Una larga historia de abandonos terminó con una adopción múltiple, gracias a la cual seis hermanitos recorrieron más de 700 kilómetros para ser parte de una nueva familia. De este modo, los niños y sus mamás lograron que confluyan los proyectos, al ser protagonistas de una historia que parece sacada de una película.
Ubicada a 32 kilómetros de Rosario, una comunidad pequeña llamada Luis Palacios ha sido noticia: una pareja ha conformado de golpe una familia numerosa, al adoptar seis hermanos de entre 3 y 10 años, que estaban alojados en una institución de Corrientes. Luego de recorrer unos 725 kilómetros los niños encontraron una comuna alborotada por los recién llegados. No es para menos, si se repasan los últimos censos se advertirá que la población viene decreciendo en Luis Palacios.
Si bien la principal actividad económica del pueblo es la agricultura, también hay emprendimientos diversos como producción de ranas, pollos, conejos y peces ornamentales, elaboración de chacinados, miel y queso de cabra.
A esa tranquilidad semirural la vino a interrumpir alegremente el arribo de estos seis hermanitos correntinos, que fueron adoptados tras una Convocatoria Pública Nacional. Allí comenzaron una nueva vida con sus mamás Elisa y Eliana, en aquel pequeño pueblo de Santa Fe, donde fueron recibidos con carteles de bienvenida, globos y regalos.
Los niños llevaban más de dos años viviendo en un Hogar en la capital de Corrientes; ahora, viven todos juntos en una casa grande y sus madres compraron un auto de ocho asientos, para salir a pasear.
Eliana Español (36) y Elisa González (47) son ahora las madres, seleccionadas entre 35 personas inscriptas tras el llamado del Juzgado de Familia, Niñez y Adolescencia N°4 de Corrientes, para adoptar a Juliana (10), Alejandra (8), Noelia (7), Cristian (5), Jeremías (4) y Camila (3).
Por estas horas, la casa grande en el pequeño pueblo de Luis Palacios, distante a 30 kilómetros de Rosario, es un torbellino, “está dada vueltas, pero es un desorden lindo”, cuenta Eliana.
Durante el diálogo, ella relata esas primeras horas de convivencia, con sorpresas, algarabía y berrinches y las manos solidarias que sumaron con regalos, ropa, juguetes, afecto, compañía, trabajo, juegos y el aporte amoroso de otras personas.
Lazos
La primera vinculación fue en Corrientes, donde compartieron paseos, parques, playa, desayunos, shopping y hasta una cena en un local de una conocida marca de comida rápida, “con cajita feliz para todos”, relató Eliana.
La jueza Carolina Macarrein destacó que el vínculo de la pareja con los niños “fue instantáneo, increíble cómo se adaptaron”.
“A veces se tarda en lograr la afinidad, no fue así en este caso. No lo podíamos creer”, aseguró a su turno la titular del Juzgado de Familia, Niñez y Adolescencia N°4, a la vez que hizo hincapié en “la gran labor interdisciplinaria del proceso de selección”.
La magistrada se refirió a la importancia de los tiempos en estos casos, a la urgencia, la necesidad y celeridad para que los hermanitos (que pidieron especialmente no ser separados) logren una vida en familia a través de la adopción.
Los chicos llevaban, en su corta vida, una larga historia de abandonos. “Hubo intentos de revinculación hasta con la familia extendida, pero siempre fracasaron y volvían al hogar”, detalló Macarrein la impulsora del cambio de vida y especialmente promotora “de la urgencia”.
Contenta por el logro alcanzando y que estén en proceso de preadopción, subrayó que la pareja “ha pasado todas las instancias y les dio muy bien”.
Esta no es la primera adopción de estas características motorizada por la jueza Macarrein. Hace tres años, cuando cumplía idéntica función en la localidad fronteriza de Paso de los Libres, llevó adelante y con éxito la adopción de cinco hermanitos que hoy viven con su familia en un pueblito cercano a la ciudad bonaerense de Necochea, “muy cerquita del mar”.
“Eso fue también muy gratificante”, aseguró y, en este marco, expresó su deseo: “queremos que se vuelva a confiar en la Justicia, demostrar que realmente funciona y que es posible reducir los tiempos, que los niños salgan de los hogares y comiencen una vida nueva con una familia”.
Eliana lo entiende en ese sentido y dijo que el sistema cambió, que no es como antes, porque ellas se inscribieron en julio y en sólo seis meses los chicos ya “están en casa” e hizo un llamado para los que pretenden adoptar niños pequeños y sólo uno, “porque hay niños y niñas más grandes, que también esperan una familia”.
Y luego volvió al relato de los primeros días de la nueva familia. “Las chicas del equipo de Hockey (Eliana es entrenadora) nos recibieron en casa con cartelitos, globos y regalos”.
Resonantes
También en la Comuna hubo una bienvenida del Intendente y su equipo para las flamantes madres y los pequeños, con chocolate, facturas y regalos para los niños.
“Están contentos, desbordados, excitados, tienen toda la atención, es un cambio muy rotundo de vida”, detallaron sobre las primeras horas de los niños en el pequeño pueblo santafecino.
Asimismo, surgieron las primeras enseñanzas. “Están aprendiendo que todo se comparte y todo es de todos”.
Así es la nueva realidad de la pareja, que incluye manos solidarias que se multiplican: la familia de Elisa, padres y hermanos y hasta una cuñada médica y amigos y amigas de ambas que se convirtieron en tíos y tías del corazón.
“Recibimos cientos de mensajes, ofreciendo ayuda, nos regalaron mucha ropa y juguetes. Nos sentimos acompañadas”, aseguraron, satisfechas.
Elisa y Eliana tienen dos peluquerías, y Eliana trabaja también en una empresa. Se conocen hace casi 20 años, están en pareja desde 2005 y se casaron en 2010.
Tienen una casa grande, con pileta, dos habitaciones para los niños, compraron un auto de ocho asientos, se están acomodando y organizando para el cuidado de los pequeños y ya establecieron que Eliana estará en casa por la mañana y Elisa por la tarde.
La nueva vida, con los pequeños revoloteando en casa, les revolucionó el corazón, aseguraron.
“Es imposible poner en palabras lo que sentimos”, expresó Eliana, emocionada; y recordó: “No me olvido nunca las palabras de la jueza, ‘un huracán de niños’, y así es que tenemos la casa dada vueltas, pero es una vuelta hermosa”.
Y agregó que cree en el destino, “porque todo se da por algo. Por algo ellos llegaron a nuestras vidas”.
“Le hice una promesa a San Nicolás, Yo sé que vamos a poder, con amor y paciencia, todo se puede”, aseguró Eliana.
Y los planes de familia se van sumando. “Ya estamos planeando armar el arbolito de Navidad y escribir las cartitas para Papá Noel”.
“Seguramente pedirán bicicletas, porque ya vieron que en el pueblo la mayoría de los niños anda en bicicleta”, concluyó sobre los regalos para Juliana, Alejandra, Noelia, Cristian, Jeremías y Camila, que este año, pasarán Navidad en familia, con sus mamás Elisa y Eliana.