Villa Clara se prepara para su 3ra. edición de la Fiesta de la torta frita y el mate cocido que tendrá lugar el próximo 10 de septiembre. El encuentro, además de recitales y feria de artesanos, tiene el atractivo de un singular concurso de tortas fritas que beneficia a las instituciones locales.
Salir a probar las mejores tortas fritas puede ser una excelente excusa para salir de viaje por las rutas entrerrianas. En Villa Clara, pequeña localidad del centro de la provincia, en el departamento Villaguay, a unos 170 kilómetros de Paraná, organizan la 3ra. Fiesta de la torta frita y el mate cocido. Según informaron desde el municipio, ya tienen todo listo para recibir turistas de distintos puntos, para la jornada del domingo 10 de septiembre en el Paseo de la Estación.
Además de contar con una importante y variada cartelera musical, se realiza como en cada edición, un certamen muy particular, sobre todo porque tiene un componente de solidaridad y ayuda a las instituciones de bien público de la ciudad anfitriona. El concurso en cuestión “consiste en que varias parejas de cocineros que representan a una institución de bien público de forma secreta, hagan una torta gigante utilizando un kilo de harina, grasa, agua y sal a gusto. Quien resulte ganador se llevará el 30 % de lo recaudado en una entrada voluntaria, y la institución que representa, el 70 %”, explicaron.
Entre los requisitos para participar del concurso de la torta frita está el de hacer el amasado a la vista del público.
Los interesados en anotarse pueden inscribirse previamente, de lunes a viernes de 8 a 12 en el Área de Cultura que funciona en la Biblioteca Municipal o bien llamar por teléfono a (3455) 459490. Por lo tanto, se puede asistir a partir de las 14 al Paseo de la Estación para degustar las tortas fritas gigantes o bien concursar en nombre de alguna institución del lugar.
Por otra parte, habrá un escenario para la actuación de artistas locales, los Fiesteros del Norte, Juan Manuel Bilat y otros artistas a confirmar en próximos días.
En paralelo, se podrá disfrutar de los stands de la feria de artesanos de la zona.
Tradición
La iniciativa comenzó con una prueba piloto, al salir de la pandemia. Previamente se venían haciendo actividades culturales y recreativas para los más chicos, durante las vacaciones de invierno, que culminaban con una merienda de chocolate caliente, té y mate cocido. Pero la última opción resultaba la más elegida y entre una factura y una torta frita, siempre se elegía la segunda.
Así fue perfilándose este festival que fusiona dos costumbres criollas.
En la edición del año pasado, se sumaron 8 parejas de la ciudad para competir por el título de la mejor torta frita.
Se trata de una festividad que no se suspende por lluvia, sino todo lo contrario, en ese caso, las tradiciones se potenciarán. Pues como es costumbre en casi toda Latinoamérica, ni bien caen unas gotas, en el aire ya se siente olor a tortas fritas que sale de alguna ventana e inunda toda la cuadra. Podría decirse que hacer y comer torta frita en días de lluvia es casi un clásico que se remonta a la época de la colonia, dicen los entendidos.
Historia
Villa Clara, cabe recordar, forma parte del circuito histórico de las colonias judías. A pocos kilómetros están otras localidades que también integran ese recorrido, como Ingeniero Sajaroff, a 17 km., Villaguay a 22 km. o Villa Domínguez, a 29 km., y un poco más lejos, 60 kilómetros, Basavilbaso, entre otras. Cada uno de estos rincones de la provincia, conservan el legado, costumbres y hábitos heredados de aquellos primeros colonos que desembarcaron en esta región. En cada una de estas ciudades emblemas de esa colonización, hay museos, sinagogas, bibliotecas populares, cooperativas, escuelas y cementerios que dan cuenta de los apellidos que dieron vida a estos pueblos.
Villa Clara, por caso, lleva el nombre de la esposa del Barón de Hirsch, Clara Bischoffsheim. Hirsch fue este filántropo judío alemán que patrocinó la emigración judía a gran escala hacia la Argentina. El museo local reúne un importante patrimonio de objetos ligados con la inmigración judía, la vida cotidiana y religiosa, documentos históricos.
Como se sabe, Entre Ríos fue protagonista privilegiada de un proceso iniciado a fines de siglo XIX y comienzos del XX, cuando miles de inmigrantes judíos dejaron atrás la persecución y el miedo, para proyectarse en un proyecto de trabajo en una tierra que prometía prosperidad.
Así, Villa Clara y las colonias que la rodean, valen como destino para pasarla bien en la fiesta de septiembre o bien para detenerse y conocer los rastros de su rico pasado.
