Patronato perdió en su casa 2 a 1 con Defensores de Belgrano.
A falta de ocho fechas para terminar la Primera Nacional, el equipo de Paraná está muy lejos de la clasificación. Ayer arrancó ganando con tanto de Nazareno Solís al cierre del primer tiempo. La visita lo dio vueltas con tantos de Salto y Ceratto. Gastón Monson Brizuela fue el árbitro.
Patronato jugó mal, aunque estuvo en ganancia en el partido, terminó perdiendo 2 a 1 con Defensores de Belgrano y se aleja del objetivo de clasificar al Torneo Reducido para jugar por el segundo ascenso.
El partido entre equipos Rojinegros se disputó ayer por la tarde/noche en el estadio Presbítero Bartolomé Grella y fue válido por la fecha 30 de la Zona A de la Primera Nacional. El juez del encuentro fue Gastón Monson Brizuela.
Patronato se puso en ventaja a los 46´ de la etapa inicial, en la única chance clara que tuvo en el partido, por intermedio de Nazareno Solís. La visita lo empató en el arranque del complemento por intermedio de Claudio Salto y a falta de diez minutos apareció Maximiliano Ceratto para dar vuelta el marcador.
INCÓMODO. El partido arrancó con el equipo de Rodolfo De Paoli queriendo manejar la pelota, buscando movilidad. El equipo adversario proponía jugar de contragolpe, cerrado bien atrás y apostando al juego directo. El Santo no encontraba el juego que pretendía y el inicio era incómodo.
Estaba con dudas Patrón y por eso las primeras insinuaciones fueron de la visita, que cada vez jugaba más lejos de su arco y cerca de Salvá. La primera respuesta del Negro fue a los 11´ con un remate de derecha de Solís, que no complicó a Petruchi.
MEJOR PATRÓN. Pasando los 20´ el equipo dueño de casa se hizo del balón. Comenzó a jugar en campo adversario y arrimó peligro. Fueron varias pelotas paradas para Patrón, que careció de profundidad, pero sin dudas atravesó su mejor momento del partido.
ORDINARIO. Lo bueno duró poco para Patrón y el partido se volvió ordinario. Ambos elencos carecían de claridad, la pelota volaba mucho y la publico se aburría. En Patrón no aparecían los jugadores claves y quienes tocaban mucho la pelota eran los jugadores encargados de la recuperación. Arce, Valdez Chamorro, Solís y Pereyra no estaban claros y eso le daba tranquilidad al Dragón, que estaba cómodo en la cancha.
LIGÓ Y MARCÓ. Patrón no había jugado un buen primer tiempo. Pero en la última apareció un premio impensado. El equipo de Rodo De Paoli, que tantas veces a tenido a la suerte esquiva, esta vez la tuvo a favor. Pereyra por derecha aprovechó un pase de Geminiani para imponerse ante su marca, envió un centro al área que se fue cerrando y se estrelló en el paló. Solís, quien apareció para mandar el balón al fondo de la red, cuando el reloj marcaba 46´.
EMPATÓ RÁPIDO. Patón salió con cambios. Adentro Barinaga y Cáceres; afuera Vázquez y Arce. El Negro no había jugado bien en los primeros 45´ y necesitaba cambiar.
El rival también modificó cosas. Ceratto ingresó por Moyano y encontró el camino al empate. Fue de entrada, a los 2´, desbordando por derecha y habilitando a Salto, que pateó desde afuera, fuerte y cruzado para marcar el 1 a 1. Nada pudo hacer Salvá. Ahora a remar nuevamente.
LO BUSCÓ CON GANAS. Los primeros minutos tras el gol, fueron de shock para los entrerrianos, que luego se instalaron a jugar en campo rival y pudieron arrimar algo de peligro. A Patrón, como en todo el partido, le faltaba presencia en el área rival. Había ganas, se corría, se jugaba, pero no se era profundo y costaba mucho poder desnivelar.
La visita se agazapó. El Dragón se paró para jugar de contragolpe y así generaba más peligro. Salvá tuvo que aparecer a los 12´ y Aguirre a los 25´ se perdió el segundo.
PEGÓ OTRA VEZ EL DRAGÓN. A falta de diez minutos para el final del partido, Defensores de Belgrano armó una jugada fantástica por derecha. Tocaron de primera y lograron dejar a Ceratto mano a mano con Salvá. El chileno fue la figura del partido y no falló. Dejó en el camino al arquero y definió con el arco a su merced.
Patronato en el cierre mostró su carencia de peso ofensivo. Llevó la pelota a campo visitante, pero no generó peligro y de contra quedó expuesto al tercer. Mucho por trabajar y casi sin margen de error.