Nacida en María Grande, la ex jugadora de Talleres sufrió una dura lesión que puso en duda su carrera como basquetbolista. Cambió el chip, entró en Modo Acción y se recuperó en 6 meses. Acaba de ganar la Liga de México junto a su equipo, el Teporacas de Chihuahua.
Arrancó el año recuperándose de una exigente operación en la rodilla, terminó el 2023 jugando en el exterior y siendo campeona en la Liga de México. La temporada para Maribel Barzola sucedió como una película, con una trama difícil pero con un final feliz.
Aquella lesión y posterior operación del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda la llevaron a conocer muchos miedos y angustias, de hecho hasta se cuestionó si valía la pena seguir jugando. No obstante, las ganas de estar en la cancha y seguir picando la pelota fueron más fuertes: Maribe pateó el tablero, en 6 meses se recuperó y le dijo “sí” a la chance de irse a jugar a otro país, con todo lo que ello significa.
Nacida en María Grande, la ex jugadora de Talleres acaba de levantar el título en la Liga de Básquetbol del Norte (LBN) de México junto a su equipo, el Teporacas de Chihuahua.
Días atrás, y tras una gran campaña, alcanzaron la final, instancia donde superaron 4-2 a Carrilleras de Chihuahua, en un duelo caliente. Ya en Argentina, Maribel Barzola jugó uno contra uno con EL DIARIO.
-En su momento no la pasaste bien, pero ir por más tuvo su recompensa ¿Qué significa para vos este título?
-Mucho. La verdad, es un mimo a todo el esfuerzo que hice durante el año y a los momentos que pasé, aquellos buenos y no tan buenos.
-La lesión en la rodilla y la operación te pusieron en una situación poco conocida para vos. ¿Qué pensaste en ese momento en cuanto a la continuidad de tu carrera basquetbolista?
-A mí me operaron del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda el 1 de diciembre del 2022. Los primeros meses fueron difíciles, tuve que pasar todo un proceso como si fuera un duelo. La angustia y la tristeza de esos momentos es un poco difícil de explicar. La cabeza juega un papel muy importante, ya que te invaden las preguntas de cuánto tiempo voy a volver, qué tan rápida va ser la recuperación, si voy a volver al nivel que tuve, cuántos meses de competencia me iba a perder y otras preguntas más. Siempre dije que para mí fue una lesión muy psicológica. Y la cabeza fue un factor clave en mi rehabilitación. Me propuse en 6 meses estar de vuelta y así fue.
-¿Después de la operación tuviste miedo de no seguir jugando?
-No fue miedo, pero si en un momento me empezó a cuestionar de seguir jugando, no me sentía lo suficientemente fuerte para seguir con toda la rehabilitación y ese proceso. Luego de eso me replantee muchas cosas y dije “No. Yo en 6 meses voy a estar de vuelta y más fuerte”. Y así fue.
VIVÁ MEXICO
-¿Cómo surgió está chance de jugar en México?
-La oportunidad surge por medio de mi representante. Estaban buscando refuerzos para la Women’s Basketball League of the Americas (WBLA) y yo estaba disponible ya que hacía poco tenía el alta de mi rodilla. Así que no dudamos en tomar la opción.
-¿Y qué diferencias encontraste entre la Liga femenina de Argentina y la de México?
-En mi opinión acá en Argentina está más profesionalizado en cuanto a nivel y calidad de entrenamientos. Los entrenamientos son mejores ya que están planificados y también es un juego más físico y táctico. Pero el nivel de este torneo en México fue bueno, había buen nivel de jugadoras y extranjeras.
-¿Tenés chance de seguir en México, te gustaría seguir en el extranjero o pretendes volver a la Argentina?
-La idea en un principio es volver a México en enero, veremos si se da. Me gustaría seguir jugando en el extranjero un tiempo más. Económicamente no hay comparación con nuestra Liga Nacional. Igualmente, no descarto volver a jugar en la Argentina, me encantaría.
-¿En todo este tiempo cuánto pensaste en María Grande y en Talleres tras este título?
-Muchísimo. Cuando ganamos el torneo se me pasó por la cabeza todas las horas que pasé en los clubes, con Agustín mi entrenador, Lázaro mi preparador físico, mis amigos, y mi familia que estuvieron todos esos meses de rehabilitación apoyándome. Los chicos de la Primera de Atlético Marías Grande que me permitieron entrenar con ellos para volver a jugar, al igual que las chicas de Talleres. Todos ellos fueron parte del proceso y gracias a ellos también fue este campeonato.