La iniciativa tiene como fin regular las operaciones para mejorar los mecanismos de control y evitar que esa sustancia pueda emplearse en actividades ilícitas de organizaciones ligadas al narcotráfico.
La Aduana argentina creó un nuevo registro para quienes quieran importar o exportar fentanilo, en el marco de nuevos controles implementados para evitar que esa sustancia llegue a manos de organizaciones narcocriminales, informaron fuentes de ese organismo.
La nueva regulación, que se enmarca en el Plan Anual de Lucha contra el Narcotráfico de la Dirección General de Aduanas, impone que quienes pretendan operar en comercio exterior con la mencionada sustancia – que es de uso medicinal- deberán presentar una declaración anticipada jurada.
ANTECEDENTE.
Con el objetivo de evitar el tráfico ilegal de esta sustancia, la Dirección General de Aduanas estableció una serie de controles más estrictos para el ingreso a la Argentina del fentanilo, la droga mortal que ya es una epidemia en los Estados Unidos y cuyos precursores, en su mayoría, provienen de China.
La decisión de endurecer los requisitos para la entrada de este opioide sintético, que es hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más que la morfina, se tomó luego de que se detectara en Ezeiza un cargamento con más de un kilo de este estupefaciente que iba a ser enviado a Miami.
Puntualmente, el organismo creó un registro a partir del cual quienes quieran operar en el comercio internacional con esta droga, deberán presentar primero una Declaración Anticipada Jurada de Importación/Exportación específica para este producto y sus derivados.
PAUTAS
Así, en el marco del Plan Anual de Lucha contra el Narcotráfico, se establecieron pautas que regulan estas operaciones, con el objeto de mejorar los mecanismos de control dentro de una actividad que es propensa a estar involucrada con organizaciones delictivas.
“Con esta nueva medida nos estamos anticipando a una problemática que puede aproximarse. Las organizaciones criminales que trafican fentanilo y sus derivados tienen interés geopolítico en la región. Estos mecanismos permitirán un mejor control aduanero y respuestas más eficaces al nuevo contexto, procurando un equilibrio entre la seguridad y la facilitación del comercio”, explicó el titular de la Aduana, Guillermo Michel.
Tanto esta peligrosa droga, como sus derivados, han adquirido notoriedad pública en el último tiempo debido a que ha sido responsables de cientos de muertes por sobredosis cada semana en Europa y en los Estados Unidos, donde ya es un problema sanitario de gran magnitud.
De hecho, las autoridades argentinas remarcaron que, con estos nuevos controles, se “busca adelantarse a una problemática que se aproxima en la región y significa una amenaza a la salud pública, debido al alto índice de consumo de drogas ilícitas”.
LA PISTA CHINA
Los laboratorios chinos están siendo sospechosos desde hace tiempo de suministrar las sustancias base para producir fentanilo a los cárteles de la droga en el extranjero, que han ganado decenas de millones de dólares en criptomonedas, según dos firmas de investigación de blockchain, destacando el uso criminal de activos digitales en China a pesar de la prohibición de Beijing.
Elliptic, una firma de análisis de blockchain con sede en Londres, dijo en un informe publicado la semana pasada que había identificado a más de 90 empresas químicas con sede en el país asiático que estaban dispuestas a venderles precursores del opioide mortal y a aceptar criptomonedas como método de pago.
Una droga mortal
El fentanilo puede causar adicción, dependencia, tolerancia, síndrome de abstinencia y muerte. Uno de sus derivados, que es el más potente conocido hasta el momento, es el carfentanilo, el cual se estima que es 10.000 veces más potente que la morfina.
Tanto esta droga como sus sales tienen intervención de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) como autoridad de aplicación, ya que las mismas poseen usos de carácter medicinal.
Si bien es un fármaco recetado su uso como droga ilegal se ha extendido en los últimos años. “Al igual que la morfina, por lo general se receta a pacientes con dolores intensos, especialmente después de una operación quirúrgica”, explicó el organismo.
Esta clase de drogas, los opioides, se encuentran en forma natural en la planta de amapola. Mientras algunos se elaboran directamente de la planta, otros como el fentanilo se crean en laboratorios, donde los científicos utilizan la misma estructura química para fabricar opioides sintéticos o semisintéticos.
El fentanilo que se consume ilegalmente se vende en forma de polvo. Una cantidad muy pequeña causa un gran efecto narcótico: actúa uniéndose a los receptores opioides que se encuentran en áreas del cerebro que controlan el dolor y las emociones. Después de consumir opioides muchas veces, el cerebro se adapta a la droga y su sensibilidad disminuye, lo que hace que resulte difícil sentir placer con otra cosa que no sea la droga.
“Son las drogas más comúnmente asociadas con las muertes por sobredosis en Estados Unidos. En 2017, el fentanilo fue parte del 59.8 % de las muertes relacionadas con opioides, comparado con el 14.3 % en 2010″, precisó el organismo norteamericano.
Los efectos
Entre los efectos más comunes del fentanilo se incluye aletargamiento, náuseas, confusión, estreñimiento, sedación, problemas para respirar y pérdida del conocimiento.
Cuando se produce una sobredosis, “la respiración se puede hacer muy lenta o detenerse por completo. Esto puede reducir la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, lo que se conoce como hipoxia. La hipoxia puede llevar a un estado de coma y causar daños permanentes en el cerebro; también puede causar la muerte”, explicó el NIDA.
Cuando el fentanilo crea dependencia la persona muestra signos de abstinencia al abandonar el consumo. Estos síntomas son dolores en músculos y huesos, problemas para dormir, diarrea y vómitos, escalofríos con “piel de gallina”, movimientos incontrolables de las piernas, deseos intensos de consumir la droga.