El Santo lo ganaba de entrada, con gol a los 5´ de Ignacio Russo. El equipo se desdibujó en el complemento y el rival se lo dio vueltas con tantos de Mateo Acosta en el primer tiempo y de Leonel Bucca y Nahuel Banegas en el complemento. Ambos terminaron con diez jugadores. Diego Ceballos fue el árbitro.
Patronato ya casi no tiene chances de ingresar al Torneo Reducido. La derrota por 3 a 1 ante San Martín de Tucumán lo privó de tres puntos que eran más que necesarios. Quedan 12 puntos en juego y el Negro está a 7 unidades de poder ingresar. Las matemáticas dan, pero son muchos los equipos que están por encima.
El duelo entre Patrón y el Ciruja se disputó ayer por la tarde en el estadio Presbítero Bartolomé Grella, fue válido por la fecha 34 de la Zona A de la Primera Nacional y contó con el arbitraje de Diego Ceballos, que fiel a su costumbre de cometer errores, en el primer tiempo no sancionó una mano dentro del área tucumana, que era un claro penal.
UN GRAN ARRANQUE. Patronato arranco el partido con el protagonismo necesario para llevarse por delante al elenco tucumano. Con un esquema con cinco defensores (los laterales se soltaban todo el tiempo) dos volantes y tres delanteros, el Negro intentaba atacar directo y rápido.
Así logró instalarse en campo rival, y en la primera clara que tuvo, abrió el marcador. Tras una segunda jugada, luego de un córner, Solís desbordó por izquierda, se metió en el área y tiró un centro razante que pasó por toda el área chica y encontró solo a Russo en el segundo palo. En 5´ el Rojinegro se ponía en ventaja.
BIEN PARADO. Tras el tanto Patrón siguió yendo con la misma intención sobre campo rival. Cobos tuvo una clara que pegó en el travesaño. San Martín no aparecía, le costaba encontrar juego y espacios.
EMPAREJÓ. A los 19´ la visita pisó el área Santa con peligro por primera vez. Allí Patrón comenzó a tomar más recaudos, retrocedió un poco en el terreno de juego y las acciones estaban más igualadas. Aunque se jugaba lejos de los arcos.
LOS DOS CON DIEZ. Pasada la media hora de juego, un centro que llegó desde la derecha encontró a Russo en el centro del área, el delantero conectó de cabeza y el balón dio claramente en la mano de un defensor visitante. Ceballos no cobró el claro penal y amonestó a Domingo que protestó de manera desmedida. En ese parate de juego, el defensor Ciruja Brunet y el delantero de Patrón, Levato, se agredieron mutuamente y fueron expulsados.
EMPATÓ EL CIRUJA. Los minutos que se jugaron con diez jugadores, mostraron a Patrón concentrado y seguro. Pero en la última bocha para los tucumanos, Geminiani a la altura del área grande metió un paso en diagonal para Domingo, que la perdió en tres cuartos de cancha y el jugador que recuperó habilitó a Mateo Acosta, que se acomodó entre los centrales Rojinegros y quedó de cara al gol. Nada pudo hacer Salva ante el remate del atacante que decretó el 1 a 1. Así se fueron al descanso. Verdaderamente increíble. Patrón merecía más.
MEJOR LA VISITA. En el complemento Frontini movió el banco, ingresaron un par de jugadores que le dieron otra cara al rival. Patrón intentó seguir con la misma tónica, pero el partido mutó y ya no era el Rojinegro el actor principal.
GOLPE A LA ILUSIÓN. Patrón empataba, tenía que ganar y seguía con cinco defensores en cancha. El rival aprovechó otra mala salida, y puso a Bucca de cara al gol, en una segunda jugada que terminó decretando el 2 a 1. Un verdadero golpe a la ilusión.
OTRA CACHETADA. El Negro intento salir, el partido era parejo, pero la visita tenía el juego controlado. Solis parecía el único enchufado en Patrón y De Paoli no encontraba respuestas. El pibe Cáceres, que había ingresado a los 31 del primer tiempo, fue reemplazado por Valdez Chamorro. El Santo cambiaba el esquema, pero seguía atacando con un punta.
En otra mala salida defensiva, el Ciruja no perdonó, y el lateral izquierdo Banegas, tras ensayar una gambeta en el área, terminó poniendo el 3 a 1 que fue definitivo a los 27´.
Los minutos finales Patrón fue, que fueron mucho, fueron una agonía. Patronato no supo resolver, generó un par de chances pero, jamás estuvo en peligro la victoria del rival.
