La decisión se adoptó en una causa que investigó a un joven que roció la casa con nafta porque se disconformó con la citación que realizó la jefa de quien era su pareja y posterior denunciante, para que se presentara a trabajar a una dependencia del Estado provincial, fuera del habitual horario de trabajo. Reconoció los hechos en un juicio abreviado cuya sentencia se conocerá después de la feria judicial de invierno
La jueza de Garantías de Paraná, Elisa Zilli, dará a conocer el martes 25 de julio, después de la feria judicial de invierno, su resolución respecto del acuerdo de juicio abreviado que le presentaron ayer el fiscal, Facundo Etienot, y la defensa del imputado LJC, a cargo de Boris Cohen y Pablo Minetti, en la causa que se sustanció por el delito de Coacciones agravadas.
También resolvió prorrogar las medidas de coerción que pesan sobre el imputado hasta el día del dictado de la sentencia, en la modalidad en la que las venía cumpliendo, atento a que se encuentran vigentes los riesgos procesales, especialmente el de entorpecimiento de la investigación.
EXPLICACIONES
Zilli, previo a tomar el consentimiento del imputado, le dio certeras, precisas, concretas explicaciones acerca del instrumento de juicio abreviado y sus alcances. Momentos después, el joven reconoció los hechos, aceptó la calificación legal y dio su consentimiento al monto de la pena, acordado por las partes en tres años de prisión de cumplimiento condicional con la observación de normas de conducta por el plazo de cuatro años. El fiscal informó que la víctima manifestó su conformidad con la salida.
El imputado reconoció que “el 13 de enero de 2023, aproximadamente a las 21, en el interior de la vivienda que compartían, comenzó a recriminarle a quien fuera su pareja que la hayan contactado desde su trabajo -Copnaf- para que se presente en ese momento a cubrir una guardia, para luego, con el propósito de evitar que aquella asistiera a su lugar de trabajo, tomar un bidón que contenía nafta y rociar el líquido inflamable en una pared y el piso del comedor y en el piso del frente de la vivienda mientras blandía un encendedor de modo intimidante”.
Ante una pregunta de la jueza, el fiscal precisó que, si bien de los testimonios surgió que la mujer tenía la ropa rociada con combustible, la pericia que se realizó sobre las prendas exhibió que no tenía registros de aquello.
Etienot destacó la precisión y efectividad del aparato con el que se hacen aquellas pericias. También despejó que de haberse iniciado un foco ígneo, el peligro de expansión de aquel era inexistente puesto que la vivienda no tenía casas vecinas.
Impropia
El fiscal explicó que como agravante de la conducta del imputado, al momento de mensurar la pena, encontró que tanto el bidón con nafta, combustible corroborado por pericia criminalística, y el encendedor, un BIC negro que fue secuestrado y según las pericias se determinó que funcionaba perfectamente, con capacidad de ignición primaria del combustible a utilizar, ambos elementos no fueron diseñados como armas, pero puede aumentar al ser utilizados con fines para los que fueron creados, aumentan el poder agresivo del ser humano, lo que en este caso fue utilizado para coaccionar a la víctima para que realice una acción que no quería, que era ir a trabajar y no quedarse en la casa.
