento cesaría.
La testigo sostuvo que cuando Flores se hizo cargo del Juzgado, ella lo tomó como ejemplo de la judicatura que la sociedad necesitaba, añadió que “era un juez bastante comprometido con las distintas etapas del expediente”, pero que la situación la llevó a no reconocer que era objeto de violencia. Añadió que Flores, “las jerarquías te las hacía sentir”.
“Un acting”
El psicólogo Cantero sostuvo que hace 18 años que trabaja con AJER como asesor en cuestiones relacionadas con violencia laboral. El profesional realizó un informe relacionado con la situación de dos empleadas del Juzgado, allá por agosto de 2022, por maltrato en el Juzgado de Flores.
El abordaje lo comenzó en julio de 2022 a pedido de las dos empleadas. Tras explicar los métodos de abordaje, señaló que las denunciantes “pedían a gritos irse de ese lugar”.
Cantero recordó que hubo una reunión en el Juzgado entre el juez y los representantes de AJER y él. Sin ambages, sostuvo que entendió que el acusado llevó adelante “un acting”, una “puesta en escena”, “como que armó la situación”, en la que se mostró “violento” y en la que “por momentos alzó la voz” y se manifestó “amenazante”.
El proceso continuará hoy con más testimonios y se prevé que durante la tarde, si no hay una decisión en contrario, será la etapa de los alegatos.
