Cada vez son más los adeptos a una actividad que cobra fuerza en el mundo deportivo. Desde la Asociación Civil Entrerriana de Billar, dieron cuenta de la actualidad.
GABRIEL BALDI
Lo clásico nunca pasa de moda. Lo propio, sucede con el billar. Un juego que cada quien, al menos alguna vez en su vida llegó a practicar. Por lo general, de manera recreativa y distendida, entre amigos o en familia.
Sin embargo, su práctica deportiva se encuentra año a año con un mayor número de protagonistas. En ese sentido, para organizar las bases de la actividad en la provincia se encuentra la Asociación Civil Entrerriana de Billar (ACEB), entidad que funciona hace poco más de una década, aunque tiene su personería jurídica desde hace siete años.
Jorge Neri y Claudio Pasutti, presidente y secretario de la institución que nuclea a la disciplina en la provincia, hablaron con EL DIARIO sobre la evolución del billar y se expresaron sobre la esencia del juego, derribando diversos mitos que vincular a este deporte con hábitos poco saludables.
BASES SÓLIDAS
“La Asociación Civil Entrerriana de Billar tiene como objetivo difundir el deporte. Su propósito es llevar el billar deportivo a distintos clubes, salas y bares. Buscamos expandir la disciplina organizando escuelas. Intentamos enseñarle a la gente a cómo jugar, las claves de los tiros, la mesa, entre otros aspectos”, explicó Pasutti, un referente de la disciplina.
La relación principalmente entre el pool y la noche se genera con frecuencia. Al respecto, el dirigente opinó y remarcó: “Trabajamos para demostrar que el billar deportivo no es la imagen que tenemos en nuestras espaldas. Ese estigma que lo vincula a la movida nocturna y a la mala vida. Hay casos en los que cuando alguien que no frecuenta los torneos, se acerca por primera vez, se sorprende porque se encuentra con un ambiente totalmente sano: libre de humo, sin ruidos molestos, gente muy bien vestida, etc. El billar genera un clima muy lindo, de caballerosidad y camaradería difícil de detectar en otras disciplinas”.
Pasutti sostuvo también que cada vez son más las mujeres que practican billar, un deporte al que consideró “el más cognitivo del mundo”, ya que “requiere de una labor muy particular, de mucha intensidad, concentración y práctica”.
En Entre Ríos hay un considerable número de salas. Cada bar o cada club que tiene billar, es partícipe de la Asociación Civil Entrerriana de Billar, puesto que envía jugadores y puede intervenir en cada una de las actividades impulsada por la entidad.
Ahora bien, para la competencia deportiva se tienen que cumplir una serie de factores que tienen que ver con la cantidad de mesas, un soporte desde lo gastronómico y desde lo estructural, con el fin de que la disciplina se pueda llevar adelante en excelentes condiciones.
EN ASCENSO
Así como el pádel, que fuera un boom en los años ’90 y hoy, volvió a recobrar fuerzas, con el billar sucede algo similar, aunque su vigencia se mantuvo intacta incluso desde años atrás. En el presente, congrega a más de un centenar de jugadores federados.
“El billar es la disciplina madre de una serie de juegos de mesa, por decirlo de algún modo, como el Pool, 5 Quillas o Carambola. El Pool vendría a ser uno de los reglamentos del billar. En Entre Ríos se compite de manera deportiva y profesional. Dentro del Pool, existen tres modalidades. Una que se denomina Bola 8, que es la más parecida a la que toda la familia conoce, donde el juego concluye al introducir en la buchaca la bola negra”, comentó Jorge Neri.
“Asimismo, después hay otras modalidades más complejas, como la Bola 9 o la Bola 10, donde debemos ir en orden, bola por bola y desarrollamos al fin y al cabo, la esencia del Pool. Con esto quiero significar que se trata de una mezcla de la habilidad de meter las bolas en la buchaca y la estrategia de hacer todo el recorrido para concluir vaciando la mesa”, concluyó.