Los peritos oficiales dejaron sin argumentos al imputado. Profesionales del Departamento Forense del Poder Judicial y una psicóloga del Hospital San Martín, declararon en relación a los resultados de la autopsia y de los informes y pericias psicológica y psiquiátrica que se le realizaron: a la víctima los primeros, y al imputado Carlos Deniz, los segundos. También quedó desacreditado el supuesto intento de suicidio del acusado.
Redacción EL DIARIO /[email protected]
Tercera jornada adversa para Carlos Alberto Deniz, imputado por el femicidio de Stella Maris Castagno, que era su pareja y madre del hijo de aquel.
Peritos oficiales que prestan funciones en el Departamento Médico Forense del Poder Judicial, declararon en la última jornada de testimoniales y terminaron de dejar sin posibilidades de argumento a dos ítems que esbozó a su favor el acusado: negar el contexto de violencia de género previo y el estado de emoción violenta.
Además, una psicóloga del Hospital San Martín, también echó por tierra que, tras asesinar a su pareja delante de su hijo de cuatro años, Deniz haya intentado quitarse la vida, como sostiene en su defensa. Hoy a partir de las 10 será la etapa de los alegatos de cierre del debate. Luego el jurado se retirará a deliberar y dará a conocer su veredicto.
Ayer declararon en primer lugar los médicos, Luis Moyano y Maximiliano Sironsky. El primero habló de la autopsia al cuerpo de la víctima. El segundo, por el examen clínico físico que le realizó a Deniz el día del hecho, en Alcaidía de Tribunales.
Moyano sostuvo que por la herida que recibió, Castagno no tenía posibilidades de sobrevivir. Dio precisiones sobre la dinámica del ataque y sostuvo que la estocada le “seccionó”, le “partió” el corazón” y falleció por un ataque al corazón porque perdió dos litros de sangre en minutos.
Sironsky sostuvo que el imputado exhibió escoriaciones, mejor conocidas como raspones, en distintas partes del rostro y el torso. Respecto de la herida que se infligió el acusado para suicidarse, sostuvo que la herida apenas logró perforar la piel, por lo que mucho menos lo haría con algún órgano.
Otro dato consistió en que no encontró lesiones en la dentadura. En su declaración, Deniz sostuvo que una patada de un policía lo hizo volver en sí, tras un supuesto desvanecimiento en el techo de la terraza de la casa del hecho, donde supuestamente intentó quitarse la vida, también ahorcándose.
Mente
La psiquiatra, María Eugenia Londero, y la psicóloga Zelmira Barbagelata Xavier, dieron precisiones de los tres abordajes que tuvieron con Deniz.
Ambas, desde sus respectivas materias, echaron por tierra -aunque no es su aporte al debate refutar ninguna hipótesis- la supuesta emoción violenta argüida por el acusado a última hora del proceso.
De algún modo, también debilitaron la argumentación respecto de la idea de Deniz sobre que no hubo violencia de género.
Fue cuando señalaron, entre otras cosas, que en un abordaje posterior y más profundo, sólo manifestaba preocupación por su situación de privación de la libertad.
Ambas señalaron que no manifestaba interés por el hijo con la víctima, que fue el desencadenante, según declaró el acusado, porque la madre no quería dejárselo ver después de una separación acordada.
También declararon que no encontraron en toda la historia de Deniz, indicadores de que se quisiera quitar la vida, como dijo aquel tras su detención.
Londero recordó que el analizado no dio muestras de arrepentimiento o culpa, porque si así hubiese ocurrido, lo habría consignado en su informe.
“Tranquilo”
Sabrina García Abib, psicóloga del Hospital recordó que abordó a Deniz en la guardia de salud mental del hospital el día del hecho, 16 horas después.
La profesional sostuvo que el analizado se encontraba “globalmente orientado en tiempo y espacio”, “sabía dónde estaba y quién era”, “qué había hecho”.
Añadió que estaba “tranquilo” y que colaboró y respondió a las directivas que se le daban. Señaló que no presentaba “ansiedad ni signos de angustia” y que “respondía, aunque acotadamente, a lo que se le preguntaba; estaba vígil y lúcido”, añadiendo que no se encontraron signos de “alucinación o delirio”.
García Abib sostuvo que no encontraron señales que indicaran que el imputado pudiera quitarse la vida.