Recién desde mediados del siglo XX, visitar ciudades, conocer atractivos, alojarse en hoteles y recorrer comedores se hizo una práctica frecuente y extendida. En el desarrollo de la industria tuvieron mucho que ver los sindicatos, que ofrecían a sus afiliados posibilidades de trasladarse a sitios impensados y de disfrutar de instalaciones que tenían desplegadas en distintos puntos del país.
Antes de esa época, la actividad turística estaba circunscripta a unos pocos. Así, cuestiones económicas y sociales definían el perfil de los visitantes.
Pese a esas restricciones, las escuelas y sus alumnos fueron siempre un público al que había que mostrarles, contarles, enseñarles sobre Historia, Geografía, Lugares, Monumentos y Edificios. No hace falta subrayar que para los viajeros se trataba de una experiencia inolvidable.
Con el paso del tiempo estas actividades se fueron haciendo cada vez más frecuentes desde las instituciones escolares. Aquí un grupo de alumnos y docentes en un paseo por Paraná, en una fotografía publicada en EL DIARIO en noviembre de 1938.
Fernando Ponce /Especial para EL DIARIO
Fuente: Colección “El Diario” que se encuentra disponible para la consulta en el Archivo General de Entre Ríos, Alameda de la Federación 222.