El Municipio recuperó el emblemático espacio público de calles Laurencena y Nicaragua, en el borde costero. Dentro de un plan integral, la obra puso en valor el patrimonio urbano y natural con los programas culturales del sector, para el disfrute de vecinos y turistas
“Como a miles de paranaenses, nos importa que los chicos crezcan sanos y felices. Para eso es fundamental que cuenten con espacios en donde jugar y encontrarse para aprender y divertirse. Esa es la razón por la que recuperamos las plazas en la ciudad”, explicó el intendente Adán Bahl y agregó: “Lo estamos haciendo con un principio igualador, colocando los mismos juegos, las mismas instalaciones de calidad, tanto en las plazas de los barrios como en las del parque o las del centro de Paraná”.
La plaza Le Petit Pisant es uno de los entornos naturales más queridos por los paranaenses, tanto por su cercanía con la zona ribereña como por la presencia en el lugar de la histórica locomotora, también contemplada en el proyecto por su valor patrimonial y sentimental para varias generaciones.
Ubicada en el extremo oeste de la costanera, la plaza cuenta hoy con una fuente seca e iluminación, una renovada zona de juegos infantiles, distintas zonas de estar y nuevas postas aeróbicas.
El proyecto incluyó la ejecución de solados, iluminación, vegetación y mobiliario, así como también la restauración de la fuente histórica con la figura del Petit Pisant. Las tareas se financiaron con fondos municipales
Historia y presente
La obra de restauración combina el legado histórico con lo moderno, atendiendo la necesidad de rescatar el patrimonio urbano pero también la propuesta cultural de la zona, plasmada en el edificio del Centro de Promoción de Lectura Rosa y Dorada.
Además, a través de la construcción de mandapeatones, se logró la conexión peatonal con el Club Estudiantes y el Parque Canino.