A las 18 se puso en marcha el escrutinio de los sufragios, que definirá quién se convertirá en el nuevo presidente a partir del 10 de diciembre: Sergio Massa, de Unión por la Patria, o Javier Milei, de La Libertad Avanza. Según los datos de la Cámara Nacional Electoral, la cantidad de votantes superaría a los de las generales del pasado 22 de octubre.
La incógnita sobre quién será el próximo Presidente de la Argentina quedará revelada en las próximas horas tras concluir a las 18 el balotaje. Los resultados de la última instancia electoral del año, entre Sergio Massa, de Unión por la Patria (UxP) y Javier Milei, de La Libertad Avanza (LLA), se conocerán después de las 21, tal como lo adelantaron las autoridades electorales. Una vez concluido el proceso electoral, comenzó el escrutinio.
A la hora del cierre de los comicios, ya había votado el 76% de los ciudadanos habilitados, pero el porcentaje puede aumentar cuando se sumen los sufragios de quienes estaban dentro de los centros de votación en ese momento.
Unos 35 millones de argentinos estaban habilitados para votar en todo el territorio nacional y en el extranjero para designar al presidente que administrará al Estado durante los próximos cuatro años.
Fin a un largo año electoral.
Con la disputa en las urnas de dos proyectos de país antagónicos, la segunda vuelta electoral pone fin al proceso con el que los ciudadanos decidirán quiénes reemplazarán en el Gobierno a Alberto Fernández y a Cristina Fernández de Kirchner para el período 2023-2027, es decir la renovación de los cargos del Poder Ejecutivo: Presidente y Vicepresidente.
El camino hacia esta definición se inició en agosto último, con las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), y continuó el 22 de octubre, con las presidenciales.
Con esas dos votaciones, el electorado fue perfilando el orden de sus preferencias político-partidarias hasta este último tramo, en el que sólo habrá dos boletas en el cuarto oscuro: la de Unión por la Patria, con la fórmula presidencial Massa-Agustín Rossi, y la de La Libertad Avanza, con el binomio Milei-Victoria Villarruel.
Los que quedaron en el camino.
El tamiz electoral iniciado tres meses atrás dejó fuera de carrera a 19 fórmulas presidenciales que no superaron el piso del 1,5% de votos necesario para participar de las generales.
Los resultados de las PASO de agosto mostraron una paridad de tres tercios, más allá de que LLA logró la mayor cantidad de votos, seguido por Juntos por el Cambio (JxC) y, en un tercer lugar, UxP.
Algo más de dos meses después, en las generales de octubre, el oficialista UxP revirtió esos números y Massa se posicionó como el candidato presidencial más elegido con casi 37 puntos. Milei salió segundo, con algo menos del 30%, y la postulante presidencial de JxC, Patricia Bullrich, apenas bordeó el 24% y quedó fuera del balotaje.
Esos números confirmaron la realización del balotaje porque ninguno de los aspirantes más votados logró el puntaje legal necesario para consagrarse Presidente en primera vuelta.
Pero además los resultados astillaron los acuerdos partidarios puertas adentro de JxC, con el apoyo unilateral de un sector del PRO -alineado con Bullrich y con el expresidente Mauricio Macri- al postulante partidario y el enojo del resto de los miembros de la coalición: la UCR y la Coalición Cívica (CC).
Los comicios de octubre mostraron también, no sólo un viraje en las preferencias, sino un mayor caudal de votantes: hubo un 8% más de personas que acudió a las urnas en octubre (77,04%), en comparación con el 69% que lo hizo en las PASO de agosto.
Dos opciones, un presidente.
En este balotaje, el electorado de los 24 distritos del país optó sólo entre dos boletas: la de Massa o la de Milei y quien obtenga la mayor cantidad de votos afirmativos será el nuevo Presidente de la Argentina.
Pero esa decisión, además, dejará en evidencia cómo se redireccionaron los apoyos luego de que en octubre quedaran fuera de competencia los otros tres postulantes presidenciales Bullrich, de JxC; Myriam Bregman, del Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad (FIT-U), y Juan Schiaretti, de Hacemos por Nuestro País (HpNP).
El desafío y los esfuerzos estuvieron puestos, tanto para UxP como para LLA, en captar el favoritismo en las urnas y convencer a los votantes que en octubre eligieron otras fuerzas.
Además, las expectativas de las últimas semanas se enfocaron hacia los sondeos divulgados por las encuestadoras, las expresiones de apoyo cosechadas por cada candidato en el ámbito nacional e internacional y las repercusiones en las redes y en la calle del último debate presidencial y de las últimas acciones y propuestas de los postulantes.
A eso se suma que algo más de un millón de adolescentes de 16 y 17 años (3,3% del padrón) estaban habilitados para participar del balotaje, algo que no pasó desapercibido por las fuerzas que compiten y que buscaron captar su favoritismo con una campaña en redes y plataformas digitales especialmente dirigida a ellos.
Un largo proceso electoral de diez meses.
El balotaje clausurará un largo proceso electoral que se inició en febrero pasado con las primarias en La Pampa y continuó en todos los distritos del país -en la mayoría de ellos en forma desdoblada-, donde se renovaron autoridades ejecutivas y parlamentarias locales, además de los cargos nacionales.
Es la segunda vez en la historia del país en que un mandatario resulte electo en segunda vuelta: sólo ocurrió en el 2015, cuando Mauricio Macri terminó imponiéndose sobre Daniel Scioli.
En caso de que se imponga Milei será la primera vez que una fuerza de ultraderecha sea elegida en las urnas en el país, con un candidato que compite por segunda vez en elecciones y cuya única experiencia en un cargo público fue el período de dos años -desde el 2021- en una banca de la Cámara de Diputados.