Desde la Escuela Municipal de Canotaje se desarrolló un proyecto de recolección en las zonas cercanas al Islote Curupí. El profesor encargado de la misma, Pablo Taulada, habló con EL DIARIO para brindar todos los detalles sobre esta idea, y además explicar la realidad que el deporte náutico vive en la actualidad
El paranaense es un privilegiado, pero hay que ser conscientes y cuidar nuestras aguas
La capital de la provincia de Entre Ríos cuenta con la inigualable oportunidad de tener acceso al Río Paraná, siendo este uno de los más importantes a nivel nacional. Sobre las aguas del mismo, son varios los paranaenses que aprovechan a practicar diferentes deportes y aprovechar todos sus beneficios. Pero, la contracara es la falta de compromiso de parte de todos los ciudadanos en cuanto a tener conciencia con la basura arrojada donde no corresponde y que termina flotando a lo largo y ancho de las aguas del Paraná.
En esta ocasión, se mezcló el deporte y la conciencia ciudadana para darle lugar a una jornada de limpieza. Desde la Escuela Municipal de Canotaje y en conjunto con trabajadores del Islote Curupí, desarrollaron tareas de descontaminación, levantando la basura que se encontraba en las costas del mencionado lugar.
El profesor a cargo de la escuelita de canotaje, Pablo Taulada, dialogó con EL DIARIO para dar detalles de las actividades que se dieron el pasado viernes, como así también comentar acerca de las enseñanzas y brindar un pantallazo de la realidad de este espacio municipal que usa las instalaciones y herramientas de las ECENNA (Escuela de Canotaje, expedición y natación de aguas abiertas),
¿Cómo surgió y cómo tomó forma la iniciativa de limpiar nuestro río?
-La idea de limpiar normalmente la llevamos a cabo, es algo propio que queremos que nuestro río se mantenga limpio. Lo vemos como una forma de limpiar “nuestra oficina”. Tratamos de limpiar las costas porque la verdad que si no lo limpiamos nosotros, no lo limpia nadie. Aquí se vieron involucrados los más chiquitos, que son alumnos míos en la Escuela Municipal de canotaje, y además trabajaron cuatro personas pertenecientes a la ECENNA y personal del Islote Curupí, que pusieron a disposición la lancha. En total habremos sido unas 20 personas llevando a cabo la limpieza.
Además de la propia limpieza, ¿Qué otras tareas complementan este proyecto?
-Nosotros antes de hacer la tarea, hacemos como un censo relevando donde es el lugar en el que hay más basura y siempre tratamos de ir ahí para no dar vueltas. Esta vez lo hicimos sobre los bordes del Islote Curupí, del lado de Paraná porque del otro lado está la parte oculta. Además, intentamos siempre concientizar. La cantidad de basura que hay en el Río es mucha, sinceramente el ciudadano es el que tira y no le interesa el río, parece que es ajeno a él.
Haciendo énfasis en la Escuela de Canotaje, ¿Con qué realidad se encuentran hoy?
-Ahora el 17 de mayo la escuelita cumplió 37 años. Nosotros estamos en un lugar que no es nuestro, es un galpón que está en comodato, con tintes muy políticos. Asimismo, tratamos de brindarle al ciudadano un curso de canotaje, con un arancel porque somos una ONG y más allá de la guardería, siempre hay gastos fijos. En cuanto a la cantidad de gente, es un montón la que ha pasado. Hay una comisión directiva a cargo y las clases hoy en día no se están dando por un tema de temporada pero sí a los más chicos, por medio de la secretaría de deporte municipal. Ahora son los chicos de 11 a 17 años y en temporada se le da mayores, que es con el arancel mínimo. Más allá del curso de canotaje, lo que queremos es que la gente se acerque al río.
¿Cuáles son las principales enseñanzas que se brindan tanto dentro como fuera del agua?
-En la escuelita lo que le enseñamos más allá del deporte y el canotaje sobre el río, uno le enseña un montón de cosas. Si por ahí no se puede dar clase, variamos. La otra vez hicimos un ergómetro que es un simulador de remo, una limpieza sobre la dársena y cuando no se puede salir por algún motivo, tratamos de arreglar botes que es lo que le enseñamos a los chicos, además hicimos un curso de primeros auxilios y fuimos a una visita guiada al túnel. Tratamos de que el chico haga otras actividades y en el río se le enseña todo, desde cómo enfrentar una ola, qué hacer y qué no, cómo corre el río, hacer lecturas sobre el mismo, llevarlos a la isla y que se acostumbren, conozcan y que habiten. Ahora tenemos pensado hacer un campamento. También a veces cruzamos para Santa Fe río arriba y río abajo, queremos que el chico aprenda que si viene una lancha, sepa respetar y sí vemos un compañero de otro Club que está dado vuelta, ayudarlo porque en el río somos todos compañeros.
En cuanto a vos, ¿Hace cuánto que estás ligado al canotaje y que significa para vos?
-Hace 21 años que estoy, yo empecé en diciembre de 2001. Empecé este curso porque me gusta el agua y me dijeron de este lugar que no lo conocía. Es un deporte que te atrapa, te encanta el lugar, te baja un cambio y es como una terapia el recorrer y conocer lugares, el canotaje te cambia mucho y te permite ver la ciudad del otro lado. Somos privilegiados de tener este río, pero lamentablemente no nos damos cuenta hasta qué hacemos el curso y tomamos conciencia.
Para mi es muchísimo porque yo trato de que sea una semilla que uno pone. El día de mañana van a estar estos chicos a cargo y deseo que ellos lleven un mensaje, para eso debemos dejarselos. Sinceramente, la ECENNA es como una segunda casa. He conocido gente muy buena, amigos y muchos chicos que hoy ya están grandes. Me genera mucho orgullo, estoy contento de pertenecer ahí.
Y en cuanto al deporte dentro de la comunidad, ¿Cuáles son los aspectos más destacados?
-El canotaje es una puerta al río, la gente se tiene que acercar porque somos muy privilegiados de tener al mayor río de Argentina. No se acercan por temor o por no saber nadar, algo obligatorio para nosotros porque es un deporte riesgo. Es hermoso y como todo deporte tiene su seriedad y complejidad. Nosotros le brindamos el chaleco y las medidas que tomamos de seguridad.
Se debería trabajar más y darle un poquito más de importancia a los deportes náuticos que se la arreglan como pueden. Me parece que tendrían que haber más escuelas y que el chico pruebe todos estos deportes, que haya más actividades como en Rosario y Concepción del Uruguay. Se necesita más movida en el río y que la gente también tome conciencia de no tirar basura y cuidarlo, no solo desde lo turístico sino que también por la cantidad de peces que sin querer nosotros estamos dañando y no nos damos cuenta.
