1871
El interventor federal convoca a elecciones
Reprimida por el ejército nacional la primera insurgencia jordanista, el comisionado federal Francisco Pico convocó al pueblo a elecciones para los días 16 y 17 de abril. La elección, dice el art. 29 del decreto, se hará en un solo acto para diputados a la Legislatura y electores para gobernador propietario; por el art. 3º se levantó el estado de sitio; por el 49 se ordenó el licenciamiento inmediato de las milicias, dejándose en armas las partidas policiales necesarias para conservar el orden.
Simultáneamente el comisionado dirigió una proclama al pueblo manifestando que el gobierno nacional “no tiene predilección por candidatura alguna”, pero, a renglón seguido, excomulgó a los jordanistas y vetó la posibilidad de cualquier candidato. “El Gobierno de la Nación nunca reconocerá como gobernantes a los enemigos a quienes ha vencido”.
El 29 de abril, el interventor informó al Poder Ejecutivo de los resultados de las elecciones realizadas “con perfecta legalidad y entera libertad de sufragio”. Y luego expresó: “Aunque es la primera vez que en la Provincia de Entre Ríos se lucha libremente en los comicios públicos”, —y en esto da razón a los revolucionarios—, “el acto se ha practicado con el mayor orden”.
En estas elecciones como en otras consecutivas el pueblo estuvo ausente. Así lo denunció el senador nacional Nicasio Oroño, en la sesión del 21 de mayo, expresando: “En Entre Ríos, Sr. Presidente, en las mismas elecciones de diputados, cuyos señores están sentados en el Congreso, no ha habido un solo entrerriano que haya podido ejercer el derecho de votar para traer representantes al seno del Parlamento argentino, que viniese a abogar por las libertades de la Provincia”. Y ante una interrupción, agregó: “A las elecciones de Entre Ríos no concurrió ningún entrerriano a votar; fueron elecciones simuladas, elecciones fingidas…”
La ausencia del pueblo en los comicios, se explica en que la enorme mayoría que acompañaba al general López Jordán había emigrado al extranjero o se había escondido en los montes, después de fracasada la revolución, y a que los partidarios fueron excomulgados por el gobierno nacional.
1889
Inicia sus clases el Colegio Nacional de Paraná
Considerando la ausencia de un Colegio donde los jóvenes pudieran realizar sus estudios preparatorios para ingresar a las facultades y que existía conveniencia pública en un establecimiento de esa naturaleza, el gobernador Basavilbaso dictó un decreto, —que lleva fecha del 28 de febrero de 1889—, creando el Colegio de Estudios Superiores cuyo plan de estudios, régimen de enseñanza y programas serían iguales a los establecidos por el Poder Ejecutivo nacional para los Colegios Nacionales.
Este establecimiento inició sus clases el 1° de abril, en la casa del ex gobernador Ramón Febre, en calle Buenos Aires, donde se ha edificado el Liceo de Señoritas a cargo de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (hoy perteneciente a la UCA), y fue nacionalizado el 11 de julio del mismo año. Se designó primer rector a Leónidas Echagüe, que había sido gobernador de la Provincia.
1919
Primer obispo auxiliar de la Diócesis paranaense
Por decreto del Papa, del 2 de agosto de 1918, se designó a monseñor Nicolás De Carlo, obispo titular de Eleuterópolis (Palestina) y auxiliar de la Diócesis Paranaense, siendo consagrado en esa jerarquía por el obispo monseñor doctor Abel Bazán y Bustos. El nuevo obispo se había radicado desde muy joven en Paraná, haciendo sus estudios en los seminarios de Santa Fe y Paraná. Años más tarde se le designó primer obispo titular del territorio del Chaco.
1974
Inicio de las obras de Salto Grande
En diciembre de 1973 se aprobó el proyecto definitivo y el 1º de abril de 1974 se autorizó el inicio de las obras de la represa binacional Salto Grande, al norte de la desembocadura del arroyo Ayuí Grande, a 6 kilómetros del paraje donde estuvieron los rápidos de Salto Grande aguas abajo, quedando a 18 kilómetros de la ciudad de Concordia y a 13 kilómetros de Salto. En los primeros meses de 1979 se inició la formación del lago y la primera turbina comenzó a producir energía. Para su construcción se utilizaron 60.000 toneladas de hierro y 1.500.000 m3 de hormigón, equivalente a la construcción de 1.000 edificios de treinta pisos de altura. La represa posee 69 metros de altura, forma un lago-embalse de 78.300 hectáreas, y un puente internacional, vial y ferroviario.
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