Se trata de una relación insana con el trabajo, en la cual la carga y las demandas exceden nuestra capacidad para manejarlas de manera saludable. Es un desequilibrio, que puede tener un impacto significativo en la salud mental.
Verónica Debronich (*) | Télam
En el mundo laboral actual, cada vez más profesionales experimentan una sensación de esfuerzo constante, donde el trabajo parece una tarea perpetua y, a veces, infructuosa.
Esta sensación ha sido bautizada como sisifemia, en alusión al mito de Sísifo, quien fue condenado a un ciclo interminable de cargar una roca cuesta arriba, solo para verla caer una y otra vez.
En 2022, José Manuel Vicente, director de la Cátedra de Medicina Evaluadora Pericial de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), identificó y nombró esta nueva patología laboral.
El mito de Sísifo narra la historia de un hombre que desafió a los dioses y, como castigo, fue condenado a cargar una roca hasta la cima de una montaña, solo para verla caer una y otra vez. Esta tarea, aparentemente sin fin, simboliza la naturaleza repetitiva y aparentemente fútil de ciertos esfuerzos en la vida. En el ámbito laboral, la sisifemia se manifiesta en tareas que parecen no conducir a un resultado duradero o significativo, a pesar del esfuerzo continuo.
El término sisifemia captura la esencia de la repetición constante y el sentimiento de futilidad que a menudo acompaña a ciertas labores laborales.
La falta de confianza en uno mismo puede llevar a una constante búsqueda de validación a través del trabajo, mientras que la hiperexigencia puede generar una presión constante por alcanzar estándares poco realistas. Ambos factores pueden contribuir a un ciclo de esfuerzo incesante y autoexigencia desmedida.
La sisifemia puede afectar a trabajadores de todos los sectores y niveles, pero se observa de manera más pronunciada en ciertas profesiones. Uno de los grupos más susceptibles se encuentran en los profesionales de la salud. Los médicos, enfermeros y otros trabajadores de la salud a menudo enfrentan una carga de trabajo abrumadora y demandante, lo que puede conducir a la sensación de que están atrapados en un ciclo sin fin de responsabilidades.
También abogados y profesionales legales. La naturaleza rigurosa y a menudo exigente del trabajo legal puede generar una sensación de sisifemia, especialmente cuando se enfrentan a casos complejos y procesos judiciales prolongados.
Del mismo modo, empresarios y emprendedores, ya que la gestión y desarrollo de un negocio propio a menudo implica desafíos constantes y la necesidad de superar obstáculos, lo que puede llevar a una sensación de esfuerzo continuo.
Por otro lado, especialistas en tecnología e informática. En un campo en constante evolución, los profesionales de la tecnología pueden sentir que están persiguiendo constantemente nuevas habilidades y conocimientos para mantenerse actualizados.
Algo similar sucede con los profesionales de finanzas y banca. En un entorno financiero competitivo y sujeto a regulaciones cambiantes, la presión por alcanzar metas financieras puede llevar a una sensación de carga laboral incesante.
CÓMO AFRONTAR ESTE PROBLEMA. Recomiendan gestión efectiva del tiempo, priorizar tareas y establecer límites para evitar la sensación de trabajo constante. La promoción del bienestar fomentando hábitos de salud física y mental para mantener un equilibrio entre trabajo y vida personal. Así como también el establecimiento de metas realistas definiendo objetivos alcanzables y celebrar los logros, por pequeños que sean.
Tengamos en cuenta por ejemplo que el 75% de las firmas y abogados no cuenta con una herramienta de gestión legal, y esto termina agobiando a las personas y generando sisifemia.
Reconocer y abordar la sisifemia es esencial para promover un entorno laboral equilibrado y gratificante. La gestión del tiempo, el bienestar personal y la autoestima son elementos clave en la lucha contra esta sensación de carga incesante. Al implementar estrategias efectivas, los profesionales pueden encontrar un sentido de logro y satisfacción en su trabajo, liberándose del ciclo interminable de la sisifemia.
(*) Experta en capacitaciones en habilidades blandas y cofundadora de Gimnasio de Emociones.