El Voluntariado Santa Rita es una asociación sin fines de lucro, que funciona en el Hospital San Roque de Paraná. Está conformado por un grupo de mujeres, que destinan su tiempo en pos del bienestar de los niños internados y de sus familiares acompañantes.
Gabriela Gómez del Río
Un grupo de mujeres desinteresadas, con vocación de servicio se reúnen todos los días en el Hospital Materno Infantil San Roque, en las salas del Voluntariado Santa Rita. Actualmente, son treinta las voluntarias que están presentes en el nosocomio para recorrer las salas, contener y brindar apoyo emocional a los niños internados y a sus familiares acompañantes. Además, entregan pañales, ropas, juguetes, y muchas otras cosas que reciben de donaciones, que reacondicionan y esterilizan. Por estos días, se busca multiplicar el servicio en la comunidad y está abierta la convocatoria para un curso de formación del Voluntariado Santa Rita, que ya cuenta con 60 años desde sus inicios en la capital provincial.
Para conocer cómo funciona este servicio, BIEN! visitó las dependencias que ocupan en el Hospital San Roque. Salas repletas de pañales, juguetes que son reacondicionados y colocados en bolsas para lucir como nuevos. Muchísima ropa de bebés y niños, reacondicionadas y guardadas cada una en una bolsita y en cajas organizadoras con prolijos carteles en los que puede leerse: “Ajuar de nena de verano”, “Ajuar de nene de invierno”, “Mantitas de verano”, “Mantitas de invierno”, entre muchos más. Isabel Zárate, una voluntaria con muchísimos años en este servicio, fue la vocera del grupo para dar a conocer en qué consiste el trabajo que llevan a cabo.
—¿Cómo surge el Voluntariado Santa Rita en Paraná?
—Hace sesenta años, Nuestra historia se remonta cuando el padre Crocce del Colegio Don Bosco, un salesiano que tenía la compañía de muchísimas señoras del barrio que querían colaborar. Así fue que un grupo comenzó a ayudar en forma voluntaria en las Mil camas, que funcionaba en la Escuela Hogar, destinado a los niños. Este grupo que dio origen al Voluntariado en 1964, fue creciendo en forma permanente. Se formó con mujeres de mucha garra para sostener las situaciones. En los comienzos del hospital, la madre y el niño estaban en distintas salas, y la voluntaria era quien iba y venía con noticias.
—¿Cuál es la misión que dio origen al Voluntariado?
—Esto surge para reconfortar, acompañar y contener a los niños internados y a los familiares acompañantes. Esta contención fue creciendo e hizo que sea necesaria la compañía de las voluntarias.
—Siempre han trabajado codo a codo con las autoridades del hospital, son un pilar fundamental…
—Sí, nos apoyan mucho las autoridades. Los directores que han pasado han visto en el grupo la transparencia y el esfuerzo. Además de la necesidad de tenernos acá, donde vienen personas con sus niños de todos puntos de la provincia, a veces sin nada. Y ahí estamos nosotras para alcanzarles todo lo que les haga falta. Muchas de las madres que llegan han dejado en su pueblo otros hijos y tienen una doble preocupación. Entonces, nosotras estamos para escucharlas y darles un abrazo y que se lleven nuestro cariño y generosidad en su regreso a sus ciudades.
—¿Cuál es la función de las voluntarias?
—Nuestra tarea primordial es la de brindar contención. Visitamos cada sala de lunes a sábado, de mañana y de tarde. Cada una de nosotras tiene una mañana o una tarde comprometida. Hemos conformado grupos de trabajo, y llevamos un cuaderno de novedades, donde se anotan las salas que se visitan. De esta manera, hacemos que en el día estén todas visitadas.
Empatizar ante todo
“La gente confía en nosotras cuando ve este guardapolvo. Se viven cosas muy fuertes, —manifestó emocionada. Luego añadió: “Pero también muy lindas porque uno está dando ayuda, tiempo y apoyo; y recibimos fortaleza. Para nosotras, es una felicidad enorme esta tarea. Creo que se nace siendo voluntario, esa empatía con la gente, no ser indiferente con el sufrimiento o la necesidad del otro vienen de la cuna”, consideró.
—¿Es solidaria la gente en Paraná?
—Mucho y confían en nosotros porque las cosas que nos traen las mejoramos y las entregamos. Somos sólo el nexo entre la persona que dona y quien lo recibe. Los paranaenses son tan generosos que nos regalan todo lo que tenemos acá, colaboran con todos los elementos que se necesitan.
Urgencias y necesidades
En el Voluntariado Santa Rita, que funciona en el Hospital Son Roque de Paraná, diariamente se reciben donaciones. Sobre las cosas que se necesitan de manera urgente, la voluntaria afirmó: “Siempre la urgencia es el pañal, y lo sumamente necesario es el juguete. A un chico que la está pasando mal, que tiene dolor, que está limitado en sus movimientos, que recibe inyecciones y se pone nervioso, cuando recibe un buen juguete se olvida de todo lo demás. Eso hace que la mamá se alivie al verlo animado y contento. También les llevamos ropa, les entregamos un equipo de mate porque pedimos que nos donen mates, bombillas y termos, que es lo más difícil. Todo lo que llega acá se desinfecta, se envuelve prolijamente, y les damos yerba y azúcar. Esto que parece poca cosa, alivia a los padres que viajaron de urgencia y no trajeron nada”, afirmó.
Luego, sintetizó: “Se necesita todo lo que uno pondría en un bolso si tiene que internarse por una cirugía programada porque acá llega mucha gente, que no alcanzó a preparar nada. Muchos fueron a la guardia de un pueblito con la criatura y los derivaron de urgencia a Paraná. Entonces, ahí está la voluntaria tratando de mitigar toda esa falta y el vacío que le provoca miedo e incertidumbre”.
El pañal, la gran ofrenda
“Un niño diariamente utiliza entre cinco y siete pañales”, comentó Isabel. Y bueno, tenemos nuestros grandes benefactores todos los 22 de cada mes en el día de Santa Rita. Ese día, un grupo de voluntarias se ubica desde la primera hora en la puerta de la Catedral porque hace veintitrés años se cambió la ofrenda de la rosa roja por pañales. Y la gente entendió que la santa se gratifica mucho más y regalan pañales que vienen bendecidos. Son pequeñas cosas, pequeños actos que para una mamá que muchas veces está sola, la reconfortan al recibir pañales bendecidos”, contó la voluntaria.
La voluntaria comentó a BIEN! que los pañales que más se necesitan son los talle XXG. “Cuando uno no sabe cuál comprar, generalmente, elige pañales medianos; y nos pasa que los más grandes son los que menos trae el paquete y los que menos se donan”.
Nuevos integrantes
El Servicio del Voluntariado Santa Rita abrió las inscripciones para participar de un curso de formación que permitirá sumar nuevos integrantes, mayores de 21 años con vocación de servicio.
Los interesados deben dirigirse al Servicio, que funciona en el Hospital San Roque, de lunes a viernes de 16 a 18. La formación se iniciará el 10 de mayo y se desarrollará hasta diciembre, los viernes de 16 a 18. Lo dicta personal del hospital, pediatras, infectólogos, enfermeras y algunas voluntarias.
Contacto: [email protected]
—¿Se acercan interesados en ser voluntarios?
—Sí, hemos recibido inscripciones y aún continuamos anotando. El curso no se dicta todos los años, el último fue en 2019. Se hace sólo cuando el número de integrantes no es suficiente para efectuar una atención adecuada. La capacitación es larga porque hay mucho para aprender y practicar. Y fundamentalmente, para considerar si se va a poder llevar a cabo este compromiso antes de prestar juramento sobre el código de ética.
Principales actividades
-Acompañar el sufrimiento, el dolor, la angustia, las mejoras, las alegrías en forma personal a cada niño en las distintas salas, y a sus familiares, respetando siempre las directivas del personal especializado, tratando de que su estadía en el hospital sea lo mejor posible.
-Realizar el relevamiento paciente por paciente en cada sala, del material que consideren necesario que se les brinde.
-Seleccionar y preparar todo el material (pañales, ropa, juguetes, elementos de higiene, entre otros) que cada voluntaria en forma personal llevará al niño y/o a su familiar acompañante, según lo requerido o percibido.
-Organizar, clasificar y ordenar todos los pañales recibidos en las distintas donaciones.
-Organizar, clasificar y ordenar según la estación, el sexo, la edad, toda la ropa de las donaciones, tanto para los niños como para las mamás o papás.
-Separar toda aquella ropa personal o de cama, que necesite un lavado previo. Éstas son llevadas por alguna voluntaria a lavaderos, que generosamente nos brindan lavados gratis mensuales, o en su defecto son llevadas a las casas propias de la voluntaria, para su correspondiente limpieza.
-Seleccionar, lavar, arreglar todo aquel juguete donado y que necesita ser acondicionado antes de entregarlo al niño. Cada uno de ellos es envuelto y decorado como un regalo.
-Organizar y fraccionar los diferentes elementos de higiene personal.
-Armar con diferentes ropitas de bebes y de recién nacido, diferentes ajuares, que son entregados en la sala de maternidad, en ocasiones particulares, como el nacimiento de mellizos o gemelos.