domingo , 22 diciembre 2024
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Colón: dejarse sorprender por miles de palmeras

En los troncos y copas de las altas palmeras se refugian o anidan cotorras, carpinteros y halconcitos colorados.
La gran cantidad de cursos de agua, así como de reservas naturales y áreas protegidas que tiene esta provincia son su gran orgullo y a la vez, la posibilidad de escapar de los paisajes urbanos. El Parque Nacional El Palmar es apenas uno de esos lugares

El Parque Nacional El Palmar en el departamento Colón, es una extensa área protegida que se recuesta sobre la margen del río Uruguay, ese río de lecho de piedras -más transparente que el Paraná-, que siempre invita al chapuzón fácil cuando asoman los primeros calores o en verano.

Ubicado a un costado de la Autovía Nacional 14, este parque de 8.500 hectáreas, no pasa inadvertido. Los campos y montes de eucaliptus o citrus, que caracterizan esta zona, de pronto se transforman en un conjunto de infinitas palmeras de tipo yatay que copan todo el lugar.

Desde el ingreso, al atravesar los diversos senderos y hasta llegar al río, las palmeras dominan e impactan. Pareciera que repentinamente se hubiera aterrizado en otras latitudes, pero no, es territorio entrerriano.

No sólo es bello contemplar esas estilizadas especies de palmeras que dan unos frutos comestibles dulces, ricos –sobre los cuales se está investigando para aprovecharlos mejor y generar otros productos alimenticios derivados-, sino que también en una parte del predio, se puede ir a acampar.

El camping de este parque es más que precioso, está bien acondicionado y preparado para recibir visitantes de todas las edades y tiene una serie de miradores para divisar las aves y fauna que habitan el terreno.

Los carpinchos no son difíciles de pescar en alguna de esas recorridas. Es importante aclararlo porque muchas veces las áreas protegidas prometen avistaje de fauna que no siempre se deja ver pero en este caso, los carpinchos andan de lo más campantes, se los ve en cantidad y hasta parecen amigables con los turistas que suelen gritar alborozados al cruzárselos.

El dato viene bien para portar binoculares o simplemente una cámara de fotos para registrar el encuentro y luego compartirlo. No obstante sin la foto, la experiencia se disfruta igual.

Es un sitio para recorrer y observar un escenario natural atípico de palmeras pero también de lagunas, selva en galería y playa.

Al haber tanta biodiversidad tampoco es difícil descubrir especies de mariposas raras revoloteando aquí y allá. Si viajan y les toca un día de sol, tendrán garantizado ver una muy pequeña, negra, con lunares blancos, muy pintoresca.

Los ambientes naturales varían entre un tramo y otro, se pasa de un trayecto de bosque, a la selva en galería, un monte xerófilo o semidesierto y los bajos inundables. En las zonas más bajas del pastizal se forman humedales temporarios que es donde se dan cita garzas, jacanas, teros y tortugas acuáticas. En el sector de camping los lagartos overos merodean durante los días calurosos y por las noches, las vizcachas pastorean mansamente en los alrededores de sus madrigueras. Ninguno de ambos ejemplares son para temer, sino para dejarlos ser y hacer lo suyo.

Vida tranquila y campestre, de comidas al fuego y safaris fotográficos, es una opción para salir en familia o amigos y hacer algo diferente, cambiar las rutinas. Los más chicos lo agradecerán, es propicia para inspecciones, aventuras y aprendizajes.

Quien elija este destino para ir de carpa, deberá hacerse la provista correspondiente en Ubajay, tal vez, que es el centro urbano más próximo.

Desde Turismo suelen asegurar que las cabalgatas que se ofertan, son una de las actividades más elegidas para “vivir de cerca las experiencias de la aventura agreste”. Mientras que entre los espacios más atrayentes está “La Glorieta, un sector del parque de singular belleza, situado frente a la seccional de guardaparques, y enarbolado con un gran mirador a más de 80 metros de altura sobre una escarpada barranca que da al río”.

Cargar una bici es ideal para recorrer el parque de una manera divertida y en contacto permanente con la naturaleza a través de un camino plagado de palmeras. Los senderos peatonales son otra de las opciones que permiten llegar a cada rincón de este lugar apreciando árboles, insectos, arroyos y caídas de agua.

Historia

Este Parque Nacional El Palmar fue creado en 1966 con el fin de resguardar la mayor concentración de Palmeras Yatay de la provincia de Entre Ríos. Hoy es un Sitio Ramsar que conserva humedales de importancia Internacional.

Como esta zona ocupó un sitio destacado en la organización jesuítica regional, en un sector con cartelería e información alusiva, se puede caminar entre ruinas y vestigios de esas actividades.

Cómo llegar

Desde Córdoba, Santa Fe o Paraná, se debe tomar la ruta RN 18 y luego la Ruta Nacional 14. Desde Rosario, se llega por el viaducto Rosario-Victoria, RP 26, RP 39 y RN 14.

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