martes , 24 diciembre 2024
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La vida a orillas del Paraná

El actual comedor de Eduado “Dardy” Escouboue comenzó siendo una reunión de amigos. Fotos: Juliana Faggi.
Eduardo Escouboue ha transitado casi siete décadas en Puerto Sánchez. Desde pequeño se desempeñó como pescador y la venta de las piezas concluyó en la fundación de “La Peña Dardy”, desde hace 25 años

“Soy de Neuquén y no me puedo ir de Paraná sin, antes, comer pescado en Puerto Sánchez”, afirmó una señora que buscaba dónde almorzar un lunes. Se trata de una calle histórica, un lugar que combina la gastronomía con el paisaje del río, la calma costera y el reconocimiento por ser la fuente de inspiración de diversos poemas, pinturas y canciones. 

No obstante, esto no siempre ha sido así y Eduardo Escouboue fue el impulsor de la creación de los comedores, siendo el suyo el primero y contabilizando un total de 13, actualmente. 

Crecer en la costa 

Todos lo conocen como “Dardy”. Tiene 70 años y desde los siete vive en el emblemático barrio. El entrevistado recordó que comenzó a pescar a temprana edad, por lo que conoce las dificultades que implica el trabajo. “Lo que más me gusta es pescar, vivir en la costa. Antes no teníamos más que un plástico para cubrirnos y no había tantas herramientas, usábamos mojarrero y no había mallas. Hoy se saca en cantidades, todos tienen carpas y motores”, le dijo a Bien!

Lo que más me gusta es pescar, vivir en la costa

Otro de los aspectos que analizó fue la tranquilidad que caracteriza al lugar. “Hay que tener cuidado para evitar el robo de los motores. Antes dejábamos las cosas afuera y no pasaba nada. Hoy hay casas en donde antes pasaba el río; nosotros vivíamos en ranchos precarios, de paja y madera. Ya había gente pero ahora debe haber el doble, por lo que se redujeron los espacios” e insistió en la necesidad de acciones de ampliación del barrio, fundamentalmente destinadas a la gente que visita. 

“De chicos teníamos nuestras propias canoas. Empecé a jugar al fútbol a los 15 años y me iba los fines de semana a pescar a Santa Fe. En 1973 comencé a trabajar en la Municipalidad para dedicarme al deporte”, relató Dardy. Posteriormente, en 1982 compró su actual casa, la cual estaba bajo agua y él debía ingresar en piraguas. “Hoy existen retenciones de agua que antes no teníamos, así que no nos inundamos más. Desde Brasil nos liberan el agua que les sobra y eso nos complica la pesca. Desaparecieron peces grandes como el surubí o el pacú moncho, que la última vez que vino fue en el 83. Hoy vienen de criadero; les dan alimento balanceado, tienen el lomo negro y son gordos por la grasa”. 

Soy el fundador de todos los comedores en Puerto Sánchez

Su peña fue la primera en la zona de Puerto Sánchez, en la que hoy existen 13 comedores.

El surgimiento de la Peña

Eduardo afirmó ser el “fundador de todos los comedores”. La gente de la ciudad lo conocía porque se desempeñaba como cocinero en los clubes. “Hacía pescado frito, marinera y empanadas. Un día, en 1998, un grupo de siete u ocho amigos me propusieron organizar reuniones los martes en mi casa. El lugar nos quedó chico y empezamos a abrir también los jueves. Los vecinos nos prestaban sillas y platos. Había camino de barro así que, cuando llovía, solo se ingresaba caminando. Hoy hay 13 comedores, lo que pasa es que no son todos del barrio y muchos aprovechan que ya es una zona conocida por la venta”, explicó.

Si bien han actuado diferentes músicos en La Peña Dardy, el dueño afirmó que lo principal es la comida y la charla. Actualmente, posee una capacidad de hasta 80 personas y, además del comedor, tiene una pescadería de venta directa al público. Es un negocio familiar, el cual comparte con su hijo, quien lleva el mismo nombre. “La gente pide filet de armado, que es un pescado que sale en verano aunque lo buscan en invierno para las comidas calientes. Muchos quieren boga pero no hay, traemos un poco del Paranacito, pero es más caro. Lo que más sale es el moncholo, conocido como bagre”.

El actual comedor de Eduado “Dardy” Escouboue comenzó siendo una reunión de amigos. Fotos: Juliana Faggi.

Desde hace 25 años tiene al mismo pescador como encargado de proveerle las piezas, que luego cocina en la Peña. “También trabajan sus hijos. Saben que de lunes a viernes, no importa el viento o la lluvia, ellos deben cumplir”. Y reflexionó acerca de la vida del pescador: “Es muy sacrificada, hablo porque anduve y sé lo que es estar en la isla con frío, mojado y poca ropa, esperando sacar algo. Hoy es caro porque el kilo de hilo para la malla vale $12.000 y necesito cinco o seis. Antes nos pagaban 50 centavos por pieza; ahora es por kilo. Me traen 40 kilos todos los días”.

Con sus 70 años de vida, posee la experiencia necesaria para diferenciar cuándo se trata de un buen pescado y cuáles son las épocas más difíciles para quienes se dedican a este rubro. Según afirmó, el verano es la estación más compleja y hay temporadas en las que los pescadores deben trabajar de noche, a diferencia de temporadas como la actual, en la que se puede pescar de día. “Cuando no sale, compro en Diamante, pero nunca me falta el pescado. El secreto de la comida es hacer bien las cosas, darle el gusto justo; pero sin mentir y decir que es boga cuando es sábalo”.

Dardy disfruta de su vida en Puerto Sánchez, barrio que lo vio crecer y que le interesa difundir. Cada día se sienta a tomar mates y a alimentar a los pájaros mirando al río, y recibe amablemente a los comensales, de los cuales muchos son habitués y otros, como la neuquina, concurren al paso ya que se trata de una parada infaltable para quien visite Paraná. 

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