Lo bello, lo bueno, lo útil, lo necesario, lo deseable son nociones que pululan la vida en torno al arte en la película En Corps. Belleza incluso en el transcurso de hallar la alternativa a lo esperado y planeado, para descubrirse distinto y nuevo.
Victoria Elizalde / [email protected]
Un paso adelante, Rise, En movimiento son algunas de las traducciones del título original en francés con las que se conoció, en distintas latitudes, la película de esta semana. Con gran habilidad en el género musical – dramático, los realizadores ponen a disposición un contraste cultural que atraviesa la danza en la Francia actual. Entre escenarios palaciegos y rústicos-campestres jóvenes desventurados (tal vez) se hacen preguntas sobre el futuro propio y lo que amerita correr el riesgo.
Cómo empieza la historia
En el Théâtre du Châtelet, Élise (Marion Barbeau), la bailarina principal de la compañía, espera tras bambalinas su entrada para interpretar La Bayadère en tres actos. Se besa con el intérprete masculino con el que está saliendo, mientras también él espera su entrada. Se separan y ella se dispone a los retoques de maquillaje y vestuario, pero segundos antes de su ingreso al escenario ve a su pareja besándose con alguien más. Sin poder asimilar lo que está viendo sale a su acto, y antes de terminar la presentación algo sale mal. Un segundo de distracción, un simple pensamiento inoportuno, le cuesta lo que podría significar el final de su carrera. Élise, con 26 años, se enfrenta a una grave lesión y a la necesidad de reinventarse, con un miedo punzante que la deja preguntándose si tendrá que olvidar aquello que más ama hacer, y si acaso su padre tenía razón y debió dedicarse a una profesión más formal. ¿Cómo se hace para empezar de nuevo? No hay posibilidades sólidas pero su sanación física y su renovación psicoafectiva, irán entrelazadas hacia horizontes inesperados.
Arte en escena
La película tiene su fuerte en las interpretaciones vehementes de los bailarines y actores (especialmente de la protagonista que, en efecto, es bailarina del Ballet de la Ópera de París), el cuidado y sugerente arte fotográfico como bastión al igual que una soberbia banda sonora de amplio rango con momentos C. Monteverdi, J.S. Bach, F. Chopin, Ludwig Minkus y Hofesch Shechter (quien también oficia de compositor contemporáneo, coreógrafo, productor y actor en el film). El guion no brilla pero fluye y se las ingenia para poner en cuestión la univocidad de la medicina occidental, la rigidez y los estereotipos del ambiente de la danza clásica y rehúye tanto de la victimización como de la figura del héroe (excepto por algunas líneas aleccionadoras que pudieron haber esquivado) para evocar una protagonista que no le teme a la búsqueda ni a la apuesta (aunque tampoco niega sus miedos e inseguridades). Los pasajes cómicos (bien llevados en su mayoría por actores secundarios) van de sutiles a casi desencajados, pero en su justa medida y momento preciso logran descontracturar con situaciones cuasi irrisorias.
Como párrafo aparte hay que destacar la presentación inicial que no escatima en efectos digitales, anticipando cierto choque cultural y la incertidumbre en lo que prosigue, pero queda la duda (sin negar ni dejar de agradecer algunos de los riesgos que asume) si no pudo pasarse tal vez un poco del clima general del largometraje. A consideración.
Destellos en el camino
En su lado del género dramático, con una construcción un tanto básica, se deslizan algunas puntuales y breves críticas a la mirada cosificante sobre la mujer y pone sobre el proscenio también contrariedades de las sensibilidades masculinas en la relación paterno filial entre una hija bailarina y su padre escritor, que encarna una postura muy férrea y sesgada sobre lo que es cultura con mayúsculas y aquello en lo que sí vale la pena invertir el tiempo.
Lo mismo con el desamor y esa suerte de incertidumbre, de “entre”, en el cuál lo que no pasó tal vez pueda pasar más adelante (o no). Pero cabe destacar la apuesta sobre el valor de lo afectivo y relacional en el bienestar físico (y su inversa, por supuesto) y la sugerencia de la posibilidad revitalizante de un cambio de aire en contacto con la naturaleza un tanto alejada, donde las costumbres se reacomodan en escenarios nuevos y tan acogedores como chocantes a la vez.
La película es recomendable para amenizar un momento sin exigencias y muy recomendable para los amantes de la belleza en la música, las danzas y la fotografía.
FICHA TÉCNICA
En corps
Género: Drama, Comedia, Danzas
Dirección: Cédric Klapsich
Año: 2022
País: Francia
Duración: 117 minutos
Plataforma: Apple TV · Prime Video
Clasificación: + 16 (Desnudo)