La intensidad del tránsito en épocas de vacaciones suele hacer más largo el tiempo que se permanece en la ruta. Los pasajeros pueden tener distintas distracciones o descansar, pero quien conduce debe mantener su atención en el camino.
Redacción BIEN!
El tiempo de vacaciones es siempre un momento crítico en las rutas argentinas. Se juntan quienes salen de vacaciones con quienes regresan y, salvo en las autopistas, la convivencia en la misma calzada de un gran número de vehículos que van en direcciones opuestas requiere mucha precaución y atención del conductor.
Mantener un ambiente tranquilo dentro del habitáculo es fundamental. Muchos creen que no influye tanto y que es divertido viajar con la música fuerte, moviéndose por juegos o bromas en los asientos posteriores, pero si el conductor no puede sentir bien el auto o quita su atención del parabrisas y espejos retrovisores, empieza a perder el control.
Posición de manejo
Lo primero que se debe hacer es establecer un perímetro de seguridad alrededor del asiento del conductor. No debe tener ningún elemento con el que sus brazos o cabeza puedan entrar en contacto y alterar su capacidad de maniobra.
Se debe adecuar la posición de manejo para tener los brazos aproximadamente en 120°, de modo que no queden ni muy estirados ni muy encogidos, ya que ante una maniobra inesperada es muy importante no perder ángulo de acción sobre el volante. Al establecer la altura del asiento en los casos en que sea regulable, se debe tener en cuenta el horario y el sentido del recorrido que se va a hacer, considerando la posición del sol.
Una vez definida la altura, posición e inclinación del asiento, la recomendación es regular los espejos retrovisores para que sean los ojos del conductor hacia atrás, tomando especial cuidado en que la carga en la parte posterior no tape el espejo central.
Organización del equipaje
En los autos tipo rural o SUV, que tienen el compartimiento posterior incluido en el habitáculo, todos los objetos deben ir por debajo de la línea superior de los asientos traseros, colocando las cosas más pesadas abajo y las más livianas arriba. Ya que si hay una frenada de emergencia o impacto, todos los objetos que estén por encima de la espalda de las plazas posteriores, saldrán volando hacia adelante. Que las más pesadas estén abajo permitirá que el centro de gravedad del auto esté más bajo también, con lo que la inercia que arrastre al vehículo lateral o longitudinalmente, en una curva o ante una frenada fuerte, sea considerablemente más baja.
En los autos con el compartimiento de equipaje independiente, un baúl o la caja de una camioneta, sólo hay que tener cuidado en colocar el peso mayor debajo y no tapar el espejo central.
También hay que asegurarse que todo lo que se vaya a utilizar durante el recorrido, esté a mano de quién lo necesita, de modo tal que no haya que desatarse los cinturones para acceder a ellos. Si fuera necesario, hay que detenerse, bajarse y seguir camino pero no soltarse el cinturón ni darse vuelta.
Alimentación
El conductor debe mantenerse despierto y alerta pero no tenso o nervioso, tampoco completamente relajado. Por ese motivo es recomendable elegir el horario adecuado para salir. Si se sale de madrugada, cuando amanece se produce un efecto de somnolencia por el brillo de la luz exterior sobre los ojos acostumbrados a la oscuridad o una claridad relativa. Si se retrasa el horario hasta que el sol empieza a aparecer en el horizonte, esa claridad no será molestia.
La alimentación es el segundo factor que genera un estado de sueño, la conocida “fiaca”. Por ese motivo es recomendable que quien va a conducir no ingiera muchos alimentos mientras está al volante. Comer genera que el proceso digestivo utilice más sangre en intestinos y estómago, eso implica una disminución de la irrigación del cerebro y el primer síntoma es de cansancio. Por otro lado, no mantenerse correctamente y frecuentemente hidratado también causa dolor de cabeza y sueño. Por supuesto, nunca se debe tomar alcohol cuando se va a conducir.
Cinta tape
Los autos modernos tienen exceso de partes cromadas en el interior, que conjuntamente con las pantallas ya habituales en los tableros, son generadoras de reflejos y brillos muy molestos para el conductor. Cuando un resplandor da justo en los ojos es común que quien conduce se mueva de su posición o saque una mano del volante para tapar ese brillo. Con un trozo de cinta adhesiva que se va pegando en el punto de reflejo, se soluciona el problema.
También es común ver que se cubren las ventanas laterales delanteras con algún tipo de tela, para evitar que el sol entre lateralmente generando brillos o mayor temperatura. No hay que obstaculizar las ventanas delanteras ni tampoco parcialmente los cristales de adelante y atrás, porque se reduce el campo visual del conductor, además de tapar los espejos. Algo similar ocurre con los acompañantes que suben las piernas al tablero. Además del peligro que eso implica porque si el airbag se activa puede fracturarle las piernas, en general esa postura también tapa el espejo retrovisor derecho.
Mirar más allá del capot
Si se conduce mirando 100 o 200 metros hacia adelante y se verifican constantemente los espejos, cualquier maniobra, error de conducción o desperfecto mecánico que puedan surgir de los vehículos que están alrededor, podrá ser visto con tiempo como para evitar un incidente.
No hay que tener temor a la ruta, sino tomarla con respeto y cuidado. Conducir puede ser muy placentero y terapéutico. Y si el tránsito es muy pesado, hay que tener paciencia y no hacer maniobras que puedan poner en peligro a propios y terceros.
