Un instrumento expresa el interior profundo de quien lo ejecuta. El vínculo entre uno y otro se traduce en un diálogo intenso e íntimo que gana en densidad y comunión con el tiempo. Ingresar a esa esfera privadísima, secreta, que sostiene la relación entre músico e instrumento, es un privilegio reservado a pocos. Sin embargo, con generosidad, de cuando en cuando, alguien granjea a los demas el acceso a su sancta santorum. Permite acceder entonces al personal proceso de la creación, de la composición, del amasado de una obra. Como aconteció en el Teatro 3 de Febrero, en el marco de un ciclo organizado por Cultura del Municipio, en el cual el reconocido acordeonista misionero Horacio Chango Spasiuk fue entrevistado por su colega Juan Manuel Bilat.