Juan Damián Capdevila es el director del Archivo General de la Provincia desde hace 11 años. Llegó a Paraná en 1986 para estudiar el Profesorado en Historia, profesión que lo acompañó hasta su reciente jubilación. Ha participado en diversos congresos e investigaciones, y es un apasionado por la lectura y el conocimiento.
Están quienes se frenan a leer las placas o a preguntarse quién es el personaje que se materializa en un monumento. Son los mismos que no se conforman con obtener datos aislados y que necesitan los detalles precisos, aprenden los años y requieren contextos para comprender los hechos. Son apasionados por la lectura y por siempre avanzar un casillero en el juego del saber. Juan Damián Capdevila forma parte de este grupo, a quien no sólo le interesa conocer, sino que lucha para que la historia se transmita y es por esto que dejó su Nogoyá natal para residir en Paraná y estudiar el Profesorado en Historia.
El interés por esta disciplina
“Llegué en 1986 y recuerdo que justo el primer día se suspendieron las clases por el fallecimiento del arzobispo Adolfo Tortolo”. Según afirmó el entrevistado, siempre fue un apasionado por la historia, interés que heredó de su familia. Su abuelo era médico pero escribió sobre Nogoyá. Su madre se había formado para ser maestra, pero nunca había ejercido ya que se dedicó a la crianza de sus hijos, aunque “sus dos pasiones eran la lectura y el tejido”. Su padre, quien había huído de la guerra Civil Española, capturaba la historia a través de su profesión como fotógrafo.
El Archivo General de la Provincia existe desde 1880 y posee el Pronunciamiento de Urquiza, el Acuerdo de San Nicolás, censos, cartas y revistas. Damián ingresó hace 37 años y desde hace 11 años se desempeña como director del espacio ubicado en Alameda de la Federación 222. “Trabajaba con Susana Juncos de Cordini, escribíamos en el mecanógrafo. Al inicio quería una fotocopiadora, algo que no se utiliza más para no dañar al documento. Hoy quiero que todo esté digitalizado”.
“Creo que hay que conocer el pasado para comprender el presente. Hay que contextualizar los hechos, entender los procesos, es muy fácil criticar a Rivadavia con una mirada del siglo XXI. La política siempre utilizó la historia como una herramienta. Decir que Paraná cumplió 210 años, es utilizarlo políticamente porque nació en octubre de 1730, tras la creación de la Iglesia Nuestra Señora del Rosario. Es como festejar un cumpleaños cuando te dan el documento. Cuando ya se establece una historia oficial, es difícil cambiarla”.
No obstante, hay cuestionamientos que modifican la mirada acerca de esa historia establecida y ese es el caso del lugar que se le dio a la mujer en los sucesos del pasado. “Es cierto que la mujer debe hacer mucho más mérito que el hombre para aparecer en un libro de historia. Desde el Archivo siempre estamos remando en dulce de leche, cuesta visibilizar, a veces vienen los chicos de las escuelas”.
Recientemente jubilado, está participando en el depósito de la Biblioteca Popular y aún forma parte del Archivo. “Quisiera hacer algún taller de lectura para los chicos, es lo que más me gusta”. El investigador que ha contribuido con la historia entrerriana y nacional, quiere dedicar su tiempo a la lectura y al aprendizaje, para continuar transmitiendo parte de lo que pudo conocer a lo largo de su actividad laboral que, a su vez, forma parte de su pasión.