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Circular por la ciudad, tarea difícil ayer y hoy

Establecer normas para circulación de vehículos en Paraná, llevó a adaptarse a distintas épocas, medios de locomoción y pautas sociales.
Ordenar la circulación de vehículos por la trama vial de la ciudad ha sido una tarea de administraciones comunales desde comienzos del siglo XX. Compatibilizar pautas que compatibilicen intereses de peatones y conductores no es tarea sencilla.

La lógica permite sostener que a finales del siglo XVII y comienzos del XVIII los habitantes de la pequeña Villa de la Baxada, desde el inicio del asentamiento y por muchos años se movilizaron a pie u ocasionalmente a caballo. Pronto comenzaron a aparecer las carretas tiradas por bueyes e iniciado el siglo XIX los carruajes de cuatro ruedas (coches de alquiler 1870), y el tranvía tirado por caballos (tramway 1878)), reemplazado luego por el tranvía eléctrico (1921) 

Sin duda, la complejidad de circulación urbana existente aumentó su intensidad cuando llegó a la ciudad el primer automóvil, propiedad de don Toribio Ortíz en 1906, luego el de don Alberto Chort en 1908; y en 1910 el primero adquirido por el gobierno provincial.  Este número se incrementó rápidamente y exigió disposiciones adecuadas a nuevos problemas.

En 1922, Paraná tenía su primera reglamentación de tránsito, de la que, consultando a Ofelia Sors, compartimos un par de disposiciones que ponen en evidencia la esos nuevos problemas: se disponía en tránsito de una sola mano, la circulación de vehículos por calle San Martín entre 25 de junio y España en el sentido de norte a sud únicamente, y en la calle Urquiza entre Bueno Aires y San Martín, de oeste a este.  Y no involucraba solo a los nuevos vehículos a motor sino que seguía regulando la circulación de carruajes: “Prohíbese a los conductores de coches desocupados, transitar al tranco de sus caballos dentro del recorrido indicado.  Las horas para el cumplimiento de esta reglamentación quedaban fijadas desde las diez a las veinte en los meses de abril a setiembre, y de las diez a las veintidos en los meses de octubre a marzo. Norma que no se observaba en las horas de lluvia.”

Como derivación de lo anterior, puede decirse que los siguientes elementos de complejización de la circulación en Paraná a pocos años de este reglamento, fueron los primeros colectivos (1924). Para la década siguiente, Paraná tenía una población de 75.000 habitantes. y una importante cantidad de vehículos circulando.

Un cambio más vino a romper el statu quo del tránsito paranaense. Fue en 1945 cuando se realizó una profunda modificación que afectó a los conductores. En ese momento en todo el país se cambió el sentido de circulación vehicular, disponiéndose la misma por el lado derecho de la calle, al abandonarse el sistema inglés que los disponía por la calzada izquierda. Entre otras cosas influyó en tal decisión la vinculación con Brasil (por la derecha) a través de Uruguayana, que exigía adecuación para un empalme. Fue el Automóvil Club Argentino el que inició la campaña para establecer e implementar tal disposición.

ADECUACIONES Y PERMANENCIAS

Los cambios constantes en la dinámica de circulación vehicular urbana han exigido y exigen constantes adecuaciones, atención a nuevas problemáticas y las reglamentaciones no siempre resultan eficaces para resolverlas o van a un paso administrativo y político muy lejano al de los cambios que se producen.   

Sin embargo, hay cuestiones que persisten durante mucho tiempo en las disposiciones reglamentarias tal cual lo podemos ver en el Reglamento de Tránsito de Paraná, de 1946, en el que por un lado hay resabios del de cien años atrás, y hay otras disposiciones que permanecen hoy sin cambios. Entre otros pueden mencionarse los siguientes: Art … Queda prohibida la circulación de vehículos por las vías del tranvía, salvo casos de evidente necesidad.

Art… Todos los vehículos sin excepción que circulen por las calles del Municipio después del oscurecer, deberán llevar faroles encendidos, que no sean de los deslumbrantes.

Art… Queda prohibida la circulación de vehículos tirados por bueyes, en las calles y caminos pavimentados del Municipio, salvo permiso especial del Departamento Ejecutivo.

Art… Queda prohibida la circulación de vehículos por las vías del tranvía salvo casos de evidente necesidad-

Art… La obligación de conservar la mano regirá para todo vehículo, con la excepción de los carros y autos del cuerpo de bomberos y ambulancias de la asistencia pública, hospitales y sanatorios.

Art… En las esquinas donde no existen agentes que dirijan el tránsito los conductores que deban cruzar las boca-calles deberán ajustarse a las siguientes disposiciones: ceder el paso a los vehículos que la transitan; si va por una avenida y debe cruzar otra avenida de doble mano, se regirá por las señales que existan al efecto.

Art… Se prohíbe dentro del perímetro del Municipio la circulación de vehículos que no estén montados sobre elásticos y los carros de campo sin ellos, que entren a la ciudad, tendrán que hacerlo al paso de sus animales de tiro.

Art… El tránsito se hará de manera que los conductores conserven siempre la derecha de su dirección, sucediéndose uno al otro y lo más próximo posible a la vereda.

COMPATIBILIZAR INTERESES

Quienes circulamos por la vía pública, del modo que sea, estamos sujetos a derechos y obligaciones establecidos en reglamentos que intentan ordenar la interacción social en este espacio y resolver los conflictos que en esta se generan estableciendo responsabilidades y sanciones. 

Compatibilizar los intereses y necesidades del peatón y del usuario con los de quienes transitan en automóvil, colectivo, transportes de carga, remís, taxi, bicicleta o moto es sin duda una tarea compleja y ya no admite improvisaciones ni ocurrencias, exige saber leer la ciudad, planificar, tener un sentido proyectivo. Pensar la ciudad señalaría el antropólogo e investigador Néstor García Canclini.

Es importante, al momento de planificar y regular la circulación en el espacio público, pensar que el mismo es también soporte de otras funciones que requieren ser contempladas más allá del transporte, de la movilidad. “Volver las calles acogedoras, conseguir que el tráfico de coches sea compatible con la vida social”, dice Navazo De Marius.

Parque automotor en la ciudad en 1938

En 1938 existían en Paraná: 4025  vehículos:

 Automóviles particulares        1566

 Automóviles de alquiler           146

 Camiones                                 612

 Colectivos                                  24

 Ómnibus                                      4

 Micro-ómnibus                          28

 Carretillas                                248

 Carros de 4 ruedas                    82

 Charrerts                                  469

 Sulkys                                        65

 Jardineras                                 248

 Carruajes de alquiler                  26

 Motocicletas                               29

 Bicicletas                                   599     

(Fuente: extraído del Álbum de Entre Ríos.  Gbno de Tibiletti)

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