Además de libros, hay un conjunto de muebles que pertenecieron al autor. La atmósfera creada por los elementos personales insta a conocer a uno de los exponentes culturales de la provincia.
En 2015, y gracias a una donación familiar, la Secretaría de Cultura provincial recibió los libros que integraban la biblioteca personal del autor de En el aura del sauce. Se trata de un repertorio en el que priman los ejemplares de poesías; pero también hay novelas, cuentos, revistas, libros traducidos por el mismo Juanele, y libros sobre música.
El grupo de muebles reúne un escritorio de madera con vidrio, un sillón con almohadones, una repisa con dos estantes, una banqueta tapizada, otros dos sillones más pequeños, una estantería, un cenicero, un televisor de 14 pulgadas, un velador, un proyector super 8, y un combinado de discos marca Ranser; todo en un muy buen estado de conservación.
Con el mobiliario y los libros hojeados por Juanele, de alguna manera, se recrea una atmósfera hogareña cercana al universo cotidiano del aclamado poeta entrerriano. Quien se acerca no puede menos que figurarse su silueta con boquilla, entre las lecturas, el mate, sus gatos; y de alguna manera también una cosmovisión que se volvió poesía.
Sobre los autores
En 1978, la periodista y autora Alicia Dujovne Ortiz, viaja a Paraná a entrevistar a Juanele. Según un breve extracto de la producción periodística que publicó el diario La Opinión Cultural, ella narra y cita: “Hacía listas de libros para la Biblioteca, que se puso al día con todo el pensamiento del mundo. (Cayetano) Córdova Iturburu vino a verla y se quedó sorprendido: “Pero ni en las bibliotecas de Buenos Aires tenemos esto”, dijo. Yo “pescaba” y traía traducciones del ruso, del japonés, literatura africana, todo. Descubrí, por traducciones francesas, a Panait Istrati y a Pasternak antes de que en la misma Europa los apreciaran tanto… Y de Rabindranath Tagore, que tradujo al inglés y al francés a los poetas hindúes, tomé cosas que traduje, algunas publicadas, otras, no. También Maiakovski. Muchas traducciones hice, muchas, de Aimé Césaire, de Senghor, antes de que los conocieran tanto… Con un amigo de acá, Rubén Turi, traduje varios libros de Louis Aragon. Y chinos, poetas chinos, porque me ayudaron unos muchachos de China que sabían castellano” .
Recorrida
Hilando en el tiempo y las derivas de aquellos ejemplares se puede inferir que muchos de ellos hoy tienen la posibilidad de ser recorridos por los lectores que se acercan a Alameda de la Federación.
Entre los destacados de poesía argentina se pueden enumerar: Emma Barrandéguy, Gaspar Benavento, Marcelino Román, Alfredo Veiravé, José Eduardo Seri, Juan Gelman, Carlos Mastronardi, Oliverio Girondo, Roberto Juarroz, Orlando Florencio Calgaro, Fermín Chávez, Jorge Luis Borges, Antonio Porchia, Ricardo Güiraldes.
También se registran en el inventario antologías de poetas salteños, libros históricos sobre Paraná de Beatriz Bosch y Ofelia Sors, y novelas y poesías de Juan José Saer.
Entre los poetas de otras nacionalidades se pueden hacer referencias a Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Carlos Drummond de Andrade, José María Arguedas, Luis Cernuda, Miguel de Cervantes Saavedra, Rubén Darío, Paul Éluard, Federico García Lorca, Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Jacques Prévert, Rainer Maria Rilke y César Vallejo, entre muchísimos otros. También hay antologías de antiguos poemas chinos, antologías mexicanas, uruguayas y alemanas.
El inventario registra también otras obras literarias de autores de la talla de Rafael Barrett, novelas de Fiódor Dostoyevski y cuentos populares rusos, obras de Joan Miró, Marcel Proust y William Shakespeare.
También libros de Simón Bolívar, Federico Engels, Sigmund Freud, Martín Heidegger, Friedrich Nietzsche, Igor Stravinsky y Lao-Tse.