“Se hizo mucho y falta mucho todavía”. De este modo se manifestó el subsecretario de Ciencia y Tecnología, Diego Álvarez Daneri, cuando EL DIARIO lo consultó sobre el Distrito del Conocimiento.
Víctor Fleitas
Un distrito -ya sea tecnológico, científico o de innovación- es un área geográfica que concentra y reúne a empresas, instituciones y organizaciones relacionadas con la tecnología y la innovación. Estos distritos buscan fomentar la colaboración, la investigación y el desarrollo de tecnología, promoviendo así el crecimiento económico y la creación de empleo con alto valor agregado.
“En el caso de Paraná, se trabajó desde el inicio de la gestión con los actores públicos y privados que impulsan la economía del conocimiento, para tener un modelo propio, que fue consensuando algunas características que debía reunir el espacio geográfico para ser tenido en cuenta como punto de desarrollo del Distrito”, prologó Álvarez Daneri, al remarcar que “debe tener gran accesibilidad y conectividad, ser un entorno natural y con cierto aislamiento de la dinámica diaria de la ciudad, tener espacio flexible para la radicación de empresas de base tecnológica, contener espacios de esparcimiento, alojamiento, gastronomía, capacitación y para reuniones de negocios. Que la inversión en infraestructura requiera un mínimo esfuerzo monetario”.
Definido que la zona adecuada era la del Thompson, se abrió el proceso de licitación para construir un edificio de diseño moderno y flexible, que prevé albergar a empresas de la EC. De las palabras del funcionario municipal se desprende que falta poco para que se pueda adjudicar e iniciar la obra. “Será un espacio de 6.000m2 construido sobre calle Solanas en dirección al Club Náutico”, anticipó, al añadir que la idea es cobijar a empresas locales y a las que quieran radicarse.
–¿Qué es un Distrito del Conocimiento?
–El Distrito del Conocimiento de Paraná busca promover la innovación, el conocimiento y el desarrollo de iniciativas basadas en el conocimiento en la región. El enfoque es colaborativo, involucrando a instituciones científicas, empresas y entidades gubernamentales. El objetivo principal es diversificar la economía de Paraná, alejándose del desarrollo agroindustrial tradicional y centrándose en tecnología de punta y servicios especializados de alta tecnología.
El área ya cuenta con empresas de base tecnológica, pero enfrenta el desafío de estar deslocalizadas y atomizadas. Por lo tanto, Distrito del Conocimiento implica la creación de redes colaborativas, la sostenibilidad de proyectos, la eficiencia en las acciones y la flexibilidad para adaptarse a las necesidades cambiantes. Este esfuerzo se realiza con la visión de lograr un desarrollo integral en la región y aprovechar su potencial en tecnología y conocimiento.
Paraná, forma parte de la Región Centro, conformando el corazón productivo del país y región más dinámica del país. En un radio de sólo 30 km, Paraná tiene acceso a una oferta académica y científica de gran importancia en las áreas de las TIC, Software, Ingenierías, Ciencias Económicas, Sociales, Salud y Agronegocios (UNER, UADER, UTN, UNL, etc.), instituciones de I+D como el INTA, INTI, CONICET. Esto genera una gran ventaja competitiva.
Las empresas que se radiquen en el Distrito, si la actividad productiva se enmarca en la Economía del Conocimiento se pueden obtener beneficios fiscales municipales que, si la empresa a radicarse está adherida a la Ley de Economía del Conocimiento, y se le suma los beneficios promocionales para el Régimen de Economía del Conocimiento de la provincia, Paraná es el lugar con mayores beneficios impositivos del país.
El Distrito del Conocimiento es un enclave urbanístico y tecnológico que pretende impulsar el desarrollo, la innovación y la creatividad en toda la cadena de producción.
–¿Qué abarca la economía del conocimiento y qué perfil tienen las empresas y emprendedores locales?
–La EC se entiende como el conjunto de actividades científicas y económicas que requieren un intenso aporte del conocimiento humano para generar valor y ofrecer a la sociedad nuevos productos y servicios, que puedan impactar en cualquier rama de la producción. Es decir, el valor de las ideas como principal activo.
Y abarca a los servicios basados en el conocimiento (software, audiovisual, servicios profesionales de exportación, I+D, y salud, entre otros), a la biotecnología, la industria espacial, las nuevas tecnologías e industria 4.0 (impresión 3D, robótica, internet de las cosas, inteligencia artificial, computación en la nube, big data, nanotecnología) y a la I+D experimental.
Paraná cuenta con empresas y emprendedores tecnológicos, destacándose los sectores productivos asociados a la salud, la investigación clínica y tecnología biomédica, empresas de software para la seguridad informática, la gestión de ecommerce y las industrias creativas como lo son los emprendedores de videojuegos.
–¿Qué es una empresa de base tecnológica?
–Es una empresa que centra su actividad económica en la aplicación de nuevas tecnologías, con una base de conocimiento científico aplicado, se proponen desarrollar o mejorar productos, procesos o servicios. Estas empresas utilizan innovaciones tecnológicas como su principal ventaja competitiva y suelen estar involucradas en sectores de alta tecnología, como la informática, la biotecnología o energías alternativas.
Se caracterizan por llevar adelante procesos de innovación constante, en asociación y colaboración con las instituciones científicas y académicas. Esta necesidad de vinculación tecnológica, en Paraná se puede desarrollar muy bien. Como dije anteriormente, Paraná y la región cuenta con una muy buena oferta académica y tecnológica, de cercanía y de calidad, Santa Fe, Paraná, Oro Verde forma un “corredor tecnológico” que está disponible para apoyar a los emprendedores tecnológicos. Existen organizaciones como el Polo Tecnológico del Paraná, que es una asociación civil integrada por empresas, organismos de ciencia y tecnología, entes gubernamentales y colegios profesionales, que impulsa y promueve el encuentro de las empresas y emprendedores locales.
Esta gestión municipal, impulsó el desarrollo y creación del Distrito del Conocimiento, y acciones que trabajan en fortalecer el ecosistema emprendedor como lo es el Concurso de Ideas, el Fablab que consiste en un espacio de coworking equipado con tecnología para acompañar a los emprendedores de videojuegos y la Escuela de Oficios de la Economía del Conocimiento, en la formación de competencias para los nuevos procesos productivos.
–Hace dos años y medio, que el Distrito fue formalmente creado, por decreto. ¿Qué pasó desde entonces?
–En octubre de 2020 en sesión ordinaria del Concejo Deliberante, se aprobó la Ordenanza 9921, y en enero de 2021 se hizo el Decreto que la reglamenta.
El desarrollo del Distrito requiere de un conjunto de políticas activas tendientes a mejorar las condiciones contextuales para la radicación de empresas e instituciones. En este sentido, pusimos en marcha desde el inicio, acciones que las podemos enmarcar en tres ejes de trabajo: la formación del talento humano, el fortalecimiento de la infraestructura y el fortalecimiento del ecosistema de la Economía del Conocimiento.
Hemos diseñado espacios para capacitar y sensibilizar a personas interesadas en introducirse en diferentes ámbitos de la Economía del Conocimiento, programas de capacitación y empleabilidad, cumpliendo con las demandas del sector productivo, vinculado con la oferta académica local (pública y privada). Claro ejemplo de ello es la creación de la Escuela de Oficios de la Economía del Conocimiento, donde hasta ahora pasaron más de 300 personas por diferentes instancias de formación específica, desde la programación, desarrollo de videojuegos o la robótica.
Un ecosistema
–¿Qué pasa con la infraestructura?
–El año pasado la provincia cedió unos terrenos al municipio para el desarrollo del Distrito, se construyó el FABLAB de Industrias Creativas y Culturales con fondos nacionales y cofinanciado por la Municipalidad, un espacio construido con contenedores marítimos reciclados, y ahora se está por ampliar con nuevos contenedores con el fin de crear un Hub de Innovación, un lugar que además de incrementar los espacios de pre-radicación o de coworking, sea también un lugar para fortalecer los servicios altamente especializados dirigidos a las empresas locales.
Se ha fortalecido el ecosistema emprendedor, el ecosistema de la economía del conocimiento, un ejemplo también de ello es el Concurso de Ideas de Negocios. Este Concurso convoca a emprendedores y a empresas comprendidas dentro de las actividades de la Economía del Conocimiento con el objetivo de propiciar el desarrollo de emprendimientos locales. El proceso se conforma de tres instancias: la selección de ideas, el diseño del modelo de negocios, y la elección de ganadores. Se brinda apoyo a los finalistas del Concurso para transformar esas ideas en una innovación y potenciar los proyectos de emprendedores que se están desarrollando actualmente. Son potenciales empresas que podrían radicarse en el Distrito.
En la última edición del Concurso, que finalizó el martes pasado, formó parte una nueva modalidad que era un estímulo a partir de un premio dinerario para la radicación de empresas.
Lo que viene
–¿El DC sigue siendo una inversión a futuro o ya está dando frutos?
–Haber diseñado y proyectado el Distrito desde el inicio de la gestión, como parte un proceso de transformación hacia una ciudad productiva, impronta que le dio el intendente Bahl a nuestra ciudad y que hoy en día, dejó de ser un proyecto, un simple acuerdo de compromisos, para ser una realidad. Todo esto implica importantes desafíos: articular con los sectores involucrados, crear dinámicas colaborativas, lograr la sostenibilidad de las agendas, generar la sustentabilidad de las iniciativas, concretar acciones eficaces y eficientes, conformar estructuras flexibles y con capacidad de adaptación, todo en pos del desarrollo integral de la región.
Ya existen empresas y organizaciones de la economía del conocimiento, localizadas en el Distrito, hay consultas permanentes de radicación de empresas y proyectos de empresas dispuestas a radicarse.