1813
Atrapan en Gualeguaychú varios buques realistas
El 12 de enero de 1813 aparecien dos buques realistas en aguas del arroyo Gualeguaychú y cinco más penetrando en el arroyo Bellaco, hacia el puerto Landa. Las embarcaciones son atacadas por patriotas entrerrianos comandados por el capitán Gregorio Samaniego, acompañado del teniente José Ignacio González, alférez Santos Lima y el vecino Basilio Galiano. En la lucha los realistas españoles resultan derrotados, perdiendo los buques que son apresados junto con armas y una bandera que se deposita en la iglesia de San Antonio, en Gualeguay, y sufriendo numerosos prisioneros.
Dichos buques pertenecen a la escuadra española de Montevideo que excursiona por los ríos Paraná y Uruguay, en procura de provisiones.
1830
Dictan normas para la fiscalización la enseñanza pública
Durante la gobernación de José León Sola (1830), y en medio de la convulsión de la denominada “anarquía entrerriana”, se dictan varias normas para ordenar el sistema educativo provincial. Se crean Juntas de Propios en Paraná y Concepción del Uruguay, por ley del 12 de enero de de 1830, que, además de reglamentar la recaudación, es su artículo 17 establece que “por medio de sus miembros que comunicará al efecto, practicará la competente inspección del estado de la educación pública en todas las escuelas de primeras letras que haya es sus distritos, dando cuenta al Congreso de todo lo que juzgue conveniente adelantar en beneficio de este Establecimiento”.
1859
Urquiza media en el diferendo estadounidense-paraguayo
El Congreso de los Estados Unidos había autorizado al presidente Buchanan a exigir, por la fuerza, a Paraguay, indemnizaciones estimadas en un millón de dólares, por los perjuicios ocasionados a una gran empresa industrial y de navegación de propiedad del súbdito Eduardo A. Hopkins, establecido en ese país siendo nombrado cónsul más tarde. Al parecer divergencias con el gobierno del Paraguay dan lugar a procedimientos contra el industrial y sus hermanos, al punto que debien abandonar todo y ausentarse del país. El comisionado norteamericano, Mr. Fitzpatrik, que viaja a Asunción para arreglar este asunto, es tratado en forma áspera, llegándose finalmente a un estado de guerra, enviando los Estados Unidos al Río de la Plata una escuadra de 18 buques, con 191 cañones, 257 oficiales y 2.400 soldados, al mando del comodoro Williams B. Schubrik.
El general Urquiza, advirtiendo la inminencia del peligro, dispone intervenir con un propósito amistoso y pacificador, y después de conferenciar con el comisionado diplomático, el juez James B. Bowlin, y con el comodoro Schubrik, se embarca el 12 de enero en Paraná, en el vapor paraguayo “Salto de Guaira”, con destino a Asunción, previa delegación del mando presidencial. Lo acompañan en su viaje el general Guido, Benjamín Victorica, Ricardo López Jordán, Juan José Alvarez, Ángel M. Donado, Eduardo Guido y algunos familiares. Su llegada se produce el 16 y manteniendo conversaciones con el presidente paraguayo, Carlos Antonio López, y los comisionados americanos, se llega a soluciones satisfactorias, evitándose la guerra.
Asegurada la paz, el presidente Urquiza emprende viaje de regreso, el 19 de febrero, en el vapor paraguayo “Tacuarí”, llegando el 3 a Corrientes, donde se oficia un Te Déum celebrando el acontecimiento y el nuevo aniversario de la batalla de Caseros.
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