Reconocernos en nuestros semejantes expresa una elemental dimensión de humanidad. En un presente en que la prisa cotidiana dificulta detenerse, socorrer y hacerse cargo de los demás, no se trata de mirar hacia otro lado. Ni de delegar la responsabilidad para que otros hagan caridad . Se trata de responder a un compromiso profundo e implicarse en primera persona. Ese fue el mensaje que dejó la Jornada Mundial de los Pobres, que se realizó en Plaza Alvear. El encuentro contó con la presencia de artistas locales que ofrecieron sus propuestas a los asistentes.