Se está juzgando la muerte violenta de Omar Antonio Mayer. Se hizo un cuarto intermedio. En la audiencia se iba a discutir la prueba que se va producir ante un jurado popular
Defensa manifestó que Fiscalía le ocultó prueba, en la causa que se investiga la responsabilidad de un padre y su hijo en la muerte violenta de un familiar. La medida será hasta hoy a las 11 para que la defensa acceda a toda la prueba y las partes puedan avanzar en acuerdos probatorios mínimos. Fiscalía negó el señalamiento.
Roberto Carlos Goro, de 46 años, y su hijo, Víctor Ezequiel Goro, de 24 años, están imputados del delito de Homicidio simple agravado, en calidad de coautores, en relación a la muerte de Omar Antonio Mayer, que tenía 30 años cuando perdió la vida el miércoles 9 de septiembre de 2022, tras recibir cuatro heridas de arma blanca en el tórax. Las teorías del caso en disputa son: homicidio simple o legítima defensa. La víctima era sobrino y primo, respectivamente, de ambos imputados.
Cuarto intermedio en audiencia por la muerte violenta de Mayer.
La jueza del Tribunal de Juicio y Apelaciones de Paraná, Paola Firpo, como jueza técnica del juicio que se realizará ante un jurado popular, resolvió ayer pasar a un cuarto intermedio hasta hoy a las 11 para que la defensa de los imputados tenga garantizado el acceso a toda la evidencia producida en la investigación, para poder reanudar la audiencia. El antecedente del cuarto intermedio fue que la defensa, que se mostró muy determinada, sostuvo que no pudo acceder a toda la evidencia, por lo que no iba a acordar determinadas situaciones.
La teoría del caso de Fiscalía consiste en que el miércoles 9 de septiembre de 2020, Goro padre mantuvo una pelea con su sobrino, dentro de la casa en la que ambos convivían con la madre del acusado y abuela de la víctima, en calle Claudio Fink, en Paraná. La pelea –que Fiscalía dice que fue a golpes de puños y la defensa que fue con armas blancas que portarían víctima y acusado- se trasladó a la calle. Allí, Goro habría portado dos cuchillos con los que habría agredido a su sobrino, agresión a la que se sumó su hijo. Como consecuencia de las lesiones que sufrió, Mayer falleció el mismo día, alrededor de las 23 en el hospital San Martín.
La teoría del caso de la defensa, a cargo de Alberto Salvatelli y Natalia Salvatelli Cardoso, le pone grises a la supuesta claridad de la acusación, contextualiza los hechos, duda de las evidencias que expuso el fiscal Cristian Giunta. En este sentido, si bien acordó que la pelea comenzó dentro de la casa de la madre de Goro y abuela de Mayer, no lo hizo respecto de que fue con golpes de puños sino que sostuvo que ambos estaba armados con armas blancas.
En el mismo sentido, no acordó con que al hecho lo vieron muchas personas, entre los que eran mayoría familiares y amigos de ambos. La defensa señaló que hay pocas personas citadas como testigos porque fueron pocos los que habrían observado el hecho. También cuestionó que el joven Goro se haya incorporado “violentamente” a la pelea entre su padre y su primo. Así, se preguntó qué conducta se podría esperar de quien ve que están agrediendo a su padre, que está ensangrentado en medio de una pelea con una persona más de diez años más joven y que lo doblaba en peso y contextura física.
Pintado
Salvatelli y Salvatelli Cardoso son conocidos por sus formas respetuosas respecto del proceso y sus operadores. La disputa con el fiscal por el acceso a fotos, videos y audios que forman parte de las evidencias para poder avanzar y formalizar los acuerdos probatorios y de los que, según manifestaron ayer, no tuvieron acceso, los mostró en una faceta que no se les conocía. Salvatelli sostuvo que “como defensor me he sentido pintado” y Salvatelli Cardoso interpeló al fiscal preguntado “¿por qué esconden la prueba?”. El fiscal exhibió unos mails con los que se informó a las defensas, negó haber negado la evidencia y le entregó un nuevo pendrive con las medidas y pruebas adoptadas.
