Para la rica historia del rugby provincial, agosto fue un mes que supo calar hondo a lo largo de los años. A propósito del título obtenido por el CAE el fin de semana que pasó, vale resaltar distintos sucesos que fueron marcando un camino.
Para entender el presente hay que comprender el pasado, dicen. En consonancia con el valioso título registrado por el Club Atlético Estudiantes el fin de semana pasado, cabe resaltar que agosto ha sido un mes que justamente dejó gratos recuerdos en la memoria del rugby entrerriano, con hechos que forjaron su porvenir y el de la institución precursora en la provincia, como el CAE.
En agosto de 1934 sucedieron hechos vitales que marcaron a fuego el rugby a orillas del Paraná. Episodios que aún por estos días, a 89 años de su desarrollo, continúan siendo evocados.
Aunque el CAE fue fundado el 5 de mayo de 1905, recién en la década del ‘30 empezó a transitar el camino del deporte de la ovalada. El carácter profesional que fue tomando en el país el fútbol, deporte de sus orígenes, hizo mudar la ideología amateur Albinegra hacia la práctica del rugby, que desde aquel entonces no paró de crecer.
El recordado paranaense, Dr. Raúl Lucio Uranga, fue un artífice clave en esa faceta y según contaban quienes disfrutaron de aquellos días, el por entonces teniente del ejército Jorge Rodríguez Zía, revolucionó al tiempo la capital entrerriana al traer la primera pelota y dar charlas sobre un deporte que hasta el momento, era desconocido en diferentes partes del país.
Al poco tiempo, Estudiantes ya contaba con un sólido Plantel Superior que –tal dan cuenta los registros– llevó adelante con triunfo un 19 de agosto de 1934 en Santa Fe, su primer cotejo de práctica, ante el equipo principal del Colegio de la Inmaculada Concepción de María. Hoy, el Club de Rugby Ateneo Inmaculada (CRAI). Esa formación paranaense, estuvo compuesta por Greenwood, De Felipe, Eguiguren; Queller, Panutto; Rodríguez Zía, Weldford, Rodríguez Vagaría; Uranga; Tessi Zeitúm; Jhonson, Barbagelata, Scheeparsrd y Royle (estos dos ingleses) y Pedro Gallino.
A partir de esa fecha y en distintas oportunidades que ambas instituciones se miden, suele ponerse en juego a modo de homenaje, la “Copa Rodríguez Zía”.
EL PUNTAPIÉ
El primer partido oficial para Estudiantes, no tardó en llegar luego de un ascendente comienzo y fue un hecho que marcara un antes y un después para el rugby entrerriano. Se dio a menos de dos semanas de ese amistoso ante Inmaculada. Tuvo lugar en Paraná, el 30 de agosto de 1934 y se dio frente a Universitario de Rosario. Ese día, unas cuatro mil personas colmaron la cancha del Parque Urquiza, en lo que significó todo un evento deportivo y social para la ciudad. La victoria quedó en manos de la escuadra rosarina, por 20-0. No obstante, la conquista absoluta fue del deporte.
Para el CAE, alinearon: Greenword, De Felipe y Eguiguren; Queller, Panutto; Pastrana, Welsford, Rodríguez Zía; Uranga, Tessi Zeitúm; Gallino, Barbagelata, Jhonson; Royle y Martínez. En el complemento habían ingresado Sheppard, Brugo, Bacigalupo, García y Ward.
La paradoja del destino, fue que del lado entrerriano jugó Raúl Uranga y por parte del conjunto rosarino estuvo Carlos Sylvestre Begnis. Para 1962, ambos, ya muy amigos, inauguraron las primeras obras del Túnel Subfluvial Hernandarias -que se inaugurara siete años más tarde-, erigidos coincidentemente como gobernadores de Entre Ríos y Santa Fe, en cada caso, en una nueva muestra de unión entre ambas provincias, con una marcada proyección nacional, cuyo legado todavía perdura y lleva de hecho, sus nombres.
Desde esa temporada, el CAE empezó a actuar oficialmente en Rosario y de 1949 a 1953, lo hizo con la denominada “Primera Porteña”, en Buenos Aires. En su primera incursión en terreno bonaerense, culminó ni más ni menos que en el tercer puesto.
El 14 de agosto de 1928 había sido fundada la Unión de Rugby de Rosario y en 1948, la Unión de Rugby del Río Paraná -antecesora a la Unión Santafesina que se fundó el 3 de agosto de 1955- en cuyos torneos participaron clubes de Santa Fe junto a Estudiantes, sumándose en 1950 dos nuevas entidades afiliadas: el Paraná Rowing Club y el Club Colegiales de Diamante.
UN HITO
Para muchos fue el partido más trascendental que se disputara en Entre Ríos. Sucedió el 24 de agosto de 1949 y fue protagonizado por Estudiantes y Francia, bajo la atenta mirada de algo más de cinco mil almas que se dieron cita en calle Los Vascos.
El seleccionado galo llevó a cabo en la capital entrerriana el séptimo encuentro de su gira de nueve choques oficiales por Sudamérica y cantó victoria por 14-0, luego de un reñido primer tiempo que concluyera igualado 0-0.
El equipo entrerriano, dirigido por Raúl Uranga, formó aquella tarde con: Borches, Rabuffetti, Kaufman; Caíno (capitán), Arcioni; Benavente, Fonseca, Ferrer; Torné, García; Rodríguez Gurruchaga, Gómez, Luján, Castello y Avellaneda.
En tanto, de su periplo por Argentina y Uruguay, Francia se retiró invicto. Y como si eso fuera poco, con pretensiones de llevarse a Matías Avellaneda, el mejor del Litoral.
Matías Antonio Avellaneda había nacido en Paraná el 31 de julio de 1925 y fue el primer entrerriano en vestir la camiseta del seleccionado argentino de mayores. Con el representativo nacional, el ‘Gringo’, como se lo conocía en el ambiente, disputó cuatro partidos, entre 1948 y 1951.
Todos los juegos fueron en Buenos Aires. En dos ocasiones ante la Universidad de Oxford & Cambridge, el 29 de agosto de 1948 y el 5 de septiembre del mismo año, con sendas derrotas, por 17-0 y 39-0. Asimismo, fue parte del elenco de la UAR que chocó con victorias frente a Brasil (72-0) y ante Chile (13-3), el 13 y 16 de septiembre de 1951, respectivamente.
El recuerdo de Avellaneda, también, todavía está latente, al igual que todas aquellas gestas de agosto, llenas de emociones que trazaron un camino que hoy, recorren más de tres mil protagonistas, en ambas ramas y distintas categorías en toda la provincia.