El Banco Central (BCRA) acumuló compras por US$ 6.905 millones desde la asunción presidencial de Javier Milei el último 10 de diciembre, una tendencia positiva que aún se sostiene y en febrero lleva un saldo de US$ 770 millones.
De esta manera, el BCRA adquirió divisas en 40 de las últimas 41 jornadas en el mercado único y libre de cambios (MULC), a razón de un promedio diario de US$ 168,4 millones.
El buen desempeño arrancó el pasado 13 de diciembre luego del salto cambiario del 118% que la autoridad monetaria realizó en esa jornada.
Ese día, el BCRA cerró con compras por US$ 284 millones e inició un rally positivo que solo fue truncado el último 31 de enero, cuando debió aportar US$ 10 millones al MULC para permitirle a una empresa hacer frente un pago puntual de obligaciones, de acuerdo a fuentes del mercado.
En diálogo con Télam, el director de CyT Asesores Económicos, Camilo Tiscornia, explicó que la gran racha se debió “por un lado, a un tipo de cambio más alto que favoreció la oferta de los dólares; y, por otro, al mantenimiento del cepo cambiario que sigue trabando la compra de moneda extranjera y posterga el pago de importaciones”.
En la misma línea, el economista de la consultora Epyca, Joel Lupieri, destacó que “la devaluación claramente impulsó las liquidaciones de divisas que venían atrasadas y con eso el Banco Central reforzó fuertemente sus reservas. La política económica ha sido eficaz en ese apartado”.
El analista del Grupo IEB, Facundo Herrar, sostuvo que “los efectos positivos de la devaluación aún se ven reflejados en las compras del BCRA y febrero debería continuar con un elevado ritmo de adquisición teniendo en cuenta que el tipo de cambio ajustado por inflación se encuentra en línea con el ´de equilibrio´ que recibió Alberto Fernández en 2019”.
“De todas maneras, habrá que monitorear atentamente los saldos del BCRA en el MULC conforme avancen las semanas y el tipo de cambio real se aprecie, dado el contexto de elevada inflación con un desplazamiento del tipo de cambio sustancialmente menor”, agregó.
A pesar de continuar la tendencia positiva, el poder de adquisición del BCRA se fue moderando con el correr de las semanas.
Es así que en diciembre, pos devaluación, logró comprar US$ 2.862 millones en 12 jornadas, en enero cerró con US$ 3.273 millones en 22 ruedas, y en febrero adquirió US$ 770 millones en 7 jornadas.
En otras palabras, se pasó de un promedio diario de compras por US$ 238,5 millones en diciembre a uno de US$ 110 millones en el segundo mes de este año.
La paulatina merma en la capacidad de compra tiene que ver, fundamentalmente, con dos factores: por un lado, con el paso del tiempo la cotización del tipo de cambio se va volviendo menos atractiva y el incentivo de los exportadores a liquidar divisas es menor, además de que buena parte ya fue liquidada en las primeras semanas pos corrección cambiaria.
Esa situación se profundiza por la decisión del BCRA de ajustar el dólar mayorista a un 2% mensual, en un contexto en el que la inflación se mueve por encima del 20%.
Por otra parte, la progresiva normalización del acceso del sector privado al mercado único y libre de cambios (MULC) empieza a atentar contra la capacidad de compra del BCRA.
Sucede que desde mediados del mes pasado ha ido creciendo el acceso de los importadores, en línea con el esquema pautado por el BCRA para el pago de compras externas.
La tendencia se profundizará ya que a partir de esta semana se habilitará el acceso al MULC para el pago de otro 25% en las importaciones de bienes y se les permitirá acceder a hasta US$ 50.000 a cerca de 10.000 mipymes para cancelar deuda comercial.
No obstante, el contrapeso a esos dos factores puede llegar a ser una merma en la demanda de importaciones a partir de la fuerte caída de la actividad económica.
El martes pasado, el Indec informó que en diciembre la producción industrial tuvo una importante baja del 12,8% interanual y del 5,4% respecto a noviembre.
En la encuesta de expectativas de la industria manufacturera que publica el Indec en ese informe, casi 1 de cada 2 industriales consultados manifestaron que la utilización de la capacidad instalada disminuirá durante el primer trimestre del año en comparación con igual período de 2023.
Respecto a las importaciones, tan sólo el 17% consideró que aumentarán en los próximos meses y un 34,7% señaló que se reducirán.
Al respecto, Lupieri agregó un elemento de alerta de cara a lo que viene: la dinámica de la brecha cambiaria.
“En términos generales, creo que mantener una brecha en torno al 50%-60% va a empezar a ser un problema en los próximos meses. Si eso sigue así, para que se sostenga la liquidación de divisas el Gobierno tendrá que darles algún incentivo a los productores agropecuarios y eso va a ser un punto de discusión”, sostuvo el economista.
Por su parte, Tiscornia puso el foco en el cepo cambiario, y consideró que “para este lapso corto los resultados son buenos”.
Pero afirmó que “lo que pasa es que no se puede pensar que para recomponer reservas se mantenga el cepo indefinidamente”.
“El Gobierno ya logró tener un tipo de cambio mínimamente competitivo, pero lo que tiene que dejar de estar en algún momento es el cepo y todas las restricciones. Esta dinámica de compras a partir de las restricciones está bien para arrancar, pero no puede durar indefinidamente”, concluyó el analista.
Fuente: TELAM / Emiliano Bonanotte