Desde niña tuvo entre sus manos instrumentos y el juego un día se hizo profesión. El punto de equilibrio entre pasión y estudio constante es lo que la lleva a brillar no solo en el escenario. Delfina Spais es bajista de Equilátera, banda paranaense que está cerrando una etapa musical y deja abierta una profunda amistad entre sus integrantes
En contacto con revista Bien! Delfina hizo una mirada restropectiva sobre su inicio musical, su presente y sus proyectos.
–¿Cómo fue tu iniciación musical?
–Mi iniciación en la música comienza en el 2003 aproximadamente, donde fui aprendiendo teoría musical y piano, a su vez que mi papá me enseñaba guitarra y se tornaba más un juego el hecho de aprender a tocar canciones en ambos instrumentos. Desde ese momento, nunca dejé de estudiar música y la misma curiosidad y ganas de aprender me llevó a poder ejecutar distintos instrumentos que por tener un papá músico, la tenía a mi alcance en casa.
–¿Cuándo comenzaste a tocar el bajo? ¿Con quiénes te formaste?
–Entre estos instrumentos que había en casa, estaba el bajo eléctrico, que en verdad fue un capricho de mi hermana que también le gustaba curiosear instrumentos. Se dio como un juego y mi manera de escuchar música siempre era con algún instrumento en la mano para tocar encima de las canciones. Así fue como descubrí que me encantaban las bases y mi papá me incentivó a que estudie y aprenda un poco más. Ahí fue donde comencé mi camino con Horacio “Chiro” Ochoa, que me nutrió de conocimiento técnico y me impulsó a meterme en el jazz, bossa, y otros géneros populares.
–¿Cuáles son tus influencias y referentes musicales?
–Mis influencias fueron siempre por la música que se escuchaba en casa, más que nada de mis papás, y sobre todo de mi hermana. Si a ella le gustaba, a mí también. Esto va desde mucho rock nacional de la época de Sui Generis en adelante, hasta folclore y tango por parte de mi papá, y por mi hermana que era bailarina de ballet la música clásica, además de todo lo que iba llegando de rock en inglés. Más de grande, fui explorando por mi cuenta y escuché todo tipo de géneros y bandas y de cada uno encontraba siempre un atractivo que me dejaba cosas que más adelante usaría para las canciones.
–¿Aparte de tocar el bajo, te dedicás a componer ya sea para Equilátera o algún proyecto solista?
–De más chica componía canciones que no mostraba mucho por vergüenza, con mi papá teníamos algunos temas también que armábamos para ocasiones especiales, y más de grande prefería la composición en conjunto.
Disfruto mucho armar líneas de bajo, como en el caso de Equilátera, o líneas melódicas para la voz, y aportar en lo que son las armonías y estructuras de los temas. Me gusta que sea un trabajo en conjunto y ensamblar mundos e influencias distintas para volcarlo en una pieza.
–En Equilátera tenés participación en los coros, ¿te gustaría cantar más al frente en un futuro proyecto?
–En cuanto al canto, me encanta hacer coros y segundas voces pero no voz principal. Disfruto mucho cantar a la par de Dani (Liva) y armonizar con su voz. Pero nunca lo haría sola o como proyecto a futuro.
–¿Cómo llegaste a ser parte de Equilátera?
—Lo de Equilátera se me dio por el 2014, 2015. Cuando me enteré por un amigo en común que estaban buscando bajista. En ese momento no estaba tocando el bajo, estaba más dedicada al violonchelo. Y dije, ¿por qué no? Ahí fue que me pasaron varios temas para que escuche y me encantaron, caí al primer ensayo con todos los temas sabidos y sacados. Y fue una conexión inmediata con mis compañeros. De ahí no dejamos nunca de tocar. Ellos estaban en pleno proceso de grabación del primer disco (KIT), y yo tenía la responsabilidad de grabar los bajos y que a ellos que habían compuesto originalmente los temas les gusten mis arreglos. Así que fue un desafío enorme, además que no tenía mucha experiencia en estudio. Pero fue una de las mejores vivencias y que más disfruté, el proceso de ver una canción armarse poco a poco y ver el resultado final es maravilloso. Y más aún si es con amigos como fue en este caso.
Es nostálgico pensar en un cierre definitivo, pero creo que todo tiene un ciclo y estoy muy feliz por lo que hicimos juntos y sobre todo por dejarlo plasmado en el disco y los recitales que hemos dado.
–¿En lo personal, cómo vivís la etapa de despedida o cierre, lo que puedas contar con respecto al recital despedida que están anunciando desde Equilátera?
–Es nostálgico pensar en un cierre definitivo, pero creo que todo tiene un ciclo y estoy muy feliz por lo que hicimos juntos y sobre todo por dejarlo plasmado en el disco y los recitales que hemos dado. Y la amistad y hermandad sigue intacta y eso es lo que más importa, las relaciones humanas que quedan y nos nutren.
–¿Qué objetivos o proyectos tenés relacionados o no con la música?
–En lo personal, estoy dedicada al estudio del violonchelo y armando mi carrera profesional para poder vivir de eso. Es un camino de mucha dedicación y tiempo si uno quiere abocar su vida laboral a eso. En la música además de tener la pasión hay que equilibrarla con el esfuerzo de la práctica continua y el estudio constante, y realmente es un camino que se disfruta mucho si sentís que es el estilo de vida que querés llevar.
Ping pong 🏓
Un disco: Parte de la religión (Charly)
Una canción: A day in the life (Beatles)
Libro: Lobo estepario
Película: Back to the future
Artista: Jaqueline Dupree
Una foto: Mi hermana Florencia con sus puntas de danza