La música supera barreras culturales, idiomáticas, religiosas. La obra de los artistas que han reflejado su contemporaneidad en canciones es un legado que circula entre los pueblos. En textos y melodías, los autores interpelan a todos quienes se detienen a escucharlos y les hacen un lugar en su corazón. Con el tiempo algunas de esas piezas trascienden generaciones y conquistan oyentes de todas las edades. Ese fenómeno alienta la aparición de agrupaciones que se forman con el propósito de recrear -como eco- el sonido de aquellos proyectos que han dejado su impronta en el gusto popular. Uno de esos encuentros tuvo lugar en La Vieja Usina con un tributo al grupo irlandés U2 brindado por músicos de la región, que se realizó días pasados en ese espacio cultural.