“Cuántas masacres de inocentes en el mundo, los Jesús de hoy. En el vientre materno, en las rutas de los desesperados, en las guerras.
Cómo podemos hablar de paz si aumenta la venta de armas?”, afirmó hoy el Papa Francisco y pidió que se “liberen a los rehenes” israelíes, en manos de Hamás. “No más guerra en Tierra Santa”, clamó.
“En la Escritura, al Príncipe de la Paz se le opone ‘el príncipe de este mundo’ que, al sembrar la muerte, actúa contra el Señor, ‘amante de la vida’!, señaló el Sumo Pontífice, en el Mensaje de Navidad “Urbi et Orbi”.
“Lo vemos en acción en Belén cuando, tras el nacimiento del Salvador, se produce la masacre de los inocentes. Cuántas masacres de inocentes en el mundo: en el vientre materno, en las rutas de los desesperados en busca de esperanza, en la vida de tantos niños cuya infancia está devastada por la guerra. Son los pequeños Jesús de hoy, estos niños cuya infancia está devastada por la guerra, por las guerras”, expresó luego.
“Decir ‘sí’ al Príncipe de la Paz significa decir ‘no’ a la guerra, a toda guerra, a la lógica misma de la guerra, a un viaje sin destino, a una derrota sin vencedores, a una locura sin excusas. Pero para decir ‘no’ a la guerra hay que decir ‘no a las armas’. Porque, si el hombre, cuyo corazón está inestable y herido, encuentra instrumentos de muerte en sus manos, tarde o temprano los utilizará. Y cómo podemos hablar de paz con la producción, las ventas y el comercio de armas?”, exclamó Francisco en su mensaje.
El día de la paz “se acerca en Israel y Palestina, donde la guerra sacude la vida de esas poblaciones. Los abrazo a todos, en particular a las comunidades cristianas de Gaza, a la parroquia de Gaza y a toda Tierra Santa”, afirmó luego en su “Urbi et Orbi”.
“Llevo en mi corazón el dolor por las víctimas del execrable atentado del 7 de octubre pasado y renuevo un llamamiento urgente para la liberación de los que aún están secuestrados -añadió- ruego que frenen las operaciones militares, con su aterradora sucesión de inocentes víctimas civiles y que se remedie la desesperada situación humanitaria permitiendo que llegue la ayuda”, afirmó el Papa.
“Desde el pesebre, el Niño nos pide que seamos la voz de los que no tienen voz: la voz de los inocentes, que murieron por falta de agua y de pan; la voz de los que no encuentran trabajo o lo han perdido; la voz de quienes se ven obligados a huir de su patria en busca de un futuro mejor, arriesgando sus vidas en viajes agotadores y a merced de traficantes sin escrúpulos”, sostuvo el Papa.
“No sigamos alimentando la violencia y el odio, sino comencemos a encontrar una solución a la cuestión palestina, a través de un diálogo sincero y perseverante entre las partes, apoyado por una fuerte voluntad política y el apoyo de la comunidad internacional”, afirmó el Pontífice.
“Hermanos y hermanas, oremos por la paz en Israel y Palestina”, añadió.
“Mi pensamiento se dirige también a la población de la atormentada Siria, así como a la del Yemen que aún sufre”, amplió en su mensaje de Navidad.
“Pienso en el querido pueblo libanés y rezo para que encuentre pronto la estabilidad política y social -prosiguió-.
Con los ojos fijos en el Niño Jesús, imploro la paz para Ucrania. Renovemos nuestra cercanía espiritual y humana a sus atormentados personas, porque a través del apoyo de cada uno de nosotros se siente la concreción del amor de Dios”.
“Se acerca el día de la paz definitiva entre Armenia y Azerbaiyán”, apuntó luego el Pontífice. “Que la continuación de las iniciativas humanitarias, el regreso de los desplazados a sus hogares en condiciones legales y seguras, y el respeto mutuo de las tradiciones religiosas y de los lugares de culto de cada comunidad”, acotó.
Fuente: ANSA