Fue baleado cuando salía de un encuentro político partidario en Quito, con vistas a las elecciones del 20 de agosto.
El candidato por el Movimiento Construye y asambleísta nacional Fernando Villavicencio fue asesinado a tiros a la salida de un mitin que había liderado en el coliseo del colegio Anderson, en la capital ecuatoriana.
La noticia de su muerte fue confirmada por otro candidato presidencial, Otto Sonnenholzner, y otros participantes del cónclave que había encabezado Villavicencio. Herido de gravedad, lo llevaron a la clínica de La Mujer, donde murió.
El ataque se produjo alrededor de las 18 y fue a mansalva. Lo efectuó un grupo de sicarios, que abrieron fuego indiscriminadamente contra los asistentes.
Un video registró el atentado y se difundió de inmediato por las redes sociales. Se ve que todos se tiraron cuerpo a tierra, pero el disparo mortal contra Villavicencio se lo efectuó directamente un hombre de baja estatura.
Villavicencio había denunciado un pacto entre el correismo y el Gobierno de Guillermo Lasso, “justo” en momentos en que la solicitud de juicio político al jefe de Estado “no cuajaba” en la Asamblea Nacional, además de una “cacareada” interpelación en contra de Juan Carlos Holguín. “El Ecuador es un territorio de impunidad”, según sentenció entonces.
Poco después del hecho, Lasso prometió que el crimen no iba a quedar impune.
Medios locales habían informado más temprano que Villavicencio, un ex legislador que contaba con una intención de voto del 7,5%, había sido atacado a disparos en un acto de campaña en Quito.
“Indignado y consternado por el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio… Por su memoria y por su lucha, les aseguro que este crimen no va a quedar impune”, dijo Lasso en la plataforma X.
“El crimen organizado ha llegado muy lejos, pero les va a caer todo el peso de la ley”, agregó.
Asimismo, Lasso aseguró que el Gabinete de Seguridad se reunirá de manera urgente.