La curiosidad, el deseo de conocer y, por otro lado, la documentación y los instrumentos disponibles, se combinan para que el Observatorio Astronómico de Oro Verde sea además de un punto de encuentro, una excusa para maravillarse con la compleja realidad galáctica. Enclavado en medio de un espacio agreste, las instalaciones suelen desbordarse de interesados en adentrarse en los misterios celestes.
Redacción EL DIARIO
“La Asociación Entrerriana de Astronomía está muy activa recibiendo como es habitual al público en el Observatorio Astronómico de Oro Verde los días sábados por la noche, en la medida que el cielo esté despejado”, prologó el presidente de la entidad, Luis Trumper.
Ante una consulta puntual, señaló que “contamos con diversos telescopios, algunos desplegados en altura y otros al nivel del suelo”. Luego agregó que “se brindan charlas, enseñando las constelaciones, las principales estrellas y planetas que se pueden ver en el cielo; además, disponemos de un museo donde hay una muestra de meteoritos de distintas partes del mundo; restos de la estación espacial soviética Salyut 7 que se precipitó en Entre Ríos en el año 1991; una galería de fotografías astronómicas obtenidas con nuestros instrumentos; fotos de Entre Ríos y Paraná exclusivas tomadas desde el espacio por astronautas amigos”.
Trumper completó su recorrida al indicar que “por otra, tenemos un domo geodésico de 12 metros de diámetro donde se brindan proyecciones inmersivas de Planetario, en un formato 360° y charlas sobre diferentes temas”.
El Observatorio Astronómico se fundó el 24 de septiembre de 1986, siendo administrado por la Asociación Entrerriana de Astronomía.
Se ubica en el predio cedido por el Gobierno de Entre Ríos en el complejo Agrotécnico de la Escuela Alberdi.
“Cientos de personas acuden cada fin de semana, a menudo nos desbordan, hay mucho interés y es una visita en donde los chicos hacen muchas preguntas, la gente tiene la posibilidad de ir alternando los telescopios; además aprovechan para hacer consultas, adquieren fotografías y pasan un buen momento en familia”.
PUERTAS ABIERTAS
En respuesta a un interrogante puntual, Trumper comentó que “las escuelas pueden asistir entre semana, en días especiales; se les brinda charlas específicas y se comparten observaciones astronómicas”. Las instituciones interesadas pueden solicitar turnos enviando un correo electrónico a [email protected].
El entrevistado explicó luego que “además de recibir a los asistentes en el observatorio de Oro Verde durante todo el año, durante el verano solemos realizar encuentros puntuales en la costanera de Paraná”.
Fue entonces cuando destacó que “el observatorio es un referente importante a nivel provincial y nacional, que no se ve afectado por la contaminación lumínica de la ciudad; además, en forma permanente los medios de comunicación nos contactan para que informemos y expliquemos determinados fenómenos celestes, o noticias relacionadas a la astronomía y la exploración espacial”.
Puertas hacia adentro, la asociación mantiene distintos espacios de trabajo. Por ejemplo, “los grupos dedicados a la astrofotografía, la observación lunar con publicaciones en revistas científicas y otros departamentos dedicados a diferentes tipos de observaciones”.
Trumper reparó luego en la singularidad de la microcultura que se fue constituyendo en torno al Observatorio de Oro Verde. “La astronomía se ha vuelto ciertamente muy individual, así que debemos privilegiar este espacio en el que nos encontramos apasionados y amantes del cielo de diferentes edades e intereses”. En ese sentido, insistió en que “en Argentina no hay muchos observatorios con entidades como la Asociación Entrerriana de Astronomía; en su mayoría son profesionales o pertenecen a particulares”.
EN VISTAS
En otro momento, EL DIARIO lo consultó a Trumper sobre el proyecto del Planetario que funcionaría en el Parque Varisco. “Sigue siendo uno de los mayores desafíos para nuestra institución”, dijo, al detallar que “la obra civil municipal se reinició (luego de haberse paralizado en el 2018) hace dos meses, gracias a la financiación del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación mediante una gestión efectuada por el intendente Adán Bahl y el gobernador Gustavo Bordet”.
Acto seguido, agregó que “debido a la restricción en el acceso a divisas por parte de los importadores, desafortunadamente, la compra de los equipos no ha podido concretarse. Esperamos que la próxima gestión en manos de la Dra. Rosario Romero, pueda adquirir el equipamiento e inaugurar finalmente la obra con la que tanto hemos soñado quienes formamos parte de la asociación”.
En ese sentido, aprovechó para destacar que “nuestra institución obviamente pretende gestionar el Planetario de la ciudad en base a su experiencia, su conocimiento y su compromiso con una obra que tendrá un rol fundamental en la enseñanza de la astronomía, la ciencia en general, la cultura y que se convertirá en una atracción turística pues ofrecerá un maravilloso espectáculo contando con tecnología audiovisual de última generación”.
En otro tramo de la entrevista, Trumper fue interrogado por el presente de esta ciencia milenaria. “La Astronomía, junto a la exploración espacial, viven momentos únicos en la historia de la humanidad. Por un lado, grandes telescopios en la Tierra y en el espacio nos traen día a día vistas impresionantes del cosmos, que permiten a los científicos entender mejor cómo se ha formado el universo; por las otras sondas espaciales y rovers (vehículo de exploración espacial) recorren el sistema solar en búsqueda de pruebas que indiquen la presencia de fósiles o pistas sobre vida en mundos como Marte o las lunas heladas de los gigantes gaseosos”.
Luego añadió que “por otra parte empresas privadas permiten hoy el acceso de turistas al espacio; en dos años el hombre volverá a la luna y hay planes para ir a Marte, en breve. Todo este contexto marca un momento histórico y nuestra institución tiene el deber de estar informando y compartiendo con nuestra comunidad las aventuras celestes de una humanidad curiosa”.
HITOS
La astronomía tiene una larga tradición en Argentina.115 años antes de que empezara a funcionar el observatorio de Oro Verde, se fundaba el Observatorio Nacional Argentino, en la ciudad de Córdoba. En su homenaje, cada 24 de octubre se celebra el Día Nacional de la Astronomía.
“Antes de la inauguración del Observatorio hubo mucha gente que se dedicó a la astronomía, pero en forma amateur. El mismo Vicente López y Planes, autor del Himno Nacional, era un aficionado que realizó varios estudios”, explicó Santiago Paolantonio, investigador de la historia de la astronomía argentina.
La instalación del Observatorio en Córdoba marcó un hito fundante, dando lugar a los inicios de la astronomía profesional en el país que cumple 152 años de desarrollo.
Dentro de los logros más destacados del Observatorio, “el primer trabajo fue la Uranometría Argentina, un atlas de todo el cielo visto a simple vista”, señaló Paolantonio, ingeniero y especialista en Educación y Comunicación de la Astronomía.
En la nueva institución también comenzó la determinación precisa de las posiciones de las estrellas para entender nuestro entorno cósmico, y se realizaron más de un millón de observaciones que formaron los famosos catálogos de Zona y el Gran Catálogo Argentino.
De la mano del Gran Ecuatorial, telescopio refractor de 28 centímetros de diámetro, se llevó a cabo el primer trabajo fotográfico sistemático y a gran escala en la historia de la astronomía, que se denominó Fotografías Cordobesas, y fue publicado en 1896.
VECTORES
Sin embargo, Paolantonio advirtió que la importancia del Observatorio no se limitó a la investigación astronómica, sino que también fue fundamental para el desarrollo del país.
En este sentido, detalló que el Observatorio posibilitó “la emisión de la hora oficial por primera vez en la historia argentina y también contribuyó en la sistematización de los patrones de peso y medida”.
“Pero uno de los hitos más importantes es que de la creación del Observatorio nació la Oficina Meteorológica Argentina, hoy el Servicio Meteorológico”, subrayó Paolantonio.
Otro de los momentos claves de la historia de la ciencia de los cielos es en 1882, cuando Argentina participó de la observación del tránsito de Venus, un evento astronómico que sucede cuando Venus pasa directamente entre el Sol y la Tierra.
Los cielos nacionales fueron elegidos para el avistaje de este fenómeno que sucede dos veces por siglo, situación que dio impulso a la construcción del Observatorio Astronómico de La Plata.
Para 1929, los astrónomos argentinos se integraron a la Unión Astronómica Internacional y en 1958 se creó la Asociación Argentina de Astronomía como un ámbito de respaldo institucional para la investigación en esta disciplina.
Desde entonces, la astronomía argentina se extendió a lo largo y a lo ancho del país, en la Antártida, en la puna, en la cordillera, en las grandes ciudades y en los parajes más alejados por las posibilidades que brinda el extenso territorio para el asentamiento de importantes observatorios y proyectos astronómicos.
Uno de los trabajos que revolucionó para siempre la astronomía fue encabezado por Miriani Pastoriza, una astrónoma oriunda de Santiago del Estero, y José Luis Sérsic, su director de tesis.
Hasta mediados de la década del ’60, se pensaba que los núcleos de las galaxias estaban compuestos solamente por estrellas viejas, pero Sérsic y Pastoriza descubrieron que en algunas galaxias (las espirales barradas) existen grandes regiones de gas ionizado y polvo donde se están formando estrellas de manera activa y podría ser un indicio para la presencia de agujeros negros supermasivos en el núcleo de las galaxias.
Además, Pastoriza se caracterizó por ser de las primeras mujeres en dedicarse a esta ciencia, que involucraba tareas nocturnas en lugares alejados y reservados sólo para varones.
EXPANSIÓN
Otro de los logros de la astronomía nacional fue la confirmación del origen extragaláctico de rayos cósmicos de alta energía.
Los más de 400 investigadores de 18 países vinculados al Observatorio Pierre Auger, el experimento más grande del mundo en el estudio de rayos cósmicos instalado en Mendoza, comprobaron en 2017 que los rayos cósmicos de altísimas energías se originan fuera de la Vía Láctea.