1825
Disposiciones preventivas de la tuberculosis y la lepra
El Congreso provincial prohíbe que de ningún modo se permita la existencia de “enfermos de tisis o lazarinos; que los enfermos existentes sean inmediatamente separados de las poblaciones” a quienes no se les puede dispensar consideración alguna de parte de los jueces; que “los descendientes o dependientes del que muera conocidamente por los físicos de semejantes achaques, no tendrán poder en los muebles, ropas y otras cosas del uso del finado, sólo para quemarlas”; que “los lazarinos que actualmente viven en los pueblos, que por su estado de pobreza o imposibilidad no puedan por sí hacer su habitación fuera de ellos”, podrán ser ayudados por el vecindario exhortado a ello por los jueces y que el local que hubieren habitado no podrá ser ocupado sin permiso de los jueces.
El 20 de enero, el gobernador Sola, devuelve objetada la ley por “los poderosos obstáculos que impiden se lleven a ejecución lo que establece su disposición sobre los desgraciados que sufren el cruel azote de la tisis y el mal de lázaro”. Critica los artículos de la ley y sugiere la construcción de un hospital para recoger a los enfermos.
El Congreso, el 28, rebate las apreciaciones del gobernador y aunque insiste en su juicio, transa en la emergencia con las siguientes expresiones: “Entre tanto, quiere el Congreso que el gobierno imparta sus órdenes a los jueces, para que no dejen afincarse en los pueblos individuos de estos males, etc.” Al otro día el gobernador responde “que miraría con todo interés de preferencia este asunto, y que hará en favor del público todo cuanto sea conciliable con sus arbitrios”.
1850
Urquiza reelecto gobernador
En el Cuartel General de Calá, Urquiza presta juramento como gobernador de Entre Ríos, cargo para el que es reelecto por tercera vez el 15 de diciembre de 1849.
1876
En el Campo de Calá, se erige la Villa Rocamora
Mediante una ley se ordena la erección de la Villa Rocamora, en el campo del Calá y autoriza al Poder Ejecutivo para realizar los gastos pertinentes para la construcción de edificios destinados a templo, escuela y oficinas públicas. El nombre de la villa tiene el propósito de rendir homenaje al primer civilizador de Entre Ríos, fundador de Gualeguay, Uruguay y Gualeguaychú, don Tomás de Rocamora y al lugar histórico en que se levanta.
Calá, en el departamento Uruguay, recuerda al general Francisco Ramírez que reúne, en 1818, su primer ejército y luego acampa el general Urquiza con el “Ejército de Operaciones en campaña contra los salvajes unitarios”. En ese sitio ubica su campamento permanente y reúne a las caballerías entrerrianas que deben participar en la guerra contra el Paraguay y que se desbandan en Basualdo, primero, y en Toledo, después. Ubicado en la zona céntrica de Entre Ríos, constituye un punto estratégico insuperable.
En el lugar, que hoy se encuentra en proceso de puesta en valor, Urquiza hace construir varias piezas y galpones de techo pajizo destinados a habitaciones y oficinas militares, hospital, herrería, residencia de jefes y capellán, jabonería, barracas, pulperías, etc. A ese campo se envían jóvenes bien conceptuados “para educarlos y que sean útiles a su patria”, dice el general al reclamar su envío al gobernador delegado Antonio Crespo. El campo fue propiedad de la familia Larramendi, herederos de Juan de Garay y de Hernandarias, siendo adquirido por el Estado en 1829 y donado por la Legislatura al gobernador Sola, en reconocimiento a sus importantes servicios. Se lo conoce con el nombre de Rincón del Calá, tomado del correspondiente al arroyo que limita al sud con el distrito Moscas, del departamento Uruguay.
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