Milei tiene previsto reunirse en Washington con el jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Biden, Jake Sullivan, su principal asesor en política exterior.
El gobierno de Joe Biden brindó una nueva señal de respaldo al presidente electo, Javier Milei, al indicar antes de recibirlo por primera vez en la Casa Blanca que quiere seguir buscando formas de “cooperar” con la Argentina y espera escuchar sus ideas, sus planes para la economía y dónde quiere ir con las políticas de su futura administración.
Milei tiene previsto reunirse en Washington con el jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Biden, Jake Sullivan, su principal asesor en política exterior.
“Queremos seguir buscando formas de cooperar con la Argentina”, dijo ayer en la sala de prensa de la Casa Blanca el director de Comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby. “Esperamos obviamente escuchar las ideas del presidente electo y dónde quiere ir con sus políticas y asegurarnos de mantener el canal de comunicación abierto”, completó.
AGENDA
En Washington, Milei tiene previstas reuniones con funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI), la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Tesoro, indicaron voceros del presidente electo. Las reuniones informales son “protocolares”, agregaron, y apuntan a explicar el plan económico, las medidas de ajuste fiscal, la reforma monetaria, la reforma del Estado y los proyectos de desregulación de la economía. No hay intenciones de buscar de financiamiento, indicaron los voceros.
Tras la parada en Nueva York, Milei tiene previsto seguir viaje para afrontar la parte más pesada de su gira por Estados Unidos. En Washington, Milei tendrá una misión específica: aceitar los vínculos bilaterales para poder llevar adelante sus planes. De momento, no está prevista ninguna reunión en el Congreso. Además de Sullivan, se prevé que también participe de la reunión en la Casa Blanca Juan González, director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional y principal asesor de Biden para la región.
PRIMERA IMPRESIÓN
Ya se trate de funcionarios de la Casa Blanca, el Tesoro, el Departamento de Estado o el Fondo, el contacto directo le dará a Milei la posibilidad de comenzar a despejar inquietudes y los interrogantes que sembraron su intempestiva campaña presidencial, y tejer los lazos a los que deberá recurrir luego de asumir para poner en marcha sus planes.
Las reuniones en el Departamento de Estado y la Casa Blanca permitirán remarcar afinidades y diferencias, y comenzar a delinear una agenda de trabajo. Milei podrá definir ante el gobierno de Biden su postura en temas regionales y globales. Y podrá ofrecer un primer punto de concordia: su férreo respaldo a Israel y Ucrania en sus respectivos conflictos con Hamas, en la Franja de Gaza, y con la Rusia de Vladimir Putin en el este de Ucrania.
La Casa Blanca ha mostrado intención de fortalecer el vínculo entre Estados Unidos y la Argentina, pese a las inocultables diferencias ideológicas entre Milei y Biden. El mensaje de ayer, sobre la búsqueda de una “cooperación”, va en ese sentido. Pero el gobierno norteamericano ha reforzado en sus mensajes públicos una agenda de “prioridades compartidas” entre las que ha mencionado la protección de la democracia y los derechos humanos –dos frentes en los que Milei ha despertado inquietudes–, la lucha contra el cambio climático –que Milei niega–, y la agenda de seguridad alimentaria y energética global, en la cual el gobierno de Biden espera que la Argentina cumpla un papel estratégico.
PERFIL
En el Tesoro y en el FMI Milei discutirá el perfil del programa económico, que apunta a imprimir un fuerte ajuste fiscal y un reacomodamiento de las variables monetarias para comenzar a estabilizar la economía.
A diferencia de sus dos antecesores, Mauricio Macri y Alberto Fernández, Milei tendrá un margen mucho más acotado en el Tesoro. Jay Shambaugh, subsecretario para Asuntos Internacionales del Tesoro y un colaborador de la secretaría del Tesoro, Janet Yellen, dijo en un discurso en septiembre que el Fondo “debe estar dispuesto a retirarse si un país no toma las medidas necesarias” para ser eficaz, un mensaje unívocamente leído como un punto aparte con la Argentina. Pero Milei también llega con una visión –y un paquete de reformas– mucho más alineada con la filosofía del FMI que la de Fernández, o, incluso, la de Macri.
La nueva negociación con el FMI arranca bajo una enorme presión: en enero y diciembre, la Argentina tiene que pagar casi 4000 millones de dólares para poder mantener el programa vigente a flote y encarar la nueva renegociación con el organismo.
Visita religiosa y almuerzo con Clinton
El presidente electo Javier Milei visitó en la ciudad de Nueva York la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, un sitio religioso al que ya había ido antes de las PASO de agosto, para luego trasladarse a Washington, donde tenía pautada una reunión con funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI), la Casa Blanca y el Tesoro.
En su primera actividad en Nueva York, Milei visitó la sinagoga OHEL para “dar las gracias por el lugar que le ha dado Hashem”, término hebreo usado para referirse a Dios y que significa “El Nombre”.
El OHEL es la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, conocido como “el rebe de Lubavitch” y considerado milagroso. Está situada en el barrio de Queens.
Luego, al mediodía, el presidente electo almorzó con el expresidente y referente del Partido Demócrata, Bill Clinton, en un hotel de Nueva York, según precisaron a Télam fuentes de La Libertad Avanza.
Desde el espacio libertario indicaron a Télam que “las reuniones son protocolares para explicar el plan económico: ajuste fiscal, reforma monetaria, reforma del Estado y desregulación”, a la vez que desmintieron que se trate de una “búsqueda de financiamiento”.