El imputado tendrá un juicio por jurados por tres hechos. El más grave fue cobrarse la vida de otro hombre. En este caso, las hipótesis en pugna son: homicidio o legítima defensa.
El proceso que enfrenta Silvio Raúl Martínez, ex penitenciario de 43 años, por los delitos de Homicidio agravado por el uso de arma de fuego y Homicidio agravado por el uso de arma de fuego, en grado de tentativa, dos hechos; y los dos legajos por los delitos de Lesiones y Amenazas, entró ayer en la recta final. Según se informó, será juzgado ante un jurado popular a partir del 26 de septiembre. El 27 habrá nuevas testimoniales, se acordaron 28 testigos, de los que algunos declararán por los tres hechos. El 28, los alegatos y el veredicto.
Martínez es defendido por Boris Cohen y Héctor Toloy. La acusación pública está en manos de los fiscales, Laureano Dato, que lleva el legajo por el delito más grave, y Melisa Saint Paul, que impulsa los dos restantes. El juez técnico es el vocal del Tribunal de Juicio y Apelaciones de Paraná, Gervasio Labriola. Ayer, el juez resolvió prorrogar la prisión preventiva en la modalidad de arresto domiciliario, tal como la venía cumpliendo Martínez por el acuerdo entre fiscales y defensores, por 90 días o hasta la realización del juicio y el veredicto, lo que suceda primero.
El hecho más grave que se le imputa a Martínez es la muerte de Lautaro Maximiliano Raúl Bertoldi y el intento de homicidio de Alexis Dante Leonel Mildenberger, ocurridos el 5 de febrero de 2022, alrededor de las 14.30, en un confuso incidente en el que el hijo de cinco años del imputado sufrió una grave lesión en el cráneo. Según Fiscalía, el acusado disparó con un arma calibre 9 milímetros que aún no fue hallada, contra cuatro personas que fueron en un Fiat Uno a buscarlo a su casa, ubicada en barrio Las Chacras, en la zona de Avenida Circunvalación y Avenida Almafuerte, en el este de Paraná, por problemas de vieja data que no ventilaron aún.
La defensa sostuvo que Martínez actuó en legítima defensa para proteger a su familia. Añadió que las víctimas fueron hasta la casa para agredirlo. En aquel contexto, resaltó, el hijo de seis años del acusado sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le produjo fractura de parietal. Los defensores también destacaron que en la vivienda del acusado estaban sus padres mayores. La defensa también rechazó la acusación por Lesiones y Amenazas. En estos legajos directamente negaron que los hechos ocurrieron. Fiscalía lo acusa de que el día anterior al incidente con Bertoldi y Mildenberger, en la plaza del barrio agredió con balines de acero arrojados con una gomera a un hombre con el que mantendría una disputa por un inmueble.
PROCESO. Comenzó con situaciones que elevaron el nivel de litigiosidad de las partes. El deceso de Bertoldi, el 2 de agosto de 2022, seis meses después del hecho y dos días después de que la jueza de Garantías, Paola Firpo, elevara el caso a juicio por homicidio en grado de tentativa a solicitud de Fiscalía porque la Investigación Penal Preparatoria (IPP), cambió el rumbo del proceso. Así, el conflicto jurídico y la intransigencia de las partes comenzó a acentuarse.
Con el nuevo acontecimiento, Fiscalía reformuló el hecho y la defensa señaló que su reformulación y la incorporación de evidencia al legajo de Fiscalía, a partir de la muerte de la víctima, cuando la causa ya fue remitida a juicio por jurados, era improcedente y quebrantaba la garantía de la defensa en juicio, el debido proceso y los principios non bis in ídem y de congruencia.
CONFLICTO. Escaló y llegó en apelación ante el mismo Labriola, que resolvió decretar la nulidad de las actuaciones y su remisión al Juzgado de Garantías para realizar los actos procesales y hacer una nueva remisión a juicio. En la audiencia de ayer, solo la voluntad de las partes, alimentada por las sugerencias y señalamientos de Labriola, hicieron posible una audiencia que se desarrolló con profesionalismo.