El jurado popular emitió el veredicto condenatorio, al encontrar a Carlos Alberto Deniz culpable del delito de Homicidio agravado por el vínculo y por haber sido cometido en contexto de violencia de género. La víctima fue Stella Maris Castaño. Tenía 36 años y dos hijos. Era enfermera y trabajaba en tres lugares a la vez. A Deniz se le impuso la pena de prisión perpetua.
Carlos Alberto Deniz, de 50 años, oriundo de Diamante, empleado público en la Municipalidad de Crespo como chofer, fue hallado culpable por un jurado popular, del delito de Homicidio agravado por el vínculo y por ser cometido mediando contexto de violencia de género.
Fue por el femicidio de Stella Maris Castaño, que el 20 de diciembre de 2021, cuando recibió una puñalada que le seccionó el corazón y la mató casi inmediatamente, tenía 36 años recién cumplidos y era madre de una chica de su primera pareja, y de un niño de
cuatro años que tenía con quien terminó siendo su asesino. Deniz cumplirá pena de prisión perpetua.
El veredicto fue unánime y se conoció en la tarde de ayer luego de las audiencias de deliberaciones que comenzaron el martes pasado, en el Salón de Actos de los Tribunales de Paraná.
Las audiencias del juicio por jurado, fueron presididas por el juez técnico Elvio Garzón, vocal del Tribunal de Juicio y Apelaciones de Paraná, quien luego de realizada la audiencia de cesura adelantó la parte resolutiva de la sentencia, fijando la pena de prisión perpetua por el delito de homicidio agravado por el vínculo y por haber perpetrado mediando violencia degénero. Asimismo, resolvió que Deniz deberá continuar en prisión preventiva en la Unidad Penal Nº1, de Paraná, hasta que la sentencia adquiera fuerza ejecutoria.
El juicio fue público y se transmitió en directo, a través del canal de YouTube del Servicio de Información y Comunicación, del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, los alegatos de apertura y de cierre, las instrucciones del juez técnico y el veredicto del jurado popular.
Alegatos. La defensa pública había solicitado que Deniz sea condenado por el delito de Homicidio agravado por el vínculo mediando circunstancias especiales de atenuación por el estado de emoción violenta. La defensa entendió que, incluso con testigos de la Fiscalía, no se probó el contexto de violencia de género que agrava la figura. Sostuvo que su defendido tuvo una “reacción que no pudo controlar; lo que lo afectó y alteró, fue que no iba a ver más a su hijo, ese fue el desencadenante de una emoción violenta e incontrolable”.
También sostuvo que se probó que Deniz se había separado dos veces de anteriores parejas, que declararon en el juicio y sostuvieron que no se trató de separaciones violentas. Incluso una de aquellas -que fue su pareja, se separó de Deniz cuando este se fue a vivir con Castaño y volvió ahora, cuando Deniz fue preso- dijo que fue víctima de violencia de género de una pareja anterior y Deniz la ayudó a valorizarse y superar la situación.
La defensa oficial cuestionó una pericia de la Policía. Se trató de lo que se definió como la “firma del perverso”, que surge del informe que se realizó por los rastros de sangre que se peritaron en el lugar del hecho, que dieron cuenta que un goteo de sangre en la escalera de la casa donde fue asesinada la enfermera se produjo porque el victimario se
paró a observar lo que había hecho.
La defensa postuló que pudo tratarse de la sangre de Dylan Arduin, que escuchó los gritos de Castaño y acudió a auxiliarla, para lo cual rompió unos vidrios y se cortó. En su relato, el joven recordó que vio a Deniz huir para la terraza de la casa. Así, subió dos escalones para perseguirlo, se detuvo donde se registró el goteo y regresó porque sintió miedo. Arduin fue considerado como un “héroe” por ambas acusaciones debido al compromiso que asumió de intervenir cuando escuchó los desesperados gritos de auxilio de Castaño.
Pruebas. A su turno, las acusaciones coincidieron en resaltar que se probó que Deniz planificó la muerte a Castaño porque no soportaba que lo dejara. Resaltaron los celos del ahora condenado, que comenzaron a manifestarse cuando Castaño empezó a trabajar de enfermera y comenzó a ganar más dinero que él.
Las acusaciones resaltaron los informes de los peritos médicos y psicólogos y psiquiatras del Cuerpo Médico Forense de Tribunales y del Hospital San Martín, que aportaron sus miradas respecto tanto de la dinámica del ataque y la muerte de la víctima como del estado de salud mental del acusado.
El segundo grupo de peritos, integrado por dos psicólogas y una psiquiatra, expuso sus conclusiones y aportó elementos que los acusadores destacaron porque echaban por tierra con el postulado estado de emoción violenta que adujo Deniz, y de lo que las acusaciones
consideraron como simulacro de suicidio de aquel, tras apuñalar a su pareja.
El Ministerio Público Pupilar, en resguardo de los intereses del niño, entendió que aquel estuvo en el lugar del hecho y vio a su madre ensangrentada y tirada en el piso. Entendió que no quedaron dudas de que el niño también fue víctima de la violencia que recibió la madre. Refirió que el niño quedó con un trauma que le genera trastornos de salud y cerró su alegato con una frase del menor: “Papá nana mamá”, y solicitó “que se haga Justicia”.
