En un flojo partido, donde tuvo la pelota, pero no fue profundo, el equipo de Rodolfo De Paoli perdió ante Alvarado en el estadio José María Minella. El árbitro Rodrigo Rivero sancionó un penal inexistente a los 32´del PT que Ramírez cambió por gol. El otro tanto fue de Fernández.
Redacción El Diario
Otra vez un dudoso penal sirve en la Primera Nacional para abrir el marcador. Le pasa a Patronato y también a otros equipos. Pensar mal es moneda corriente y el nivel del arbitraje argentino está dejando mucho que desear. En países vecinos como Uruguay o Brasil, el VAR se utiliza en la máxima categoría de ascenso.
Lo cierto es que el equipo entrerriano cayó ayer 2 a 0 ante Alvarado de Mar del Plata, en un partido donde hubo mucha rotación de parte de Rodolfo De Paoli y cambio de esquema. Y en el cual, sin dudas, el arbitraje de Ramiro Rivero fue clave para la apertura en el marcador, en un juego que el Negro tenía controlado.
El partido entre Patrón y el equipo de la ciudad balnearia se jugó en el estadio José María Minella, fue válido por la 24ª fecha de la Zona A de la Primera Nacional y contó con el arbitraje de Rodrigo Rivero.
INICIO PAREJO. El primer tiempo el equipo entrerriano se paró a ser protagonista. Se hizo dueño de la pelota y con esta intentó avanzar en el campo de juego. Sin ser lo profundo que necesitaba para abrir el marcador. El esquema elegido era 4-4-2, con Patrón intentando abrir la cancha y con cinco cambios en referencia al último encuentro.
El Torito de contragolpe se aprestaba a hacer daño. Al minuto la primera clara fue para el equipo de “La Feliz”, pero Ramírez solo definió muy mal. Luego el mismo Ramírez fue el que probó desde afuera y no pudo doblegar a Salvá.
TUVO SUS CHANCES. Pasado el cuarto de hora el Negro complicó a su rival. Domingo primero probó desde afuera y se fue apenas desviado. Luego fue el arquero Lungarzo que logró contener luego de la definición de Levato, que entró bien habilitado.
UN PAPELON. Cuando se jugaban 32´ y Salvá descolgaba un centro tras una pelota parada, el árbitro del juego, Rodrigo Rivero, cobró un penal inexistente, ante un jugador local que entró solo al área, sin marca de jugadores Santos. Como ocurre en Brasil, el VAR tiene que aparecer en la máxima categoría de ascenso.
Ramírez definió cruzado el penal de pierna derecha y abrió el marcador cuando se jugaban 33´. El local se ponía arriba de manera injusta y con un penal que no existió.
CON CHANCES. El tramo final no cambió demasiado. Patrón con el balón, pero sin profundidad. Alvarado con un tiro libre estuvo cerca del segundo pero el remate de Fernández pegó en el trevesaño. En la última del partido Vázquez apareció solo en el área rival y su remate de cabeza no tuvo fuerza, ni precisión.
GOLPE TEMPRANERO. De Paoli guardó a Esquivel para el martes, apostando a la rotación y en su lugar ingresó Novero. El Santo estaba en desventaja pero no rompía su idea inicial para jugar los segundo 45´.
El equipo local, que se paró para contragolpear, a los 5´ avisó con Fernández con una pelota parada y dos minutos después, tras un error de Ghirardello, terminó siendo Fernández quien pondría el 2 a 0.
SIN PROFUNDIDAD. La diferencia amplia hacía las cosas muy cuesta arriba. Patrón cansado, con un desgaste importante y con la cabeza tal vez puesta en el juego del miércoles, no encontraba los caminos y tampoco fuerzas para meterse de nuevo en partido.
Fue hasta el final todo muy monótono, con pocas chances de gol.
Lo único para destacar es que Rodo De Paoli hizo debutar al pibe de 18 años Alejo Miró y que Tomás Cáceres volvió a sumar minuto después de mucho tiempo.
El Negro tiene la cabeza puesta en Botafogo, rival que esta semana llega al Grella.
