Paraná, la que nunca fue fundada, se fue haciendo ciudad de a poco. Los documentos coinciden en que el desarrollo urbano y el progreso fueron lentos y paulatinos.
Ha habido, por cierto, oleadas de impulso y proyección, saltos cualitativos que convirtieron a los intendentes de ese momento en figuras que trascendieron su tiempo. Pero la norma es que la evolución ha sido más bien sosegada y paciente.
Durante el siglo XIX, en calles de suelo natural, aparecieron los primeros tranvías a caballo. Fue una verdadera aventura para la circulación por la ciudad. De todos modos, lentamente fueron sustituidos por los tradicionales tranvías eléctricos, que, a su vez, por el rumbo que suelen tomar las cosas desaparecieron definitivamente en los años ’60.
La foto muestra a los herederos de esos medios de transporte: publicada en febrero de 1948, se advierten en la composición gráfica los primeros colectivos.
Fuente: Colección “El Diario” que se encuentra disponible para la consulta en el Archivo General de Entre Ríos, Alameda de la Federación 222.