Con la proyección inaugural de Los delincuentes, de Rodrigo Moreno, la 5ta edición del Festival Internacional de Cine de Entre Ríos se propone como una muestra contrahegemónicos sobre cómo consumir y disfrutar de la industria cultural. A la vez, es la punta del iceberg de una política de Estado que tiende al desarrollo de la industria audiovisual provincial.
Paraná, 5 de septiembre de 2023. Si se aprecia bien, desde los enormes ventanales de la planta alta del Centro Provincial de Convenciones puede distinguirse el reflejo que el río le devuelve a la ciudad que acuñó su nombre. Sin embargo, aunque debajo del espejo fluvial habrá también vigilancia, el gran ojo de pez que comenzaba a abrirse era el del signo del Festival Internacional de Cine de Entre Ríos. Ante un marco de gran expectativa, con una enorme afluencia de público, se ponía en marcha la 5ta edición del Ficer. La película seleccionada para la apertura de una programación de cuatro días fue Los delincuentes, de Rodrigo Moreno (Buenos Aires, 1972). El metraje había participado en la competencia de la sección Un certain regard, en la última edición del festival de Cannes. De manera gratuita, al igual que durante todas las proyecciones, el Ficer lo ponía al alcance del público.
La apertura
En el preludio a la proyección, estuvieron presentes representantes del gobierno provincial y los discursos de rigor. En sentido, la secretaria de Cultura de la Provincia Francisca D’Agostino eligió resaltar que la 5ta edición del Ficer representa una importancia especial por dos razones. Por un lado, dijo que “es importante porque es la última edición de esta gestión, que es la creó el festival”. Además, agregó: “durante estos 5 años, (el festival) ha crecido, se ha fortalecido, ha crecido en público y en producciones. Pero, sobre todo, se ha convertido en una política de estado, que estoy segura que va a trascender las gestiones y los gobiernos”. En este sentido, D’Agostino valoró la decisión política del Gobernador Gustavo Bordet y el impulso de la ley de fomento audiovisual. En cuento al otro motivo de importancia, se refirió al festival en el marco de los 40 años desde el regreso de la democracia en Argentina. Destacó la importancia del aporte del cine en la construcción de la memoria colectiva y argentina.
En segundo lugar, decidió resaltar la importancia del festival en el marco de los 40 años desde el regreso a la democracia. “En estos tiempos, donde se reabren en nuestra sociedad algunos debates que creíamos cerrados, nos damos cuenta del gran aporte que hizo el cine nacional en la construcción de la memoria colectiva. Y nos damos cuenta de que como estado tenemos que llevar acciones de una memoria activa todos los días, para seguir construyendo eso para las nuevas y las futuras generaciones”.
Por su parte, el gobernador Gustavo Bordet también eligió expresarse en un sentido similar. “Son momentos en los cuales se habla fuertemente de que todo tiene que quedar librado al mercado, y con ese criterio solo podrían realizarse producciones de aquellos que consigan fondos para hacerlo o tengan los recursos. Esto, obviamente, dejaría marginado a muchísimos productores y actores que se quedarían sin trabajo. Porque, si el mercado regula, las producciones serían todas extrajeras. Entonces, creo que en estos tiempos estas son las cosas que hay que ponerlas en valor y defenderlas. Defender nuestra industria nacional argentina es una tarea de todos”.
Además, el gobernador agregó: “Si uno mira lo que se está proponiendo, quizás no sea la censura, pero una forma de limitar las producciones y dejarlas librada al mercado sin dudas es censurar a muchos productores y actores que no van a tener la posibilidad de trabajar”.
Tiempo y consumo
Cuando los discursos de rigor concluyeron y las luces se apagaron, la pantalla se encendió. Los delincuentes, de Rodrigo Moreno, iluminó la apertura. El filme narra las historias de Morán y de Román, dos empleados de un banco que un día deciden robarlo. El relato audiovisual empieza con una pieza sonora de Piazzolla y la secuencia de un hombre que inicia su rutina para ir al trabajo. Bajo un destacado trabajo de fotografía, y aunque en una trama que desarrolla en el presente, se aprecian ciertos elementos que remiten tanto cine policial noir como a las narraciones de Roberto Arlt de la Buenos Aires de los años 30. El argumento tras el crimen expone la problemática que la película busca explorar. Es que, pudiendo llevarse más dinero, el ladrón elige robar solo la cantidad exacta equivalente a la cantidad de años de trabajo que le restan para jubilarse. El trabajo, el consumo, el tiempo y la libertad comienzan a fluir como acordes que se mezclan en una misma melodía que reverbera en la trama.
Sin embargo, a lo largo de los 180 minutos que el metraje tiene por duración, la trama se irá alejando del genero policial que plantea desde inicio. A través de diferentes elementos, tanto de forma como de contenido, el filme es una invitación al dialogo respecto de temas kafkianos y existenciales. Desde el juego de luces y sombras entre la comedia y el drama, el mundo del trabajo aparece retratado como interrogante metafísico. A lo largo de 180 minutos, diferentes pasajes cerentes de acción dramática dotan a la película de una coherencia significativa entre lo que narra y la forma en que lo hace, a la vez que invitan a reflexionar respecto del tiempo y de la libertad.
Con una cita a Me atraviesa un río, del poeta gualeyo Juan L. Ortiz, presente en una de las escenas, Los Delincuentes se proyectó en suelo entrerriano como una suerte de tarjeta de presentación a la 5ta edición del Ficer. Quizás, no casualmente, si pensamos en cómo se relacionan las maneras consumir la industria cultural y como es que algunas de estas formas de consumo encriptan sus mensajes respecto del tiempo y de la productividad. En la acción dramática audiovisual, se codifica un mensaje que refiere a la productividad del tiempo. Donde todo lo que no tiene una determinada calificación productiva, no sirve y debe ser descartado. Incluso, la manera de consumir cine. De hecho, el propio director artístico del festival, Eduardo Crespo, en dialogo con el ciclo radial Remedio Para Optimistas (Fm universidad 105.7), se refirió al tema. Valorando al festival también como un regreso al encuentro para una forma de consumo cultural colectivo, en una sociedad atravesada por formas de consumo cultural que fomentan y agudizan cada vez más el individualismo.