Las fiestas de Navidad y fin de año suelen representar un problema serio para las mascotas y para sus dueños. La razón en sencilla: la pirotecnia cuyos estampidos divierten a algunos, espanta a los animales, que tienen un aparato auditivo sumamente sensible. En la siguiente nota, un referente de Alma Canina nos comparte algunos consejos.
Mariano Strekir
Especial para EL DIARIO
Navidad y Año Nuevo son dos fechas en las que los veterinarios tienen más consultas que de costumbre. Y es que, a pesar de toda la información que se difunde acerca de sus efectos negativos, aún hay personas que celebran las fiestas de fin de año en compañía de uno de los grandes enemigos de los animales: la pirotecnia.
Por ello es importante saber cómo actuar para que no sufran nuestras mascotas, especialmente los perros, pues son muy sensibles a ciertos sonidos. Si un estruendo puede conmover a una persona, cuánto más a un perro. La experiencia los puede dejar inquietos, desorientados y con mucho miedo, aún pasado un largo rato de producida la explosión.
Conviene tener en cuenta que los perros no escuchan al nacer y recién lo hacen cuando tienen alrededor de 21 días de vida. Durante ese tiempo se basan únicamente en el olor para interpretar su mundo. Ahora, en el momento en que el sentido del oído está totalmente desarrollado su audición es mayor a tres veces que la nuestra.
Por ello, los animales domésticos sufren mucho los estruendos de la pirotecnia. Al tener el sentido del oído notablemente más desarrollado que el nuestro, con los estruendos sufren alteraciones auditivas, estados de desorientación, miedo extremo e incluso terror a la muerte inminente. Una reacción probable es que, si explota cerca un cohete, los perros se muestren desorientados, tengan temblores musculares, taquicardia y exceso de salivación. En animales viejitos o que tienen cardiopatías preexistentes el incidente puede llegar a producir la muerte.
Para tener unas fiestas seguras con nuestro compañero de cuatro patas, debemos contribuir con que se sienta tranquilo y seguro. Aquí algunos consejos para lograrlo.
- Mantener a las mascotas resguardadas en espacios interiores: esto no solo evitará que huya sino también que se lastime al intentar escapar de los fuegos artificiales.
- Crear un espacio seguro: este es el momento ideal para para pensar su espacio de forma accesible. Si el que tiene no fuera seguro, podemos ubicarla en una habitación pequeña con música de fondo (relax o mantras). En ese sentido, se sugiere que en el lugar donde estará alojada tenga a la mano su cama, mantas y juguetes favoritos.
- Juegos para masticar: un buen consejo es brindarle un snack o algún juguete para que muerda y desvíe su atención. Esto les permitirá calmar la ansiedad.
- Asegurarse de que tenga un collar y una placa: estos elementos de identificación permitirán que sean hallados en el caso de que se escapen de casa.
- Evitar atarlos ya que por el susto se pueden lastimar: una reacción esperable es que se alteren por las explosiones; de manera que atarlos puede agravar la situación.
- Agotar su energía: este momento de encierro es ideal para que jueguen, corran y salten. Junto a un juego de olfato, podremos agotarlos físicamente y mentalmente, dando una posibilidad de que estén más tranquilos por el cansancio.
En definitiva, así como para las fiestas planificamos ciertas y determinadas actividades para pasarla bien, es importante que pensemos en que también nuestras mascotas tienen derecho a estar tranquilos. Nuestra diversión y la de ellos pueden ser compatibles.
Una fiesta para todos
Navidad y el Año Nuevo es una época de tortura para los animales, sobre todo para los perros. La mascota más querida de las familias siente los ruidos más que un humano, por lo que la pirotecnia le provoca daños, miedo y dolores de cabeza.
Ahora que estás organizando la reunión familiar o con amigos, consultá qué hacer para que tu mascota también sea parte de los festejos, así como lo es diariamente en tu vida.
