El camping municipal de Diamante luce renovado y promete más espacios para alojarse cómodos por aquí. Por estos días avanza la construcción de dos cabañas de madera, en el predio, que se espera estén listas para el motoencuentro que se hace cada septiembre
La histórica ciudad de Diamante, zona antiguamente conocida como Punta Gorda, ostenta el privilegio de contar con unas verdes e imponentes barrancas, un importante tramo del río Paraná y sus generosos brazos de agua y esas calles empinadas y miradores que dejan espiar las vistas que regala el paisaje.
Hebe Uhart a su paso por estos lares, repasaba el pasado e impronta militar de Diamante y en uno de sus relatos trae palabras de Sarmiento -cronista del ejército de Urquiza-, quien la describe como “uno de los sitios más bellos del mundo”. Definición que la autora ratifica: “Y es verdad: el río a esa altura cambia de color, tira a verde, a veces, a rosado. En las noches claras, se ven las luces de Coronda; en la otra orilla, Santa Fe”.
Hacia el norte de esta localidad ubicada a unos 40 kilómetros de la capital entrerriana, está el balneario municipal, hoy rebautizado con el nombre de Complejo Turístico Valle de la Ensenada. Actualmente, la Municipalidad está poniéndolo en valor con la idea de ofrecer más servicios y ampliar la capacidad de alojamiento para los turistas que vienen de visita.
Según informaron desde la comuna, se proyecta construir cinco cabañas en el lugar, pero en esta semana ya comenzaron a levantar las primeras dos. Se trata de una inversión turística que procura sumar más plazas hoteleras a la ciudad, además de una piscina para acercar otra posibilidad a los visitantes.
El camping da sobre una margen del arroyo Ensenada que, si bien ahora está bajo, relaja los sentidos de quien se siente a descansar y tomar mates a su vera. “Vienen de todos lados, hoy tenemos gente acampando proveniente de Buenos Aires, pero también lo ocupan personas de Paraná y alrededores y ciudades vecinas, ya sea para pasar el día o la noche”, dijo Valeria, una de las administrativas del complejo.
Además de contar con una frondosa arboleda, el lugar posee servicio de agua potable, luz eléctrica, proveeduría, asadores, mesas, alquiler de bungalows y sanitarios con agua caliente, así como espacios destinados para la recreación, como fútbol, padel, básquet, paseos en bicicletas y cabalgatas. Con ese abanico de opciones, el predio se presta para disfrutarlo en familia o con amigos. Cargar una hamaca paraguaya nunca está demás, al igual que un libro para tirarse a leer por ahí.
Parque Pre Delta
Quien llega hasta acá debe saber que a unos 8 kilómetros está el Parque Nacional Pre Delta, un tesoro de los diamantinos y los entrerrianos. A cualquier vecino le gusta recomendarlo como un paseo obligado. Es que como toda zona protegida y cuidada, las caminatas por esos senderos imponen aguzar la vista para divisar algo de la biodiversidad que aquí se preserva.
Son en la actualidad, 2.750 hectáreas de reserva natural en la que predominan las islas, arroyos, lagunas y riachos con la influencia del río Paraná, cuyas crecidas y bajantes delinean paisajes en continuo cambio.
Dentro del parque está la Azotea, una barranca natural en la que se pueden encontrar aves como el celestino, el brasita de fuego y el frutero imperial. Si en algunos de esos paseos alguien llega a toparse o descubrir a la brasita de fuego, un diminuto pájaro de unos 13 centímetros de un rojo único, seguro no olvidará esta escapada. Ver ese matiz de rojo, como un punto que destella sobre la paleta de verdes, podemos asegurar, será memorable.
Como dice Uhart –esta narradora nacida en Moreno, fallecida en 2018-, “la perla del parque es la selva: si uno sube las lomadas y entra por unos caminitos estrechos, a cada lado, hay enormes enredaderas y lianas, hiedras de altura gigantesca, el camino está oscuro como si fuera de noche”.
El paseo incluye áreas de lagunas en las que flotan o pasan los vistosos platos de los irupés mientras que en los sitios más altos, se extienden bosques ribereños de sauce criollo, timbó, alisos de río y ceibo. Y en zonas de aguas abiertas conviven patos, garzas, cigüeñas y gallaretas.
En 2016, vale añadir, se designó el Sitio Ramsar Delta e Islas del Paraná a partir de lo cual los Parques Nacionales Pre-Delta e Islas de Santa Fe pasaron a ser áreas núcleo de dicho sitio, hecho que garantiza la protección de uno de los humedales más importantes del país.
La diamantina Valeria, al ser consultada sobre sus lugares y rincones favoritos, no dudó en sugerir la visita al parque nacional. La zona costera y la zona portuaria también fue otra de sus recomendaciones. Será cuestión de agendar.
Los interesados en contar con más información o contar con guía para hacer este paseo incluso en días feriados, pueden comunicarse al teléfono: (0343) 498-3535.
Un camping accesible
El costo de entrada por día al balneario municipal, está en $200 para adultos y $200 por vehículo y $100 para quien ingresa en moto.
En tanto para acampar, el costo es de $300 por adulto, $150 los menores y $ 200 vehículo. Es importante destacar que se puede ingresar con mascotas, aclaró la administrativa consultada.
