La prevención de enfermedades en los animales no solo protege su salud y bienestar, sino que es uno de los pasos más efectivos que podemos dar para proteger la salud de las personas.
DR. OSVALDO RINALDI / TÉLAM
El auge que atraviesan las enfermedades de origen animal establece a los veterinarios en un rol determinante como agentes sanitarios, principalmente para los que forman parte de la cadena productiva.
En consonancia con esto último surge la resignificación del concepto de Salud pública, ya no vista sólo como la salud de los seres humanos, sino también animal; esto ubica a los profesionales veterinarios en un lugar preponderante en el esquema sanitario, por ser los responsables de la sanidad animal e inocuidad alimentaria.
El Covid-19 dejó latente la posibilidad del surgimiento de nuevas pandemias, no sólo por la ingesta de alimentos contaminados, sino también por contacto con animales enfermos. Los recientes casos de triquinosis e influenza aviar en nuestro país y los exhaustivos nuevos controles que cada uno significó, no hacen más que confirmar lo dicho anteriormente: sin la presencia de los profesionales veterinarios ya no es posible hablar de salud pública.
En materia de prevención desde la cadena productiva, nuestro rol abarca desde el inicio de la producción de alimentos de origen animal, observando el cumplimiento de las adecuadas condiciones de bioseguridad (instalaciones, ambiente, sanidad, alimentación), la faena, el control bromatológico y posterior certificación de que el alimento es inocuo y que se encuentra en condiciones de ser apto para consumo humano. El riesgo de mantener un proceso de producción sin la presencia de una figura veterinaria a cargo es incalculable.
Algo que grafica a la perfección el nuevo rol de los veterinarios, es que a principios del corriente año la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, firmó oficialmente el decreto que declara a la profesión veterinaria como de interés sanitario, un reconocimiento por el que nuestro Colegio trabajó incansablemente en los últimos años y que sin dudas significó un enorme paso en la necesidad de ser reconocidos como agentes de salud pública.
Convocamos a todos los veterinarios a redoblar sus esfuerzos como garantes de salud, en pos del cuidado de toda la comunidad. Nuestro compromiso seguirá siendo trabajar para afianzar la importancia de los veterinarios en la prevención de las zoonosis potencialmente endémicas, sanidad animal e inocuidad alimentaria, hechos que sin dudas refuerzan el concepto de “Una Salud”.Al respecto opinó para Télam.
(*) Médico veterinario, presidente del Colegio de Veterinarios de la provincia de Buenos Aires.