El conflicto ya ha dejado miles de muertos y los enfrentamientos persisten mientras el territorio palestino sigue bloquedo y sin electricidad.
El Ejército israelí aceleró ayer preparativos para una ofensiva terrestre en la Franja de Gaza contra el grupo islamista palestino Hamas por sus ataques, mientras que el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, llegó a la región para reunirse con autoridades palestinas e israelíes y subrayó el apoyo de su país a Israel.
Luego de recibir a Blinken en Tel Aviv, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que Hamas era igual que el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y que Israel lo destruirá, en medio de más bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza y más ataques con cohetes desde Gaza a Israel.
En el sexto día de hostilidades y con ya más de 2.600 muertos en ambos lados, el vocero del Ejército israelí, teniente general Richard Hecht, dijo a periodistas que las fuerzas armadas del país “se están preparando para una maniobra terrestre, si es que se decidiera”, de la Franja de Gaza con el objetivo de “liquidar” a Hamas.
El Ejército israelí informó también en un comunicado separado que Hamas y otros grupos islamistas estaban lanzando una cantidad relativamente baja de entre 200 y 400 cohetes por día hacia Israel y que esto parecía indicar que se estaban preparando para “una pelea muy larga”.
El sábado pasado, cientos de milicianos de Hamas se infiltraron en Israel desde la Franja de Gaza mientras el grupo lanzaba miles de cohetes. Los milicianos asesinaron a cientos de civiles en sus casas, en las calles y en una fiesta de música electrónica al aire libre. También tomaron unos 150 rehenes que retienen en Gaza.
Israel juró “destruir” al movimiento palestino, y desde entonces ha lanzado bombardeos en la Franja de Gaza que han arrasado barrios enteros, matado a cientos de personas y forzado a 360.000 más a dejar sus casas y buscar refugio en otro lado.
La única central eléctrica del territorio se detuvo el miércoles por falta de combustible, por lo que no hay ni Internet ni agua ni tampoco funcionan las redes de telefonía.
En Gaza, palestinos hacían fila frente a panaderías y tiendas de comestibles tras pasar la noche rodeados por las ruinas de barrios reducidos a polvo y oscurecidos por un corte de luz casi total, informó la agencia de noticias AFP.
Al atardecer, el Ejército israelí informó que había reanudado sus bombardeos en Gaza contra “numerosos” objetivos de Hamas.
Organizaciones humanitarias internacionales advirtieron que el número de muertos en Gaza podría aumentar después de que Israel detuviera el ingreso de los alimentos, agua, combustible y electricidad y de que Egipto cerrara el único acceso restante al pequeño enclave de 2,3 millones de habitantes debido a varios bombardeos israelíes.
SIN ACCESOS PARA LA AYUDA HUMANITARIA. El ministro de Energía israelí, Israel Katz, indicó que su país no autorizará la entrada de productos de primera necesidad ni de ayuda humanitaria en Gaza mientras Hamas no libere a los rehenes.
“¿Ayuda humanitaria a Gaza? No se podrá encender ningún interruptor eléctrico, ni se podrá abrir ningún grifo ni entrarán camiones de combustible mientras los israelíes secuestrados no hayan vuelto a sus casas”, declaró.
MÁS DETALLES. El Ejército israelí comunicó que desde los ataques de Hamas ya arrojó “cerca de 6.000 bombas en la Franja de Gaza, con un peso total de 4.000 toneladas de explosivos”, contra unos 3.600 objetivos, y que alcanzó numerosos blancos de Hamas y del grupo islamista Yihad Islámica, que también participó de los ataques en Israel.
Israel asegura que busca evitar bajas civiles, pero la perspectiva de un ataque terrestre contra el enclave de 40 kilómetros de largo encerrado por Israel, Egipto y el mar Mediterráneo crea preocupación por las consecuencias humanitarias y por los riesgos de una extensión del conflicto.