1810
Elección del primer diputado por Entre Ríos
El Cabildo de Concepción del Uruguay, que con fecha 8 de junio se había pronunciado reconociendo a la Junta Revolucionaria que presidía Cornelio Saavedra, se reunió y eligió diputado ante esa Junta al cura vicario de la parroquia, presbítero doctor José Bonifacio Redruello. No conocemos si cumplió o no su mandato y sólo consignamos la fecha por corresponder a la primera elección que se hizo de un diputado en Entre Ríos, representativo de la voluntad de un núcleo vecinal. Redruello al poco tiempo se pasó a los realistas.
1830
Fracasan gestiones para formalizar una liga entre las provincias litorales
En la ciudad de Santa Fe se reunieron Diego Miranda, en representación de Entre Ríos; José María Rojas, de Buenos Aires; Pedro Ferré, de Corrientes, y Domingo Cullen, de Santa Fe, para considerar la formación de una liga ofensiva y defensiva con las cuatro provincias del litoral. Todos estuvieron de acuerdo en formalizar una alianza pero se separaron sin poder obtener que el señor Sojas suscribiese uno de los puntos importantes del tratado proyectado como era el referido a la nacionalización de la aduana de Buenos Aires, por lo cual quedó sin efecto todo lo tramitado.
Estas conversaciones debieron haber facilitado, al año siguiente, la firma del Pacto Federal, sin duda el más importante, aunque igualmente inocuo como otros de los que suscribieron las provincias tendientes a resolver el problema de la organización nacional.
2008
Muere el presbítero Luis Jeannot Sueyro
El padre Luis Jeannot Sueyro, conocido popularmente como el cura gaucho, nació el 20 de noviembre de 1917 en una chacra del Gualeyán, muy cerca de Gualeguaychú. Su padre fue un inmigrante francés de Limoges y su madre, una gallega de Pontevedra. Fue ordenado sacerdote el 20 de diciembre de 1942.
Rosario Tala, Concepción del Uruguay, Ñancay, Maciá, Villaguay, Landa, Costa Uruguay Sur, El Potrero, Cuatro Hermanas fueron algunos de los lugares que recorrió la incansable figura del padre Luis Jeannot Sueyro. Maestro, escritor, caminante, citaba frases o versos de Lugones, Bernárdez, Estrada o Pascal con naturalidad y sapiencia. Gastado de tanto darse, bien lo comparó alguien una vez: físicamente, se parece a la Madre Teresa, y como ella practicó también eso de dar hasta que duela.
Poeta, devoto de la Virgen y organizador de cientos de romerías, enamorado doliente de su Patria, recorrió por años los pasillos del hospital, las clínicas privadas y discretamente se ofrecía para escuchar, rezar una oración, dar lo mejor que tuvo siempre: la Eucaristía.
El cura era calentón y de pocas pulgas para la pavada o la gilada. Así como tenía una enorme y sostenida tolerancia para el que padecía -escribió de él Pedro Luis Barcia, presidente de la Academia Argentina de Letras-.
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