Facundo Müller dirige en la B2, la Liga profesional de Japón que nació en el 2016 con la idea de hacer del baloncesto un deporte nacional. Buscan popularizarlo y en su visión sacarán los descensos para que las empresas apuesten a los equipos sin depender de los resultados deportivos.
PABLO ROCHI
Semanas atrás, Facundo Müller inició su cuarta temporada en el básquet japonés. Desde el 2017, el entrenador paranaense dirige al Veltex Shizuoka, estructura deportiva que en su momento decidió contratarlo para iniciar un proyecto por demás tentador.
Müller llegó al mencionado equipo cuando se encontraba en la Liga B3 de Japón, la tercera categoría en ese país. Después de algunos años como protagonistas en la divisional, Veltex Shizuoka logró su cometido y hoy, por primera vez, es parte de la B2, la segunda categoría.
Meticuloso en su proyección y con una visión a futuro, la Liga Nacional nipona acaba de anunciar una reestructuración en sus competencias con la idea de hacer del baloncesto “un deporte nacional”. Sus principales dirigentes han trazado ideas y ya diseñan lo que será la B League japonesa en el 2026 siguiendo los tres ejes en el que se apoyan: “fortalecimiento”, “gestión” y “sociedad”. Lejos de eso está el básquet en Argentina, ¿no?.
EN SU LUGAR
Cuando Facundo Müller aceptó la propuesta de Veltex Shizuoka sabía que por delante iba a tener un difícil desafío pero en una estructura admirable como perfeccionista.
La temporada pasada Veltex Shizuoka logó el ascenso y hoy ya es parte de la B2, el objetivo central por el cual este equipo contrató al entrenador entrerriano.
Desde hace 4 años Müller vive en Shizuoka, una ciudad portuaria con alrededor de 720.000 habitantes. La misma fue fundada el 1 de abril de 1889.
Shizuoka se encuentra a 180 kilómetros de Tokio. El tren es la opción más rápida para llegar. Tarda solo 1 hora en unir ambas localidades.
Shizuoka es famosa por suministrar la mayoría del té y el atún maguro de Japón. A su vez, tiene el puente de madera más largo del mundo, el puente de Horai, construido en 1879 con una longitud de 897 metros.
“Me siento adaptado a esta Liga, por más que estar lejos es duro tanto para mi como para mi familia. Me gusta entrenar y trabajar acá. Cuando vine en el 2017 a entrenar un mes a la selección de Japón me volví a la Argentina pensando en regresar y dirigir un equipo. Lo conseguí y ahora estoy iniciando una nueva temporada. Estoy totalmente adaptado. Más adelante seguramente volveré a la Liga Nacional porque es de donde salí. Sigo la Liga de Argentina y algún día me gustaría volver”, sostuvo el ex técnico de Echagüe.
La B2 ya entró en marcha y el conjunto de Müller tuvo un interesante inicio. La competencia cuenta con 14 equipos y el Veltex Shizuoka se encuentra en el denominado Distrito Oeste. Hasta acá, está en el 5º puesto de la tabla con 11 ganados y 9 perdidos.
Su goleador es Thomas Broplay, un escolta estadounidense de 32 años que promedia 16,8 puntos por juego. El otro es Kenny Lawson Jr, un pivot estadounidense de 35 años que registra 14.8 tantos por partidos.
La Liga B2 está dividida en dos distritos, Este y Oeste. Los equipos juegan 6 rondas en su propia región, 2 rondas en otros distritos y 2 rondas más contra 5 clubes seleccionados al azar en otros distritos, En total juegan 60 partidos en la temporada.
En esta Liga, cada equipo puede contar con 3 o menos jugadores extranjeros, aunque reglamentariamente en cancha pueden estar dos a la vez o menos.
Sacar los descensos como negocio
La Liga Japonesa es una competencia joven, siendo que el básquet no es uno de los deportes preferidos en Japón. Se creó en el 2016 siendo el tercer deporte profesional de ese país después del béisbol y el fútbol.
Hasta ese entonces, este deporte estaba bajo la Asociación Japonesa de Baloncesto (JBA).
Desde que comenzó la B League la escala comercial de esta estructura y de los clubes ha crecido significativamente, como así también el nivel de sus jugadores y se su seleccionado: En este tiempo Japón pudo clasificarse para la Copa Mundial de Baloncesto FIBA y los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Ahora bien, en esto de seguir expandiéndose y no detener el crecimiento sus principales dirigentes vieron que es fundamental crear un entorno deportivo en el que las empresas puedan invertir para crecer desde una perspectiva estratégica.
La visión a futuro está tan clara en Japón que para lograr su cometido saben que será esencial hacer cambios en la estructura de la Liga. El diseño del básquet japonés ya adelanto que a partir de 2026 van a anular los ascenso y descensos.
“Como medio para superar la situación actual, los ascensos y descensos basados en el desempeño competitivo serán abolidos a partir de la temporada 2026-27. Establecemos estándares altos y continuamos creciendo incluso cuando nos convertimos en una liga de tipo expansión”, señalaron desde B League.
¿Por qué lo creen así?. Entienden que para fortalecer la competencia y aspirar a una liga superior los equipos deberán trabajar en función de un plan de negocios por encima de los resultados competitivos. Los japoneses entienden que ningún equipo puede ofrecer estabilidad a las empresas que la acompañas si sus “vidas deportivas” dependen de los resultados en cancha.
Con tiempo prudencial, en Japón ya se preparan para confeccionar una Liga que se denominará B League Premier. Los clubes que cumplan con los estándares podrán unirse a partir de 2027 en adelante. *En principio, se espera que en 2026 se abran un máximo de 18 clubes”, se dijo.
“Bajo este sistema, los clubes podrán invertir para crecer desde una perspectiva a largo plazo, lo que conducirá a la promoción de planes de estadios y facilitará el trabajo en la revitalización regional y la solución de problemas sociales”, señala el sitio de la competencia.
La Liga de Japón actualmente está dividida en B1, B2 y B3, siendo que desde el 2026 se unificará como B League Premier.
Lo hacen porque se pretende hacer del baloncesto un deporte nacional, popularizarlo con mayor números de jugadores y que éstos trasciendan hasta llegar a la competencias más importantes del mundo.
